TEMPLARIOS, La Orden del Temple

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belzebuth666
view post Posted on 11/6/2008, 02:16




Thomas Bérard.
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Thomas Bérard (ou Bérault ou Béraud) es el vigésimo Gran Maestre de la Orden del Temple. Se duda sobre su origen. Para unos era italiano y para otros inglés.

Sucedió, en 1256, al gran maestre Renaud de Vichiers. Ejerció sus altas funciones en las más tristes circunstancias, sucesivamente hipotecado en las querellas de su orden con la de los Hospitalarios, y siendo testigo de los progresos del sultán mameluco Baibars al-Bunduqdari, quien, poco a poco, obligó a los cristianos de Palestina a encerrarse tras los muros de San Juan de Acre, último baluarte del Reino de Jerusalén.

El gran maestre Thomas Bérard murió en 1273.

BELZEBUTH.
 
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leviathan1
view post Posted on 11/6/2008, 02:20




Guillaume de Beaujeu.
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Guillaume de Beaujeu, también llamado Guillermo de Beaujeu, fue el vigésimo primero Gran Maestre de la Orden del Temple desde (1273-1291). Murió defendiendo Acre y fue sucedido por Thibaud Gaudin

Procedía de la región de Beaujolais, de donde deriva su apellido. Guillaume era descendiente de una poderosa familia perteneciente a la nobleza de Beaujolais, que tenía lazos familiares con Luis IX y Carlos de Anjou, rey de Sicilia.

Se cree que ingresó a la Orden a la edad de 20 años, fungiendo primero como comendador de la guarnición Templaria en la provincia de Trípoli en 1271, siendo elegido posteriormente, el 13 de mayo de 1273, como Gran Maestre, y ostentando el cargo de Comendador de la Apulia, y, por tanto, encontrándose fuera deTierra Santa

Desde su elección, emprendió una gira para visitar las principales comandancias templarias de Occidente, y fue convocado por el Papa Gregorio X en el Concilio de Lyon II. Durante el verano de 1274, hizo lo posible por obtener la opinión de los Maestres del Templo y el Hospital para organizar una nueva Cruzada. El poco entusiasmo por parte de los barones occidentales ante la idea de tal Cruzada y la muerte del Papa en 1276 interrumpieron definitivamente los preparativos de la expedición.

A pesar de los llamamientos constantes de los Templarios de Oriente, no fue sino hasta septiembre de 1275 que Guillaume de Beaujeu arrivó a Acre.

En 1279, de Beaujeu, entró en conflicto con Hugo III, rey de Chipre pues este recién había confiscado los bienes templarios en la isla. El distanciamiento entre Chipre y la Orden duró aproximadamente 20 años, y no fue sino hasta que Jacques de Molay ocupó el cargo de Gran Maestre, que los problemas diplomáticos comenzaron a solucionarse.

En 1282, Guillaume de Beaujeu, cuya política hacia los gobernantes musulmanes consistía en ganar tiempo, aprovechó la invasión mongola que les acosaba por el Este y el Norte para prorrogar por un lapso de 10 años la tregua firmada en 1271 con Baibars. La política franca era lograr la división entre los mongoles y musulmanes. Por una parte, los cristianos de Armenia eran partidarios de una alianza con las hordas tártaras, mientras que los cristianos del sur preferían permanecer neutrales. Guillaume de Beaujeu, mantenía relaciones amigables con el Cairo.

En 1288, Qalawun, el sucesor de Baibars, decidió, a pesar de la tregua firmada, atacar Trípoli. Guillaume de Beaujeu gracias a las relaciones estrechas que mantenía con la corte del sultán del Cairo, se enteró del plan, y rápidamente informó de los preparativos en curso y alertó a los dignatarios de la ciudad de Trípoli, quienes no le creyeron, puesto que se creían protegidos por la tregua. Al contrario, ellos pensaron que el Maestre del temple quería que abandonaran dicha ciudad para capturarla y ponerla bajo mando templario.

A pesar de las advertencias de Guilleaume de Beaujeu, y debido a la desconfianza entre los líderes cristianos, la villa de Trípoli cayó en manos musulmanas el 26 de Abril de 1289. Qalawn, cuyo objetivo era la expulsión total de los cruzados de Tierra Santa, desde fines de 1289, inició los preparativos para asediar Acre.

La masacre de comerciantes musulmanes en Acre acometida por tropas franco-lombardas recién llegadas de Europa, le proporcionaron la justificación para alcanzar sus objetivos. Para disfrazar sus preparativos, Qalawun exigió que le entregaran a los responsables de la masacre para imponerles castigo. Guillermo de Beaujeu propuso a los dignatarios de Acre de vaciar las prisiones de condenados a muerte y entregarlos a Qalawun para ganar tiempo. Los notables rechazaron la decisión del Maestre de la Orden Templaria y permanecieron sordos a las demandas de Qalawun, creyéndose protegidos por la tregua acordada en 1282. Los cristianos gozaron sin embargo algunas semanas de reposo tras la muerte de Qalawun en noviembre de 1290 en el Cairo.

Según algunas fuentes, una guerra civil se desencadenó para decidir quien sucedería al emir. Sin embargo, poco tiempo después Al-Ashraf, el hijo menor, consiguió desbaratar el complot he hizo ejecutar al general Turuntai, jefe de los rebeldes.

No fue sino hasta el mes de abril de 1291 que Al-Ashraf Khalil arrivó con su ejército, estimado por los historiadores de la época en 200,000 hombres, hasta los muros de la ciudad. Para el 5 de abril, la ciudad estaba completamente cercada y las máquinas de guerra musulmanas fueron puestas al punto.

Templarios y Hospitalarios, comandados por sus Maestres, Guillermo de Beaujeu y Juan de Villiers respectivamente, olvidaron sus disputas y se dispusieron a defender las murallas septentrionales de la villa, mientras que Conrado de Feutchwangen, Maestre de la Orden Teutónica, Amalarico el hermano del rey de Chipre Enrique II y comandante de la caballería siria y chipriota y el capitán suizo, al mando de tropas inglesas, Otón de Grandson, se ocuparon de las murallas occidentales.

La noche del 15 al 16 de abril, de Beaujeu intentó una salida con 300 caballeros. Tomando por sorpresa a un contingente enemigo que acampaba frente a sus posiciones, masacraron a varios centenares de combatientes, pero debieron retirarse al abrigo de las murallas de la ciudad antes de poder destruir las máquinas de guerra enemigas, que eran sus objetivos, pues el ejército mameluco estaba para entonces en alerta y se disponía a contraatacar.

El 16 de mayo, a pesar de que algunos días antes, el rey de Chipre, Enrique II y un millar de combatientes habían arribado por barco a la ciudad, un parte de la muralla se vino abajo debido a la acción de algunos zapadores enemigos. Los musulmanes entraron por la brecha, pero la acción conjunta de las tres órdenes reunidas les impidió penetrar mas allá de unos metros y los defensores consiguieron, poco después, repeler a los musulmanes fuera de las murallas.

El 18 de mayo, Al-Ashraf Khalil lanzó el asalto final, dos millares de fanáticos musulmanes llegaron hasta la brecha, cruzaron la muralla y se lanzaron sobre las torres y los muros restantes Guillermo de Beuajeu runió una decena de caballeros templarios y otros tantos hospitalarios que, siguiendo a Guillaume, se lanzaron en una embestida mortal.

Con la veintena de caballeros, Guillermo de Beaujeu pudo poner un alto momentáneo a la marea enemiga que se derramaba ya sobre la ciudad. Cuando estaba a punto de repeler a los sarracenos que ocupaban la puerta de San Antonio, fue mortalmente herido. En el fragor de la refriega no tuvo tiempo de divisar y evitar una flecha que, disparada por un arquero sirio, atravesó su costado, justo por debajo de la axila y se alojó en el pecho. Los caballeros que con el luchaban, al verlo retirarse cabizbajo hacia el interior de la ciudad, le reprocharon su conducta, a lo que el respondió diciendo: "No me estoy retirando. Estoy herido, he aquí la flecha" y mostró la saeta, ya rota, al tiempo que levantaba el brazo.

Rápidamente, fue llevado por una de las poternas de la muralla interior, que dividía el barrio de Montmusard del resto de la ciudad hacia una casa de dicho barrio, donde exhaló su último aliento.

La llegada de numerosos contingentes de refuerzo enemigos obligó a los caballeros restantes a retirarse hacia el castillo templario situado al sur de Acre, cerca de la costa.

La ciudad fue capturada por los musulmanes varios días más tarde, sin embargo continuó la heroica defensa de los templarios que lucharon hasta el fin, artincherados en su bastión fortificado. Esta defensa encarnada permitió que un buen numero de habitantes de la ciudad y a varios caballeros escapar de Acre sanos y salvos y refugiarse en Chipre.

Thibaud Gaudin y Pierre de Sevry, los dos altos dignatarios aún vivos en Acre decidieron separarse. Thibaud Gaudin, comendador de Acre, viajó por mar hacia Sidón, todavía en manos cristianas, mientras que Pierre Sevry, Mariscal de la Orden, continuó sosteniendo la resistencia ante las hordas musulmanas. Pierre de Sevry pudo, por algunos días, mantener a los miles de soldados musulmanes a raya, contando tan sólo con un puñado de defensores. Khalil terminó controlando la ciudad el 28 de mayo, después de que la fortaleza del temple cayera, tras haber muerto los pocos defensores bajo la superioridad numérica del invasor, que se dejó sentir en el último ataque, compuesto por un selecto grupo de 2,000 mamelucos fanáticos.

Se dice que Jacques de Molay, antes de morir encargó a Francois de Beaujeu, sobrino de Guillaume de Beaujeu, salvar a la Orden del Temple, para esto el sobrino debía debía dirigirse a las tumbas de los maestres del Temple parisino y, justamente en el sepulcro de su pariente, recoger un joyero que debía devolver al maestre actual. Cumplida su misión, De Molay le encargó la reorganización del Temple y le inició en los secretos de la Orden. Asimismo le entregó el joyero, que contenía la reliquia más preciada de los Templarios: el dedo índice de la mano derecha de Juan Bautista. Luego le reveló que en el mismo féretro donde había encontrado el joyero se hallaban los documentos y anales secretos de la orden, así como el tesoro templario.

François de Beaujeu convenció a Felipe "el Hermoso" de que le permitiera acceder al cuerpo de Guillaume de Beaujeu para inhumarlo en el feudo de la familia. El relato dice que de esta forma recuperó las riquezas y los archivos. Luego reunió a otros ocho fieles caballeros y todos hicieron confesión de propagar la Orden del Temple por todo el globo mientras se pudieran encontrar en él, nuevos arquitectos perfectos. Tras este juramento, la orden se reorganizó en Aberdeen y, pasados varios siglos, dio lugar a las primeras logias masónicas escocesas. Esto, claro está, es lo que cuenta la leyenda.

Leviathan.
 
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astaroth1
view post Posted on 11/6/2008, 02:21




Thibaud Gaudin.
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Thibaud Gaudin fue el vigésimo segundo Gran Maestre de la Orden del Temple. Gran Comendador del Temple en el momento de la muerte de Guillaume de Beaujeu, asume el mando de las tropas restantes tras el asedio a San Juan de Acre en 1291, y se retira hacia Sidon. Embarca con los templarios supervivientes hacia el castillo de Sagette, donde es elegido Gran Maestre en agosto de 1291. Su mandato fue bastante corto al morir el 16 de abril de 1292. A finales de 1292 le sucede Jacques de Molay que será el último Gran Maestre del Temple.

ASTAROTH.
 
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belzebuth666
view post Posted on 11/6/2008, 02:25




Jacques de Molay.
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Jacques Bernard de Molay (hacia 1240 a 1244, † 18 de marzo de 1314). Noble franco y último Gran Maestre de la Orden del Temple.
Estudiosos nobiliarios incluyen a Molay en la genealogía de Lonvy, al ser Molay una población del Señorío de Rahon, propiedad del padre de Jacques de Molay.

Jacques Bernard de Molay nació en Borgoña entre los años 1240 y 1244 (aunque hay ciertas versiones que especifican que fue en el año 1243 y otros en el 1244, en la ciudad de Vitrey, departamento de Haute Sâone) hijo de Juan, Señor de Lonvy, heredero de Mathe y Señor de Rahon, gran población cerca de Dôle, de la cual dependían muchas otras, pero principalmente Molay, y esta a su vez, era una parroquia de la Diócesis de Besançon, en el Deanato de Nenblans.

En 1265, en la ciudad de Beaune (Francia) se unió a la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo (más tarde llamados Caballeros del Templo de Salomón), conocidos comúnmente como Caballeros Templarios u Orden del Temple, recibiéndole el Fraile Imbert de Perand, visitador de Francia y del Portu, en la capilla del Temple de la residencia de Beaune.

En 1293, figura con el título de Gran Maestre tras la muerte de Thibaud Gaudin el 16 de abril de 1292, así se convirtió en el 23° y último Gran Maestre.

Organizó, entre 1293 y 1305, múltiples expediciones contra los musulmanes y logró entrar en Jerusalén en el año 1298, derrotando al Sultán de Egipto, Malej Nacer, en 1299 cerca de la ciudad de Emesa. En 1300 organizó una incursión contra Alejandría y estuvo a punto de recuperar la ciudad de Torsota, en la costa Siria, para la cristiandad.
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En 1307, el Papa Clemente V Beltran de Goth y el rey de Francia Felipe IV "El Hermoso", ordenan la detención de Jacques de Molay bajo la acusación de sacrilegio contra la Santa Cruz, simonía, herejía e idolatría (ver Baphomet). Molay confesó bajo tortura, aun cuando con posterioridad se retractó, y por ello en 1314 fue quemado vivo frente a la Catedral de Notre Dame, donde se retractó públicamente de nuevo de cuantas acusaciones se había visto obligado a admitir, proclamó la inocencia de la Orden y, según la leyenda, maldijo a los culpables de la conspiración

« Malditos, seréis todos malditos, hasta la decimotercera generación»

. En el plazo de un año, dicha maldición se cumplió con la muerte de Felipe IV (según Maurice Druon, de un accidente cerebrovascular durante una expedición de caza) y de Clemente V.

BELZEBUTH.
 
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astaroth1
view post Posted on 17/12/2008, 16:55




La Regla Primitiva

Aquí comienza el prólogo a la Regla del Temple

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1. Nos dirigimos, en primer lugar a todos aquellos quienes con discernimiento rechazan su propia voluntad y desean de todo corazón, servir a su rey soberano como caballero; llevar con supremo afán, y permanentemente, la muy noble armadura de la obediencia. Y por tanto, nosotros os invitamos, a seguir a los escogidos por Dios de entre la masa de perdición y a quienes ha dispuesto, en virtud de su sutil misericordia, defender la Santa Iglesia, y que vosotros anheláis abrazar por siempre.

2. Por sobre todas las cosas, quienquiera que ser un caballero de Cristo, escogiendo estas sagradas ordenes en su profesión de fe, debe unir sencilla diligencia y firme perseverancia, que es tan valiosa y sagrada, y se revela tan noble, que si se mantiene impoluta para siempre, merecerá acompañar a los mártires que dieron sus almas por Cristo Jesús. En esta orden religiosa ha florecido y se revitaliza la orden caballeresca. La caballería, a pesar del amor por la justicia que constituye sus deberes, no cumplió con sus con ellos, defendiendo a los pobres, viudas, huérfanos e iglesias, sino que se aprestaron a destruir, despojar y matar. Dios que actúa conforme a nosotros y nuestro salvador Cristo Jesús; ha enviado a sus partidarios desde la ciudad Santa de Jerusalén a los acuartelamientos de Francia y Borgoña, para nuestra salvación y muestra de la verdadera fe, pues no cesan de ofrecer sus vidas por Dios, en piadoso sacrificio.

3. Ante ello nosotros, en completo gozo y hermandad, por requerimiento del Maestro Hugues de Payen, por quien la mencionada orden caballeresca ha sido fundada con la gracia del Espíritu Santo, nos reunimos en Troyes, de entre varias provincias más allá de las montañas, en la fiesta de San Hilario, en el año de la encarnación de Cristo Jesús de 1128, en el noveno año tras la fundación de la anteriormente mencionada orden caballeresca. De la conducta e inicios de la Orden de Caballería hemos escuchado en capítulo común de labios del anteriormente citado Maestro, Hermano Hugues de Payen; y de acuerdo con las limitaciones de nuestro entendimiento, lo que nos pareció correcto y beneficioso alabamos, y lo que nos pareció erróneo rechazamos.

4. Y todo lo que aconteció en aquel Consejo no puede ser contado ni recontado; y para que no sea tomado a la ligera por nosotros, sino considerado con sabia prudencia, lo dejamos a discreción de ambos nuestro honorable padre el Señor Honorio y del noble Patriarca de Jerusalén, Esteban, quien conoce los problemas del Este y de los Pobres Caballeros de Cristo; por consejo del concilio común lo aprobamos unánimemente. Aunque un gran número de padres religiosos reunidos en capítulo aprobó la veracidad de nuestras palabras, sin embargo no debemos silenciar los verdaderos pronunciamientos y juicios que emitieron.

5. Por tanto yo, Jean Michel, a quien se ha encomendado y confiado tan divino oficio, por la gracia de Dios, he servido de humilde escriba del presente documento por orden del consejo y del venerable padre Bernardo, abad de Clairvaux.

Los nombres de los Padres que asistieron al Concilio.

6. Primero fue Mateo, obispo de Albano, por la gracia de Dios, legado de la santa Iglesia de Roma; R[enaud], arzobispo de Reims; H[enri], arzobispo de Sens; y sus clérigos: G[ocelin], obispo de Soissons; el obispo de París; el obispo de Troyes; el obispo de Orlèans; el obispo de Auxerre; el obispo de Meaux; el obispo de Chalons; el obispo de Laon; el obispo de Beauvais; el abad de Vèzelay, quien posteriormente fue arzobispo de Lyon y legado de la Iglesia de Roma; el abad de Cîteaux; el abad de Pontigny; el abad de Trois-Fontaines; el abad de St Denis de Reims; el abad de St-Etienne de Dijon; el abad de Molesmes; al anteriormente mencionado B[ernard], abad de Clairvaux: cuyas palabras el anteriormente citado alabó francamente. También estuvieron presentes el maestro Aubri de Reims; maestro Fulcher y varios otros que sería tedioso mencionar. Y de los otros que no se han mencionado, es importante asentar, en este asunto, de que son amantes de la verdad: ellos son, el conde Theobald; el conde de Nevers; Andrè de Baudemant. Estuvieron en el concilio y actuaron de tal proceder, con perfecto y cuidadoso estudio seleccionando lo correcto y desechando lo que no les parecía justo.

7. Y también presente estaba el Hermano Hugues de Payen, Maestre de Caballería, con algunos de los hermanos que le acompañaron. Estos eran Hermano Roland, Hermano Godefroy, y Hermano Geoffroi Bisot, Hermano Payen de Montdidier, Hermano Archambaut de Saint-Amand. El propio Maestre Hugues con sus seguidores antedichos, expusieron las costumbres y observancias de sus humildes comienzos y uno de ellos dijo: Ego principium qui et loquor vobis, que significa: "Yo quien habla a vosotros soy el principio" según mi personal recuerdo.

8. Agradó al concilio común que las deliberaciones se hicieran allí, y el estudio de las Sagradas Escrituras, que se examinaron profundamente, con la sabiduría de mi señor H[onorius], papa de la Santa Iglesia de Roma y del patriarca de Jerusalén y en conformidad con el capítulo. Juntos, y de acuerdo con los Pobres Caballeros de Cristo del Templo que está en Jerusalén, se debe poner por escrito y no olvidado, celosamente guardado de tal forma, que para una vida de observancia se puedan referir a su creador; comparación más dulce que la miel en paridad con Dios; cuya piedad parece óleo, y nos permite ir hacia Él a quien deseamos servir.
Per infinita seculorum secula. Amen

Aquí comienza la Regla de los Pobres caballeros del Temple.

9. Vosotros los que renunciáis a vuestra voluntad, y vosotros otros los que servís a un rey soberano con caballos y armas, para salvación de vuestras almas y por tiempo establecido, acudiréis con deseo virtuoso a oír matines y el servicio completo, según la ley canónica y las costumbres de los maestros de la Ciudad Santa de Jerusalén. Oh vosotros venerables hermanos, que Dios sea con vosotros, si prometéis despreciar el mundo por perpetuo amor a Dios, desterrar las tentaciones de vuestro cuerpo; sostenido por el alimento de Dios, beber y ser instruido en los mandamientos de Nuestro Señor; al final del oficio divino, ninguno debe temer entrar en batalla si por ende lleva tonsura.

10. Pero si cualquier hermano es enviado por el trabajo de la casa y por la Cristiandad al Este – algo que creemos ocurrirá frecuentemente- y no puede oír el divino oficio, deberá decir en lugar de matines trece padrenuestros; siete por cada hora y nueve por vísperas. Y todos juntos le ordenamos que así lo haga. Pero aquellos que han sido enviados y no puedan volver para asistir al divino oficio, si les es posible a las horas establecidas, que no deberán ser omitidas, rendir a Dios su homenaje.

La Forma en que deben ser recibidos los Hermanos.

11. Si cualquier caballero seglar o cualquier otro hombre, desea dejar la masa de perdición y abandonar la vida secular escogiendo la vuestra en comunidad, no consintais en recibirlo inmediatamente, porque según ha dicho mi Señor San Pablo: Probate spiritus si ex Deo sunt. Que quiere decir: "Prueba el alma a ver si viene de Dios" Sin embargo, si la compañía de sus hermanos le debe ser concedida, dejad que le sea leída la Regla, y si desea explícitamente obedecer los mandamientos de la Regla, y complace tanto al Maestre como a los hermanos el recibirle, dejadle revelar su deseo ante todos los hermanos reunidos en capítulo y hacer su solicitud con corazón digno.

Sobre Caballeros excomulgados.

12.Donde sepáis que se concentran caballeros excomulgados, allí os obligamos a ir; y si alguien desea unirse a la orden de caballería proveniente de regiones lejanas, no deberéis considerar tanto el valor terrenal como el de la eterna salvación de su alma. Nosotros ordenamos que sea recibido condicionalmente, que se presente ante el obispo de la provincia y le comunique su intención. Y, cuando el obispo lo haya escuchado y absuelto, lo enviará al Maestre y hermanos del Temple, y si su vida es honesta y merecedora de su compañía, si parece justo al Maestre y hermanos, dejad que sea piadosamente recibido; y si muriera durante ese tiempo, por la angustia y tormento que ha sufrido, dejad que se le otorguen todos los favores de la hermandad, dados a cada uno de los Pobres Caballeros del Temple.

13. Bajo ninguna otra circunstancia, deberá los hermanos del Temple compartir la compañía de los indiscutiblemente excomulgados, ni que se queden con sus pertenencias; y esto debe ser prohibido encarecidamente porque sería terrible que fueran asimismo repudiados. Pero si solo le ha sido prohibido escuchar el Divino Oficio, es ciertamente posible permanecer en su compañía, así como quedarse con sus pertenencias, entregándolas a la caridad con el permiso de su comandante.

Sobre no aceptar niños.

14. Aunque la regla de los santos padres permite recibir a niños en la vida religiosa, nosotros lo desaconsejamos. Porque aquel que desee entregar a su hijo eternamente en la orden caballeresca deberá educarlo hasta que sea capaz de llevar las armas con vigor, y liberar la tierra de los enemigos de Cristo Jesús. Entonces que su madre y padre lo lleven a la casa y que su petición sea conocida por los hermanos; y es mucho mejor que no tome los votos cuando niño sino al ser mayor, pues es conveniente que no se arrepienta de ello, a que lo haga. Y seguidamente que sea puesto a prueba de acuerdo con la sabiduría del Maestre y hermanos conforme a la honestidad de su vida al solicitar ser admitido en la hermandad.

Sobre los que están de pie demasiado tiempo en la Capilla.

15. Se nos ha hecho saber, y lo hemos escuchado de testigos presenciales, que de forma inmoderada y sin restricción alguna, vosotros escucháis el divino oficio de pie. Nosotros no ordenamos que os comportéis de esta forma, al contrario lo desaprobamos. Disponemos, que tanto los fuertes como los débiles, para evitar desordenes, canten el salmo llamado Venite, con la invitatoria y el himno sentados, y digan sus oraciones en silencio, en voz baja no voceando, para no perturbar las oraciones de los otros hermanos.

16. Pero al final de los salmos, cuando se canta el Gloria patri, en reverencia a la Santísima Trinidad, os pondréis de pie y os inclinareis ante el altar, mientras los débiles o enfermos solo inclinarán la cabeza. Por tanto mandamos; que cuando la explicación de los Evangelios sea leída, y se cante el Te deum laudamus, y mientras se cantan los laudes, y los maitines terminan, vosotros estéis de pie. De esta misma forma dictaminamos que permanezcáis de pie durante maitines y en todas las horas de Nuestra Señora.

Sobre la vestimenta de los Hermanos.

17. Disponemos que todos los hábitos de los hermanos sean de un solo color, bien sea blanco, negro o marrón. Y sugerimos que tanto en invierno como en verano si es posible, lleven capas blancas; y a nadie que no pertenezca la mencionada caballería de Cristo le será permitido tener una capa blanca, para que quienes hayan abandonado la vida en oscuridad se reconozcan los unos a los otros como seres reconciliados con su creador por el signo de sus hábitos blancos: que significa pureza y completa castidad. La Castidad es certeza en el corazón y salud en el cuerpo. Por lo que si un hermano no toma votos de castidad no puede acceder al eterno descanso ni ver a Dios, por la promesa del apóstol que dijo: Pacem sectamini cum omnibus et castimoniam sine qua nemo Deum videbit. Que significa: "Lucha para llevar la paz a todos, manténte casto, sin lo cual nadie puede ver a Dios".

18. Pero estas vestiduras deberán mantenerse sin riquezas y sin ningún símbolo de orgullo. Y así, nosotros exigimos que ningún hermano lleve piel en sus vestidos, ni cualquier otra cosa que no pertenezca al uso del cuerpo, ni tan siquiera una manta que no sea de lana o cordero. Concertamos en que todos tengan lo mismo, de tal forma que puedan vestirse y desvestirse, y poner y quitarse las botas con facilidad. Y el sastre, o quien haga sus funciones, deberá mostrarse minucioso y cuidar que se mantenga la aprobación de Dios en todas las cosas mencionadas, para que los ojos de los envidiosos y mal intencionados no puedan observar que las vestiduras sean demasiado largas o cortas; deberá distribuirlas de tal manera que sean de la medida de quien las ha de llevar, según la corpulencia de cada uno.

19. Y si alguno por orgullo o arrogancia desea tener para él un mejor y más fino hábito, dadle el peor. Y aquellos que reciban vestiduras nuevas deberán inmediatamente devolver las viejas, para que sean entregadas a escuderos y sargentos, y a menudo a los pobres, según lo que considere conveniente el encargado de ese menester.

Sobre las Camisas.

20. Entre otros asuntos sobre los que regulamos, debido al intenso calor existente en el Este, desde Pascua hasta todos los Santos, gracias a la compasión y de ninguna forma como derecho, una camisa de lino será entregada al hermano que así lo solicite.

Sobre la Ropa de Cama.

21. Ordenamos por unánimemente que cada hombre tenga la ropa y sábanas de acuerdo con el juicio de su Maestre. Es nuestro propósito que un colchón, un almohadón y una manta son suficientes para cada uno; y aquél a quien le falte uno de éstos puede usar una alfombra, y una manta de lino siempre que sea de pelo fino. Y dormirán siempre vestidos con camisa y pantalón, y zapatos y cinturones, y donde reposen deberá haber siempre una luz encendida hasta la mañana. Y el Sastre se asegurará que los hermanos estén tan bien tonsurados que puedan ser examinados tanto de frente como de espaldas; y nosotros ordenamos que vosotros os adhiráis a esta misma conducta en lo tocante a barbas y bigotes, para que ningún exceso se muestre en sus cuerpos.

Sobre Zapatos puntiagudos y Cordones de lazo.

22. Prohibimos los zapatos puntiagudos y los cordones de lazo y condenamos que un hermano los use; ni los permitimos a quienes sirvan en la casa por tiempo determinado; más bien, prohibimos que los utilicen en cualquier circunstancia. Porque es manifiesto y bien sabido que estas cosas abominables pertenecen a los paganos. Tampoco deberán llevar ni el pelo ni el hábito demasiado largos. Porque aquellos que sirven al soberano creador deben surgir de la necesidad dentro y fuera mediante la promesa de Dios mismo quien dijo: Estote mundi quia ego mundus sum. Que quiere decir: "Nace como yo nazco"

Cómo deben comer.

23. En el palacio, o lo que debería llamarse refectorio, deberéis comer juntos. Pero si estáis necesitados de algo, pues no estáis acostumbrados a los utilizados por los religiosos, quedamente y en privado deberéis pedir lo que necesitéis en la mesa, con toda humildad y sumisión. Porque el Apóstol dijo: Manduca panem tuum cum silentio. Que significa: "Come tu pan en silencio". Y el salmista: Posui ori meo custodiam. Que quiere decir: "Yo reprimí mi lengua" Que significa que "Yo creo que mi lengua me traicionaría" lo que es, "Callé para no hablar mal".

Sobre la Lectura de la Lección.

24. Siempre, durante la comida y cena en el convento, que se lean las Sagradas Escrituras, si ello es posible. Si amamos a Dios, sus Santas palabras y sus Santos Mandamientos, desearemos escuchar atentamente; y el lector da texto os reclamará silencio antes de comenzar a leer.

Sobre Pucheros y Vasos.

25. Debido a la escasez de pucheros, los hermanos comerán por parejas, de tal forma que uno pueda observar más de cerca al otro, y para que ni la austeridad ni la abstinencia en secreto sean introducidas, en la comida de comunidad. Y nos parece justo que cada hermano tenga la misma ración de vino en su copa.

Sobre comer Carne.

26. Deberá ser suficiente, comer carne tres veces por semana, excepto por Navidad, Todos los Santos, la Asunción y la festividad de los doce apóstoles. Porque se entiende que la costumbre de comer carne corrompe el cuerpo. Pero si un ayuno en el que se debe suprimir la carne cae en Martes, al día siguiente será dada en cantidad a los hermanos. Y los Domingos todos los hermanos del Temple, los capellanes y clérigos recibirán dos ágapes de carne en honor a la santa resurrección de Cristo Jesús. Y el resto de la casa, que incluye los escuderos y sargentos, deberán contentarse con una comida y estar agradecidos al Señor por ella.

Sobre las comidas entre Semana.

27. Sobre los otros días de la semana, que son Lunes, Miércoles e incluso Sábados, los hermanos tengan dos o tres comidas de vegetales u otros platos comidos con pan; y nosotros creemos que es suficiente y ordenamos que así sea. De tal manera que aquel que no coma en una comida, lo haga en la otra.

Sobre la comida del Viernes.

28. Los Viernes, que se ofrezca a toda la congregación, comida cuaresmal, surgida de la reverencia hacia la pasión de Cristo Jesús; y haréis abstinencia desde la festividad de Todos los Santos hasta la Pascua, excepto el día de Navidad, la Asunción y la festividad de los doce apóstoles. Pero los hermanos débiles o enfermos no deberán ser obligados a esto. Desde Pascua hasta la fiesta de Todos los Santos pueden comer dos veces, mientras no sea abstinencia general.

Sobre Dar las Gracias.

29. Siempre, después de cada comida o cena todos los hermanos deberán dar gracias a Dios en la iglesia y en silencio si ésta se encuentra del lugar dónde comen, y si no lo está en el mismo lugar en donde hayan comido. Con humildad deberán dar gracias a Cristo Jesús quien es el Señor que Provee. Dejad que los trozos de pan roto, sean dados a los pobres y los que estén en rodajas enteras, sean guardados. Aunque la recompensa de los pobres sea el reino de los cielos, se ofrecerá a los pobres sin dudarlo, y la fe Cristiana os reconocerá entre los suyos; por tanto concertamos, que una décima parte del pan sea entregado a vuestro Limosnero.

Sobre ea Merienda.

30. Cuando cae el sol y comienza la noche escuchad la señal de la campana o la llamada a oración, según las costumbres del país, y acudid todos a capítulo. Pero disponemos que primero merendéis; si bien dejamos la toma de este refrigerio al arbitrio y discreción del Maestre. Cuando queráis agua u ordenéis, por caridad, vino aguado, que se os dé con comedimiento. Ciertamente, no deberá ser en exceso, sino con moderación. Porque Salomón dijo: Quia vinum facit apostatare sapientes. ÃÃ ÄÄ Que quiere decir que el vino corrompe a los sabios.

Sobre mantenerse en Silencio.

31. Cuando los hermanos salgan del capítulo no deben hablar abiertamente excepto en una emergencia. Dejad que cada uno vaya a su cama tranquilo y en silencio, y si necesita hablar a su escudero, se lo deberá decir en voz baja. Pero si por casualidad, a la salida del capítulo, la caballeresca o la casa tiene un serio problema, que debe ser solventado antes de la mañana, entendemos que el Maestre o el grupo de hermanos mayores que gobiernan la Orden por el Maestre, puedan hablar apropiadamente. Y por esta razón obligamos que sea hecho de esta manera.

32. Porque está escrito: In multiloquio non effugies peccatum. Que quiere decir que el hablar en demasía no está libre de pecado. Y en algún otro lugar: Mors et vita in manibus lingue. Que significa: 'La vida y la muerte están bajo el poder de la lengua.' Y durante esa conversación nosotros conjuntamente prohibimos palabras vanas y estruendosos ataques de risa. Y si algo se dice, durante esa conversación, que no debería haberse dicho, ordenamos que al acostaros recéis un paternoster con notable humildad y sincera devoción.

Sobre los Hermanos Convalecientes.

33. Los hermanos que por el trabajo de la casa padezcan enfermedad pueden levantarse a la matinas con el consentimiento y permiso del Maestre o de aquellos que se encarguen de ese menester. Deberán decir en lugar de las matinas trece paternosters, así queda establecido, de tal forma y manera que sus palabras reflejen su corazón. Así lo dijo David: Psallite sapienter. Que significa: 'Canta con sabiduría.' E igualmente dijo David: In conspectu Angelorum psallam tibi. Que significa: 'Yo cantaré para ti ante los ángeles.' Y dejad que esto sea siempre así y a la discreción del Maestre o de aquellos encargados de tal menester.

Sobre la Vida en Comunidad.

34. Leemos en las Sagradas Escrituras: Dividebatur singulis prout cuique opus erat. Que significa que a cada uno le será dado según su necesidad. Por esta razón nosotros decimos que ninguno estará por encima de vosotros, sino que todos cuidareis de los enfermos; y aquél que esté menos enfermo dará gracias a Dios y no se preocupará; y permitiréis que aquel que esté peor se humille mediante su debilidad y no se enorgullezca por la piedad. De este modo todos los miembros vivirán en paz. Y prohibimos a todos que abracen la excesiva abstinencia; si no que firmemente mantengan la vida en comunidad.

Sobre el Maestre.

35. El Maestre puede a quien le plazca entregar el caballo y la armadura y lo que desee de otro hermano, Y el hermano cuya cosa pertenecía no se sentirá vejado ni enfadado: porque es cierto que si se enfada irá contra Dios.

Sobre dar Consejos.

36. Permitir solo a aquellos hermanos que el Maestre reconoce que darán sabios y buenos consejos sean llamados a reunión; y así lo ordenamos, y que de ninguna otra forma alguien pueda ser escogido. Porque cuando ocurra que se desee tratar de materias serias; como la entrega de tierra comunal, o hablar de los asuntos de la casa, o recibir a un hermano, entonces si el Maestre lo desea, es apropiado reunir la congregación entera para escuchar el consejo de todo el capítulo; y lo que considere el Maestre mejor y más beneficioso, dejar que así se haga.

Sobre los Hermanos enviados a Ultramar.

37. Los Hermanos que sean enviados a diversos países del mundo deberán cuidar los mandatos de la Regla según su habilidad y vivir sin desaprobación respecto a la carne y el vino, etc. para que reciban elogio de extraños y no mancillar por hecho o palabra los preceptos de la Orden, y para ser un ejemplo de buenas obras y sabiduría; por encima de todo, para que aquellos con quienes se asocien y en cuyas posadas reposen, sean recibidos con honor. Y a ser posible, la casa donde duerman y se hospeden que no quede sin luz por la noche, para que los tenebrosos enemigos no los conduzcan a la maldad, dado que Dios así lo prohibe.

Sobre Mantener la Paz.

38. Cada hermano debe asegurarse de no incitar u otro a la ira o enojo, porque la soberana piedad de Dios ve al hermano fuerte igual que al débil, en nombre de la Caridad.

Cómo deben actuar los Hermanos.

39. A efecto de llevar a cabo sus santos deberes, merecer la Gloria del Señor y escapar del temible fuego del infierno, es acorde que todos los hermanos profesos obedezcan estrictamente a su Maestre. Porque nada es más agradable a Cristo Jesús que la obediencia. Por esta razón, tan pronto algo sea ordenado por el Maestre o en quien haya delegado su autoridad, deberá ser obedecido sin dilación como si Cristo lo hubiese impuesto. Por ello Cristo Jesús por boca de David dijo y es cierto: Ob auditu auris obedivit mihi. Que quiere decir: 'Me obedeció tan pronto me escuchó".

40. Por esta razón rezamos y firmemente dictaminamos a los hermanos caballeros que han abandonado su ambición personal y a todos aquellos que sirven por un período determinado a no salir por pueblos o ciudades sin el permiso del Maestre o de quien él haya delegado; excepto por la noche al Sepulcro y otros lugares de oración dentro de los muros de la ciudad de Jerusalén.

41. Allí, irán los hermanos por parejas, de otra forma no podrán salir ni de día ni de noche; y cuando se detienen en una posada, ningún hermano, escudero o sargento puede acudir a los aposentos de otro para verlo o hablar con él sin permiso, tal y como se ha dicho. Ordenamos por unánime consentimiento que en esta Orden regida por Dios, ningún hermano deberá luchar o descansar según su voluntad, sino siguiendo las ordenes del Maestre, a quien todos deben someterse, para que sigan las indicaciones de Cristo Jesús que dijo: Non veni facere voluntatem meam, sed ejus que misit me, patris. Que significa: 'Yo no vine a hacer mi propia voluntad, sino la voluntad de mi padre quien me envió.'

Cómo deben Poseer e Intercambiar.

42. Sin el permiso del Maestre o quien en su lugar ostente el cargo, que ningún hermano intercambie cosa alguna con otro, ni así lo pida, a menos que sea de escaso o nulo valor.

Sobre Cerrojos.

43. Sin permiso del Maestre o quien le represente, ningún hermano tendrá una bolsa o monedero que se pueda cerrar; pero los directores de casas o provincias y el Maestre no se atendrán a esto. Sin el consentimiento del Maestre o su comandante, que ningún hermano tenga cartas de sus parientes u otras personas; pero si tiene permiso, y así lo quiere el Maestre o comandante, estas cartas le pueden ser leídas.

Sobre Regalos de Seglares.

44. Si algo que no se puede conservar, como la carne, es regalado en agradecimiento, a un hermano por un seglar, lo presentará al Maestre o al Comandante de Avituallamiento. Pero si ocurre que uno de sus amigos o parientes desea regalárselo solo a él, que no lo acepte sin el permiso del Maestre o su delegado. Es más, si el hermano recibe cualquier otra cosa de sus parientes, que no lo acepte sin permiso del Maestre o de quien ostente el cargo. Especificamos, que los comandantes o mayordomos, que están a cargo de estos menesteres, que no se atengan a la citada regla.

Sobre Faltas.

45. Si algún hermano, hablando o en soldadesca, o de algún otro modo, comete una pecado venial, deberá voluntariamente decírselo al Maestre, para redimirse con el corazón limpio. Si no acostumbra a redimirse de este modo, que reciba una penitencia leve, pero si la falta es muy seria que se aleje de la compañía de sus hermanos de tal forma que no coma ni beba en la mesa con ellos, si no solo; y se someterá a la piedad y juicio del Maestre y hermanos, para que sea salvado el día del Juicio Final.

Sobre faltas Graves.

46. Por encima de todo, debemos asegurarnos que ningún hermano, poderoso o no, fuerte o débil, que desee promocionarse gradualmente devenga orgulloso, defienda su crimen y permanezca sin castigo. Pero si no quiere someterse por ello que reciba un castigo mayor. Y si misericordiosas oraciones del consejo se rezan por él a Dios, y él no quiere enmendarse, si no que se enorgullece más y más de ello, que sea erradicado del rebaño piadoso; según lo que el apóstol dice: Auferte malum ex vobis. Que quiere decir: 'Aparta los malvados de entre los tuyos.' Es necesario para vosotros separar las ovejas perversas de la compañía de los piadosos hermanos.

47. Es más, el Maestre, que debe llevar en su mano el báculo - y bastón de mando que sostiene las debilidades y fortalezas de los demás; deberá ocuparse de ello. Pero también, como mi señor St Maxime dijo: 'Que la misericordia no sea mayor que la falta; ni que el excesivo castigo encamine al pecador a regresar a sus malas acciones. '

Sobre las Murmuraciones

48. Disponemos por divino consejo, el evitar las plagas: de envidia, murmuración, despecho y calumnia. Por tanto cada uno debe guardar celosamente los que el apóstol dijo: Ne sis criminator et susurro in populo. Que significa: 'No acuses o perjudiques al pueblo de Dios.' Pero cuando un hermano sepa con certeza que su compañero ha pecado, en privado y con fraternal misericordia que sea él mismo quien lo amoneste secretamente, y si no quiere escuchar, otro hermano deberá ser llamado, y si los rehusa a ambos, deberán decirlo públicamente ante el capítulo. Aquellos que deprecian a sus semejantes sufren de terrible ceguera y muchos están llenos de gran tristeza ya que no desarraigan la envidia que sienten hacia otros; y por ello serán arrojados hacia la inmemorial perversidad del demonio.

Que Nadie se Enorgullezca de sus Faltas.

49. Las palabras vanas se sabe son pecaminosas, y las dicen aquellos que se enorgullecen de su propio pecado ante el justo juez Cristo Jesús; lo que queda demostrado por las palabras de David: Obmutui et silui a bonis. Que significa que uno debería incluso refrenarse de hablar bien, y observar el silencio. Asimismo prevenid hablar mal, para evitar la desgracia del pecado. Ordenamos y firmemente prohibimos a un hermano que cuente a otro hermano o a cualquiera, las valientes acciones que llevó a cabo en su vida seglar y los placeres de la carne que mantuvo con mujeres inmorales. Deberán ser consideradas faltas cometidas durante su vida anterior y si sabe que ha sido expresado por algún otro hermano, deberá inmediatamente silenciarlo; y si no puede lograrlo, abandonará el lugar sin permitir que su corazón se mancille por estas palabras.

Que Nadie Pida.

50. A esta costumbre de entre otras, ordenamos que os adhiráis firmemente: que ningún hermano explícitamente pida el caballo o la armadura de otro. Se hará de la siguiente manera: si la enfermedad de un hermano o la fragilidad de sus animales o armadura es conocida y por lo tanto no puede hacer el trabajo de la casa sin peligro, que acuda al Maestre, y exponga la situación en solícita fe y verdadera fraternidad, y se atenga a la disposición del Maestre o de quien ostente su cargo.

Sobre animales y escuderos.

51. Cada hermano caballero puede tener tres caballos y ninguno más sin el permiso del Maestre, debido a la gran pobreza que existe en la actualidad en la casa de Dios y en el Templo de Salomón. A cada hermano le permitimos tres caballos y un escudero; y si éste último sirve voluntariamente por caridad; el hermano no debería pegarle por los pecados que cometa.

Que ningún Hermano pueda tener una brida ornamentada.

52. Nosotros prohibimos seriamente a cualquier hermano que luzca oro o plata en sus bridas, estribos, ni espuelas. Esto se aplica si las compra; pero si le son regalados en caridad, los arneses la plata y el oro que sean tan viejos que no reluzcan, que su belleza no pueda ser vista por otros ni ser signo de orgullo: entonces podrá quedárselos. Pero si le son regalados equipos nuevos que sea el Maestre quien disponga de ellos como crea oportuno.

Sobre fundas de Lanza.

53. Que ningún hermano tenga una funda ni para su lanza ni para su escudo, pues no es ninguna ventaja, al contrario podría ser muy perjudicial.

Sobre las bolsas de comida.

54. Este mandato que establecemos es conveniente para todos y por esta razón exigimos sea mantenido de ahora en adelante, y que ningún hermano pueda hacerse una bolsa para comida de lino o lana, o de cualquier otro material que no sea profinel.

Sobre la Caza.

55. Prohibimos colectivamente que ningún hermano cace un ave con otra. No es adecuado para un religioso sucumbir a los placeres, sino escuchar voluntariamente los mandamientos de Dios, estar frecuentemente orando y confesar diariamente implorando a Dios en sus oraciones el perdón de los pecados que haya cometido. Ningún hermano puede presumir de la compañía de un hombre que caza a un ave con otra. Al contrario es apropiado para un religioso actuar simple y humildemente sin reír ni hablar en demasía, con razonamiento y sin levantar la voz. Y por esta razón, disponemos especialmente a todos los hermanos que no se adentren en el bosque con lanzas ni arcos para cazar animales, ni que lo hagan en compañía de cazadores, excepto promovidos por el amor a salvaguardarlos de los paganos infieles. Ni deberéis ir con perros, ni gritar ni conversar, ni espolear vuestro caballo solo por el deseo de capturar una bestia salvaje.

Sobre el León.

56. Es verdad que os habéis responsabilizado a entregar vuestras almas por vuestros hermanos, tal y como lo hizo Cristo Jesús, y defender la tierra de los incrédulos paganos, enemigos del hijo de la Virgen María. Esta mentada prohibición de caza no incluye en forma alguna al león, dado que viene sigiloso y envolvente a capturar su presa, con sus zarpas contra el hombre e id con vuestras manos contra él.

Cómo pueden tener propiedades y hombres.

57. Esta bondadosa nueva orden la creemos emana de las Sagradas Escrituras y de la divina providencia en la Sagrada Tierra del Este. Lo que significa que esta compañía armada de caballeros puede matar a los enemigos de la cruz sin pecar. Por esta razón juzgamos que debéis ser llamados Caballeros del Temple, con el doble mérito y la gallardía de la honestidad; que podáis poseer tierras y mantenerlas, villanos y campos y los gobernéis con justicia, e impongáis vuestro derecho tal y como está específicamente establecido.

Sobre los Diezmos.

58. Vosotros habéis abandonado las seductoras riquezas de este mundo y os habéis sometido voluntariamente a la pobreza; y por ello hemos resuelto que los que viváis en comunidad podáis recibir diezmos. Si el obispo de la localidad, a quien el diezmo se debería entregar por derecho, desea darlo en caridad; con el consentimiento del capítulo, puede donar esos diezmos que posee su Iglesia. Es más, si un plebeyo guarda los diezmos de su patrimonio para sí, y en contra de la Iglesia, y desea cederlos a vosotros lo puede hacer con el permiso del prelado y su capítulo.

Sobre hacer Juicios.

59. Sabemos, ya que lo hemos visto, que los perseguidores y amantes de peleas y dedicados cruelmente a atormentar a los fieles de la Sagrada Iglesia y a sus amigos, son incontables. Por el claro juicio del consejo, ordenamos que si alguien en los lugares del Este o en cualquier otro sitio os solicita parecer, por creyentes y amantes de la verdad debéis juzgar el hecho, si la otra parte accede. Este mismo mandato se aplicará siempre que algo os sea robado.

Sobre los Hermanos Ancianos.

60. Disponemos por consejo compasivo que los hermanos ancianos y débiles sean honrados con diligencia y reciban la atención de acuerdo con su fragilidad; y cuidados por la autoridad de la Regla en aquellos menesteres necesarios para su bienestar físico, y que en forma alguna se sientan afligidos.

Sobre los Hermanos Enfermos.

61. Que los hermanos enfermos reciban la consideración y los cuidados y sean servidos según las enseñanzas del evangelista y de Cristo Jesús: Infirmus fui et visitastis me. Que significa: ' Estuve enfermo y me visitaste'; y que esto no sea olvidado. Porque aquellos hermanos que están dolientes deberán ser tratados con dulzura y cuidado, porque por tal servicio, llevado a cabo sin titubear, ganareis el reino de los cielos.

Por lo tanto pedimos al Enfermero que sabia y fervientemente provea lo necesario a los diversos hermanos enfermos, como carne, viandas, aves y otros manjares que los retornen a la salud, según los medios y posibilidades de la casa.

Sobre los Hermanos Fallecidos.

62. Cuando un hermano pase de la vida a la muerte, algo de lo que nadie está excluido, digáis misa por su alma con misericordioso corazón, y que el divino oficio sea ejecutado por los curas que sirven al rey. Vosotros que servís a la caridad por un tiempo determinado y todos los hermanos que estén presentes frente al cadáver rezareis cien paternosters durante los siete siguientes días. Y todos los hermanos que están bajo la orden de la casa del hermano fallecido rezaran los cien paternosters, como se ha dicho anteriormente; después de conocerse la muerte y por la misericordia de Dios. También rogamos y ordenamos por autoridad pastoral que un mendigo sea alimentado con carne y vino durante cuarenta días en memoria del hermano finado, tal y como lo hiciera si estuviera vivo. Nosotros explícitamente prohibimos todos los anteriores ofrecimientos que solían hacer por voluntad y sin discreción los Pobres Caballeros del Templo ante la muerte de hermanos, en la celebración de Pascua u otras fiestas.

63. Es más, debéis profesar vuestra fe con pureza de corazón de día y de noche para que puedan compararos, en este aspecto, con el más sabio de los profetas, que dijo: Calicem salutaris accipiam. Que quiere decir: 'Yo beberé de la copa de salvación.' Lo cual significa: 'Vengaré la muerte de Cristo con mi muerte. Porque de la misma manera en que Cristo Jesús dio su cuerpo por mí, de la misma forma estoy preparado para dar mi alma por mis hermanos.' Esta es una ofrenda apropiada; un sacrificio viviente y del agrado de Dios.

Sobre los Sacerdotes y clérigos que sirven a la Caridad.

64. La totalidad del concilio en consejo os ordena rendir ofrendas y toda clase de limosnas sin importar el modo en que puedan ser dadas, a los capellanes y clérigos y a los que restan en la caridad por un tiempo determinado. Siguiendo los mandatos de Dios nuestro Señor, los sirvientes de la iglesia pueden solo recibir ropa y comida, y no pueden presumir de poseer nada a menos que el Maestre desee dárselo por caridad.

Sobre los Caballeros seglares.

65. Aquellos que por piedad sirven y permanecen con vosotros por un tiempo determinado son caballeros de la casa de Dios y del Templo de Salmón. Por lo tanto con piedad rezamos y así disponemos finalmente que si durante su estancia, el poder de Dios se lleva a alguno de ellos, por amor a Dios y propio de la fraternal misericordia, un mendigo sea alimentado durante siete días para la salvación de su alma, y cada hermano en esa casa deberá rezar treinta paternosters.

Sobre los Caballeros Seglares que Sirven por tiempo determinado.

66. Ordenamos que todos los caballeros seglares que deseen con pureza de corazón servir a Cristo Jesús y la casa del Templo de Salomón por un periodo determinado que adquieran, cumpliendo con la norma, un caballo y armas adecuados y todo lo necesario para la tarea. Es más, que ambas partes den un precio al caballo y que este precio quede por escrito para no ser olvidado; y dejad que todo lo que el caballero, su escudero y su caballo necesiten, provenga de la caridad fraternal según los medios de la casa. Si durante ese tiempo determinado, ocurre que el caballo muere en el servicio de la casa, si la casa lo puede costear, el Maestre lo repondrá. Si al final de su estadía, el caballero desea regresar a su país, deberá dejar en la casa por caridad, la mitad del precio del caballo, y la otra mitad puede, si lo desea, recibirla de las limosnas de la casa.

Sobre la Promesa de los Sargentos

67. Dado que los escuderos y sargentos que deseen caritativamente servir en la casa del Temple, por la salvación de su alma y por un periodo determinado, vienen de regiones muy diversas, es prudente que sus promesas sean recibidas, para que el enemigo envidioso no los haga arrepentirse y renunciar a sus buenas intenciones.

Sobre las Capas Blancas.

68. Por unánime consenso de la totalidad del capítulo, prohibimos y ordenamos la expulsión, por vicioso, a cualquiera que sin discreción haya estado en la casa de Dios y de los Caballeros del Temple. También, que los sargentos y escuderos no tengan hábitos blancos, dado que esta costumbre ha traído gran deshonra a la casa; pues en las regiones más allá de las montañas falsos hermanos, hombres casados y otros que fingían ser hermanos del Temple las usaron para jurar sobre ellas; sobre asuntos mundanos. Trajeron tanta vergüenza y perjuicio a la Orden de Caballería que hasta sus escuderos se rieron; y por esta razón surgieron muchos escándalos. Por tanto, que se les entreguen hábitos negros; pero si éstos no se pueden encontrar, se les deberá dar lo que se encuentre en esa provincia; o lo que sea más económico, que es burell.

Sobre hermanos Casados.

69. Si hombres casados piden ser admitidos en la fraternidad, favorecerse y ser devotos de la casa, permitimos que los recibáis bajo las siguientes condiciones: al morir deberán dejar una parte de sus propiedades y todo lo que hayan obtenido desde el día de su ingreso. Durante su estancia, deberán llevar una vida honesta y comprometerse a actuar en favor de sus hermanos, pero no deberán llevar hábitos blancos ni mandiles. Es más, si el señor fallece antes que su esposa, los hermanos se quedarán solo con una parte de su hacienda, dejando para la dama el resto, a efecto de que pueda vivir sola de ella durante el resto de su existencia; puesto que no es correcto ante nosotros, que ella viva como cofrade en una casa junto a hermanos que han prometido castidad a Dios.

Sobre Hermanas.

70. La compañía de las mujeres es asunto peligroso, porque por su culpa el provecto diablo ha desencaminado a muchos del recto camino hacia el Paraíso. Por tanto, que las mujeres no sean admitidas como hermanas en la casa del Temple. Es por eso, queridos hermanos, que no consideramos apropiado seguir esta costumbre, para que la flor de la castidad permanezca siempre impoluta entre vosotros.

Que no tengan intimidad con mujeres.

71. Creemos imprudente para un religioso mirar mucho la cara de una mujer. Por esta razón ninguno debe atreverse a besar a una mujer, sea viuda, niña, madre, hermana, tía u otro parentesco; y recomendamos que la caballería de Cristo Jesús evite a toda costa los abrazos de mujeres, por los cuales muchos hombres han perecido, para que se mantengan eternamente ante Dios con la conciencia pura y la vida inviolable.

No ser Padrinos.

72. Prohibimos que los hermanos, de ahora en adelante, lleven niños a la pila bautismal. Ninguno deberá avergonzarse de rehusar ser padrino o madrina; ya que esta vergüenza trae consigo más gloria que pecado.

Sobre los Mandatos.

73. Todos los mandatos que se han mencionado y escrito aquí, en esta Regla actual están sujetos a la discreción y juicio del Maestre.

Estos son los Días Festivos y de Ayuno que todos los Hermanos deben Celebrar y Observar.

74. Que sepan todos los presentes y futuros hermanos del temple que deben ayunar en las vigilias de los doce apóstoles. Que son: San Pedro, San Pablo, San Andrés, San Jaime, y San Felipe; Santo Tomás, San Bartolomé, San Simón y San Judas Tadeo, San Mateo. La vigilia de San Juan Bautista; la vigilia de la Ascensión y los dos días anteriores; los días de rogativas; la vigilia de Pentecostés; las cuatro Témporas; la vigilia de San Lorenzo, la vigilia de Nuestra Señora de la Ascensión; la vigilia de Todos los Santos; la vigilia de la Epifanía. Y deberán ayunar en todos los días citados según la disposición del Papa Inocencio en el Concilio de la ciudad de Pisa. Y si alguno de los días de ayuno cae en Lunes, deberán ayunar el Sábado anterior. Si la Natividad de Nuestro Señor cae en Viernes, los hermanos comerán carne en honor de la fiesta. Pero deberán ayunar en el día de San Marcos debido a las Letanías: porque así ha sido establecido por Roma para los hombres mortales. Sin embargo, si cae durante la octava de Pascua, no deberán ayunar.
Estos son los Días de Ayuno que deberán ser observados en la Casa del Temple.
75. La natividad de Nuestro Señor; la fiesta de San Esteban; San Juan Evangelista; los Santos Inocentes; el octavo día después de Navidad que es el día de Año Nuevo; la Epifanía; Santa María Candelaria; San Matías Apóstol; la Anunciación de Nuestra Señora en Marzo; Pascua y los tres días siguientes al día de San Jorge; los Santos Felipe y Jaime, dos apóstoles; el encuentro de la Vera Cruz; la Ascensión del Señor; Pentecostés y los dos días siguientes; San Juan Bautista; San Pedro y San Pablo, dos apóstoles; Santa María Magdalena; San Jaime Apóstol; San Lorenzo; la Ascensión de Nuestra Señora; la natividad de Nuestra Señora; la Exaltación de la Cruz; San Mateo Apóstol, San Miguel; Los Santos Simón y Judas; la fiesta de Todos los Santos; San Martín en invierno; Santa Caterina en invierno; San Andrés, San Nicolás en invierno; Santo Tomás Apóstol.

76. Ninguna de las fiestas menores se debe observar en la casa del Temple. Y deseamos y aconsejamos que se cumpla estrictamente: todos los hermanos del Temple deberán ayunar desde el Domingo anterior a San Martín hasta la Natividad de Nuestro Señor, a menos que la enfermedad lo impida. Si ocurre que la fiesta de San Martín cae en Domingo, los hermanos no tomarán carne el Domingo anterior.
 
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nubarus
view post Posted on 3/1/2009, 21:04




LA ORDEN DE LOS CABALLEROS TEMPLARIOS
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Los inicios de la orden


Si ha habido alguna vez un misterio histórico apasionadamente perseguido y no comprendido con claridad ese es el de la orden del temple.

A mediados del siglo XII en Jerusalén, en el año 1118 bajo el reinado de Balduino I, llegaron 9 hombres entre quienes se encontraba Godofredo de Saint-Audemar, a quien podríamos decir que era segundo al mando ya que se encontraban lidereados por el francés Hugo de Payns, quien había crecido bajo una sólida educación cristiana y un hábil manejo de las armas. Llegaron a Jerusalén para proteger a los peregrinos que llegaban desde Europa a tierra santa, sin embargo, de esa misión nació la orden que sería una poderosa fuerza militar y económica no solo de los cruzados sino de toda Europa, y que habría de despertar tantos pensamientos acerca de los misterios que encierra su historia.

Tales misterios como la adoración a una "Figura bafomética" (de aspecto horrible, barbuda y con cuernos) la cuál algunos dicen que era la cabeza de Juan Bautista, mientras que otros dicen que era una especie de símbolo mágico que podría compararse con un dios, más adelante será explicado con más detalle este tema, sin embargo cabe resaltar que en los cargos contra ellos el que tenía mayor peso era el de la adoración a la temible figura, que era interpretada erróneamente por los inquisidores como la figura del diablo.

Cuando el rey Balduino I los recibió en Jerusalén, les dijo que podían acomodarse y vivir en una parte de su palacio sobre las caballerizas del templo de salomón. Y de ahí el nombre de caballeros templarios. Algunos especulan que fue precisamente en esa localización donde encontraron el santo grial, que dicho sea de paso, nadie sabe qué es exactamente. Aunque se cree que es un caliz dorado.

En un principio los 9 hombres se hicieron llamar "los pobres soldados de cristo" y luego fue fundada la orden de los caballeros templarios, debido talvez más a que la gente en Jerusalén los asociaba más con el templo del rey salomón que con el nombre con el que fue fundada la orden en un principio, aunque no hay que olvidar que no era oficialmente aceptada por el vaticano, esto fue aceptado hasta el concilio de troyes, como se explica más adelante. La tarea más importante de esta orden en sus inicios era proteger a los cristianos que viajaban principalmente en el peligroso camino que conecta al puerto de Jaffa con Jerusalén. Cabe recalcar que durante los primeros 9 años de la orden no admitieron ningún otro adepto, se presume, a causa de que se encontraban realizando excavaciones secretas en busca del arca de la alianza o del santo grial, no hay un consenso acerca de qué era lo que tenían en su poder.

El historiador Jacques de Vitry, describe con esta cita lo que fue el origen del temple:

"Ciertos caballeros, amados por Dios y consagrados a su servicio, renunciaron al mundo y se consagraron a Cristo. Mediante votos solemnes pronunciados ante el Patriarca de Jerusalén, se comprometieron a defender a los peregrinos contra los grupos de bandoleros, a proteger los caminos y servir como caballería al soberano rey. Observaron la pobreza, la castidad y la obediencia según la regla de los canónigos regulares. Sus jefes eran dos hombres venerables, Hugo de Payns y Godofredo de Saint-Omer. Al principio no había más que nueve que tomasen tan santa decisión, y durante nueve años sirvieron en hábitos seculares y se vistieron con las limosnas que les daban los fieles."

La Oficialización ante la Santa Iglesia


Transcurrido cierto tiempo, en 1127, el primer maestre de la orden Hugo de Payns, obtuvo el permiso del rey de Jerusalén para intentar "oficializar" la orden y emprendió un viaje a Roma con el fin de obtener una legítima aprobación del papa. En ese entonces Balduino I había muerto y en su lugar se encontraba Balduino II, primo del fallecido, fue él quien escribió la carta al Abad (título que ostentan los superiores de los monasterios) Bernardo de Clairvaux ( personaje de la divina comedia, a quien Dante situa como el único con acceso al cielo más elevado, activísimo religioso que escribía cartas a a reyes, papas, obispos y monjes) quien los recibió calurosamente y con todos los honores. Sorpresivamente Bernardo de Clairvaux (San Bernardo de Claraval) era pariente de dos de los nueve miembros de la orden del temple: Hugo de Payns y Andrés de Montbard. Dentro de sus pensamientos estaba precisamente el de sacralización de la milicia, por lo que fue recibida con entusiasmo la carta de Balduino II, y con ello el apoyo de tan importante figura estuvo garantizado. Bernardo de Clairvaux fue canonizado el 18 de Enero de 1174 incluido en el calendario de los santos por el Papa Alejandro III.

Después del caluroso recibimiento de Bernardo de Clairvaux, Hugo de payns y los cuatro acompañantes que había llevado consigo a Europa fueron recibidos en calidad de recomendados por Bernardo de Clairvaux, por el papa Honorio II, en Roma. Los entonces miembros de la aspirante a orden, habían recibido de los canónigos del Santo Sepulcro la regla de San Agustín, misma que ellos profesaban que era una normativa que describía una serie de deberes religiosos que ellos debían llevar a cabo, sin embargo Bernardo de Claurvaux quería algo más de la nueva orden y en la primavera de 1128, se celebró un concilio extraordinario en Troyes, a la cuál asistió una serie de personalidades importantes dentro del ámbito religioso astutamente reunidos por el Avad Bernardo de Clairvaux, ya que todos estaban vinculados a el de cierta manera, ahí fue donde él mismo, expuso los principios y primeros servicios de la Orden. Fue así como la Orden del Temple fue reconocida "oficialmente" como una militarización oficial de las cruzadas y luego de esto, el apoyo de nobles y príncipes fue requerido por el concilio para que ayudaran a la recién reconocida orden además de que se le pidió a Bernardo de Clairvaux que redactara una regla única original para los Templarios. Dichas leyes eran una mezcla de normas militares y normas religiosas, hacían votos de obediencia, castidad y pobreza. También se les impuso un manto blanco como prenda oficial y más tarde el papa Eugenio III le agregó una cruz de malta.

Su entrenamiento era tanto físico como espiritual, ya que se les instruía tanto de religión como del manejo de las armas. Cuando alguien se iniciaba en la orden de los templarios todos sus bienes (propiedades y grandes fortunas, cuando se trataba de nobles) pasaban a manos de la orden, así que no es raro que el poderío económico de los templarios creciera rápidamente.


A todas estas curiosas características de la orden, se le añade que únicamente respondían al papa y a la iglesia, de este modo, la defensa de Jerusalén y por qué no decirlo, futuras conquistas, estaban aseguradas. En su sentido de monjes, los templarios debían de pronunciar los votos de pobreza, castidad y obediencia, más un cuarto voto de conquista y conservación de tierra santa, aunque cumplir este voto significara sacrificar su vida. Se distinguían de otras órdenes como la orden de los caballeros teutónicos o los caballeros de San Juan de Jerusalén, las cuáles eran más bien fundadas como instituciones de beneficiencia o caridad.

Características de la orden

Los rangos en la orden estaban organizados de la siguiente manera:

Sirvientes (aspirantes)
Escuderos
Caballeros
Priores comendadores
Maestres ( De los cuáles el primero fue Hugo de Payns)
Gran Maestre (Equivalente a príncipe)

Viendo esta clasificación cabe mencionar que solo los caballeros eran los que llevaban la indumentaria con que comúnmente son identificados (manto blanco y cruz de malta). Eran feroces combatientes y su servicio para Jerusalén era distinguido, aunque sostenían malas relaciones con la orden de los hospitalarios, a tal grado que para el año 1240 se habían deteriorado a tal magnitud, que caballeros de ambos bandos luchaban entre sí en plena calle en Acre.

Su desmesurado crecimiento material se debía a varias razones. En 1.139 consiguieron una bula papal que les excluía de la jurisprudencia, tanto civil como eclesiástica, con lo que no volvieron a rendir cuentas ni a reyes ni a obispos, únicamente al Papa. Además de los testamentos y donativos que recibían, también estaban las grandes fortunas de los nobles que entraban a formar parte de la orden. También podían recolectar dinero en todas las iglesias de occidente, una vez al año. Obtenían grandes beneficios comerciales con todo el excedente que obtenían de sus granjas y encomiendas.


Para 1170, la orden de los templarios se encontraba en Francia, Alemania, España y Portugal, y 50 años más tarde era la fuerza económica, militar, política y religiosa más importante de Europa. Dentro de sus posesiones se presume que estaban:

9.000 encomiendas, que eran granjas y casas rurales
Un ejército de 30.000 caballeros (sin contar escuderos y sirvientes, artesanos y albañiles)
Más de medio centenar de castillos
Una flota propia de barcos (con puertos privados)
La primera banca internacional

Tales castillos construidos por los templarios eran potentes formas de control sobre el territorio conquistado o amenazas para los territorios por conquistar, algunos de los castillos construidos por los templarios nunca fueron tomados, aunque sí abandonados cuando se retiraron a Palestina en 1221. El poder y prestigio de los templarios era tal, que cuando el rey de Aragón Alfonso I "El Batallador" murió, nombró como herederos del reino a los Templarios, aunque claro la nobleza Aragonesa no permitió que esto ocurriera y terminaron nombrando al Monje Ramiro II como rey de Aragón y a García Ramírez como rey de Navarra, no obstante tuvieron que ceder algunas propiedades y privilegios como compensación.


Los templarios resultaron una importante fuerza a tomar en cuenta en las campañas cruzadas en contra de los sarracenos, aunque no lograron tomar nuevamente jerusalén ya que Saladín había unificado a los árabes y ejercía un liderazgo ejemplar. Cuando Jerusalén fue conquistada nuevamente por los árabes, los caballeros templarios se instalaron en Chipre, y a partir del siglo XII se establecieron en las zonas fronterizas de Cataluña, Aragón, Navarra y Castilla, desde donde pudieron participar en las conquistas cruzadas.

A través del tiempo los cruzados desarrollaron un excelente sistema bancario, fueron el primer banco de transacciones del mundo. Debido a que no pagaban impuestos ni diezmos puesto que solo respondían ante el papa, la fortuna de los templarios creció rápidamente, eran depositarios de los tesoros de algunos reyes.

La caída del temple


Uno de los reyes que depositó su tesoro en manos de los templarios era el rey Felipe IV "El Hermoso" de Francia. Con el tiempo acabó debiéndole a la orden y queriendo recuperar su fortuna y ambicionando también la demás riqueza de los templarios organizó un proceso inquisitorio en su contra apoyado por su maquiavélico canciller Guillermo de Nogaret; juntos planearon la caida del temple en 1309 talvez también sintiéndose amenazados por el poder militar de la orden. Fue el papa Clemente V el que consintió que los templarios fueran acusados de Herejes y encerrarlos para posteriores torturas que confirmaran las acusaciones. Como es bien sabido, en muchos procesos inquisitorios o en la mayoría se acostumbraba torturar a los acusados hasta que dijeran la verdad, y después de esto se les torturaba más para purificar con dolor su alma. Las acusaciones principales eran la adoración de ídolos (Baphomet o Bafumet), sodomía (se decía que durante algunos ritos de iniciación en rituales secretos de algún tipo de gnosis o magia, se daba el beso negro, beso en el ano) y escupir u orinar en la cruz. Las demás acusaciones eran menores. Bajo el poder de poderosas torturas los inquisidores obtuvieron las respuestas que querían, es decir que los templarios confesaban que las acusaciones eran ciertas.

El papa Clemente V suprimió la orden en 1312, después del dictamen del cincilio de Vienne en 1311.

Fue así como en 1307 los templarios franceses fueron arrestados, incluido el gran maestre francés Jaques de Moley ( Jacobo de Molay ), quien 8 años después, en la hoguera, frente a la catedral de Nôtre-Dame, se arrepintió de todas las acusaciones que se había visto obligado a admitir por fuerza de las duras torturas a las que fue sometido e invitó a sus acusadores y enemigos al "juicio del cielo" en el plazo de un año, e increíblemente Felipe IV, Guillermo de Nogaret y el papa Clemente V murieron en dicho plazo de causas naturales. Así como Jaques de Moley, muchos otros caballeros se arrepintieron y negaron las confesiones que se habían visto obligados a proferir, sin embargo de nada serviría para salvar a la orden, el daño estaba hecho y fueron quemados en la hoguera, se dice que solo 13 pudieron escapar.


En España y Portugal la Orden fue refundada bajo nuevos nombres. En Aragón, la cuenta estuvo saldada con la disolución de la orden al declarlos inocentes en un concilio llevado a cabo en 1312 en Tarragona y sus bienes fueron a parar a los hospitalarios al igual que en Cataluña. En Valencia, los bienes de la orden fueron utilizados para la fundación de la Orden Montesa en 1317. En Castillas los bienes se los agenció la corona.

Seguidamente a la caída de los templarios, Europa se sumió en la guerra de los 100 años, una época de horribles y cruentas guerras, principalmente entre Inglaterra y Francia. Los caballeros que lograron huir del proceso inquisitorial fundaron nuevas órdenes, como las siguientes:

En Portugal la de Cristo
En Finlandia la de San Andrés
En España la Montesa
Hay escritos que señalan que un tal Marc Larmenius, sucedió a Molay en la jefatura de la Orden en Francia.

Así fue como acabó una orden de valerosos caballeros que inspiraron buena parte de los relatos románticos de caballería y nobleza clásicos de la edad media, sumidos en el misterio y exterminados por la avaricia y el temor
 
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samael69
view post Posted on 15/2/2009, 19:15




TEMPLARIOS, CÁTAROS Y GRIAL


La Orden del Temple es, en su origen, genuinamente francesa. Fue una orden de monjes guerreros con un componente iniciático en su círculo más hermético, nacido del sincretismo del sufismo, religión esenia, gnosticismo, alquimia, kábala judía y runología nórdica. A medida que fueron adentrándose en este esoterismo, su jerarquía iniciática se fue alejando de la ortodoxia católica, pero dudo mucho de la verdad que puedan tener las acusaciones de magia negra sacadas mediante la tortura por los inquisidores dominicos. El suplicio fue autorizado por Felipe IV "el Hermoso", en connivencia con el simoníaco papa Clemente V, que demostró ser su lacayo en el proceso abierto contra la Orden
del Temple. La detención de los templarios ordenada el 13 de octubre de 1307
para toda Francia salió de un convento dominico de Poitiers en el que se hospedaba entonces Felipe "el Hermoso". Cuando el papa Clemente V, a propuesta de Felipe "el Hermoso", propuso en el Concilio de Vienne-en-Dauphiné la abolición del Temple muchos obispos protestaron. El papa no les hizo caso, informa L.P. Anquetil:
"Respondió con desabrimiento, que si por la falta de formalidades no podía fallar jurídicamente contra los templarios `la plenitud del poder pontifical supliría a todo, que los condenaría gubernativamente antes que descontentar a su querido hijo el rey de Francia´. En efecto, pronunció en un consistorio secreto la sentencia que abolía, suprimía y anulaba la Orden Militar del Temple, y la repitió en sesión pública en presencia del rey y de toda su corte, en estos términos: `Aunque no hemos dictado la sentencia con arreglo a las formas de derecho, suprimimos la Orden por provisión y por la autoridad apostólica, reservando a Nos y a la Santa Iglesia Romana, la disposición de
las personas y bienes de los templarios".
Por tanto no fue el Concilio quien abolió la Orden, como se sigue diciendo
reiteradamente, sino Clemente V, papa simoníaco nombrado gracias a Felipe IV
"el Hermoso". En efecto, una vez que éste mandó asesinar al papa Bonifacio VIII, que le había excomulgado, entabló conversaciones con el futuro papa, Bertran de Got,
arzobispo de Bordeaux. Felipe IV le apoyó para su nombramiento papal a cambio de un pacto por el que Bertran de Got se comprometía a cumplir seis peticiones que le formulara en el futuro el rey de Francia. Un círculo o varios dentro del Temple era esotérico, como ya he señalado. De eso no hay duda alguna. La mayoría, posiblemente, eran católicos. La doctrina iniciática del templario Roncelin du Fos, hallada en el Vaticano en 1780 por Fréderic Munter, obispo de Copenhague, y conocidos como "El libro del Bautismo de Fuego" o "Estatutos secretos dictados para los hermanos por Roncelinus", en opinión del Patrick E. Braccó, "están teñidos de catarismo y de paganismo, y en ellos vuelven a encontrarse indicaciones que demostrarían que los
templarios habrían tenido una gnosis secreta". Allí se habla de la alquimia y de Abraxas, un eón gnóstico que reaparece en nuestro siglo en la novela "Demian" de Hermann Hesse y, poco antes, en los "Siete Sermones a los Muertos" escrito por Carl Gustav Jung, el último de los grandes gnósticos. En los Archivos Nacionales franceses se encuentra guardado un sello del Temple requisado al ser abolida la Orden. Se halla colocado en una carta escrita por Andrés de Coulours, preceptor del Temple y residente en la encomienda de Coulours, en el bosque de Othe. El sello tiene unas palabras: "Secretum
Templi". En el centro hay un extraño personaje con pies que parecen cabezas de serpiente, siendo la suya similar a la de un gallo visto de perfil. Esta figura era muy usual, a principios de la era cristiana, entre los gnósticos en unos talismanes llamados "abraxas". También se perciben en este sello diversas runas. Asimismo, existen otros documentos templarios reservados para una jerarquía iniciática que avalan dicho esoterismo, como los estudiados por Gérard Sebanesco, según Serge Hutin: "On devait découvrir au XVII siècle en Allemagne deux documents remontant au Moyen Age, qui se révélèrent être bel et bien deux règles secrètes complétant, pour les seuls Chevaliers qui atteignaient le vrai Cercle Intérieur de l´Ordre, la Règle ecclésiastique courante: ces documents trouvés à Hambourg sont la `Regle des Frères Elus´ et la `Règle des Frères Consolés´". En la provincia de Soria tuvieron granjas, encomiendas y monasterios. El más importante fue el de San Juan de Otero ("Altar de San Juan", según el cabalista Gaston Clerc), hoy ermita de San Bartolomé, el apostol evangelizador de la India que fue desollado vivo como le sucedería a Manes, el creador del maniqueísmo. La ermita de San Bartolomé se encuentra en un punto equidistante entre los dos puntos geográficos más extremos del norte español, Creus y Finisterre. Sus canecillos, óculos pentaculares invertidos Del libro "El Cañón del Río Lobos" (Artez Impresiones) y capiteles acogen un simbolismo iniciático muy importante. En su interior he hallado un grabado similar a uno de los "graffitis" realizados por los altos cargos templarios que, apresados, estuvieron encarcelados en la torre del homenaje del castillo francés de Chinon e interrogados en agosto de 1308 por tres cardenales, delegados del Papa. Un año después les condenaría un parlamento reunido en Tours. Los "grafittis" han sido objeto de numerosas interpretaciones e incluso el alquimista Eugène Canseliet, discípulo del
misterioso Fulcanelli, ha tratado de descubrir su enigma. Hay un corazón radiante en una de las piedras y en San Bartolo los pentaculos invertidos de los dos óculos esconden diez corazones cada uno en su trazado. "Al lado del corazón radiante, una especie de de escudo-bandera acuartelado, lleva, en sus cuatro cuarteles, la misma figura heráldica que se ve en el escudo del personaje arrodillado más arriba. Sorprendentemente este mismo motivo se encuentra también en el escudo esculpido en la cabecera de la estatura funeraria de un templario de la encomienda de Roche-en-Cloué, cerca de Poitiers, y nosotros mismos lo hemos advertido en una piedra esculpida de la encomienda del Temple de Mauléon, cerca de Chàtillon-sur-Sèvre (Deux-Sèvre)", indica L. harbonneau-Lassay. Grabados de Chinón Mi hallazgo del mismo símbolo en San Bartolo es una prueba más de su especial importancia. Mas no es un exclusivamente un símbolo templario ya que se le encuentra en la época celta, por ejemplo en el betilo de Kermaria, cerca de Point-l´Abbé (Finisterre), en una de cuyas caras aparece una swástica y en la
otra este símbolo acuartelado con estrellas de ocho puntas (el ocho fue importante en la arquitectura templaria y en forma estrellada es la runa Hagal y simboliza a la "Estrella de la Mañana"). La masonería también ha conservado esta figura de ocho rayos circunscrita en un cuadrado. Tres grabados reticulares similares se encuentras en los abrigos de la "Cañada del Monte" en Retortillo que acoge al conjunto de grabados esquemáticos prehistóricos más abundante y conocido de la altimeseta soriana. Igualmente existe otro grabado rupestre postpaleolítico parecido en otro abrigo del "Barranco de la Mata", en Sotillos de Caracena, a unos dieciseis kilómetros en línea recta, en el suroeste de la provincia, cerca de Tiermes, cuya ermita tiene una leyenda
templaria. Además, en la cercana Caracena hay un posible bafomet templario de tres rostros en la Iglesia de San Pedro, en cuyo interior existe una losa medieval en la que se informa que bajo ella fue enterrado el "caballero de la secta mala".
"Juro ante la faz del cielo y de la tierra que todo lo que acaba de leerse relativo a los crímenes y a la impiedad de los templarios es una horrible calumnia. Esta Orden es santa, justa y ortodoxa", aseguró el último gran maestre, Jacques de Molay, antes de ser quemado en París el 18 de marzo de 1314, según el historiador francés L.P. Anquetil. Noventa años atrás, en un 16 de marzo, los anteriores guardianes del Grial, los cátaros de Montségur, habían sido perecido en la hoguera, al pie del "pog", en el "Camp dels Cremats".
Grial
¿Cuántos occitanos murieron en las cruzadas anticátaras? ¿Medio millón, como
calcula Otto Rhan? ¿Un millón, como dice Fernando Sánchez Dragó al escribir
que "los hombres van a la guerra (mal que les pese) sólo para vindicar o
rescatar determinados símbolos del subconsciente" y que "entre 1208 y 1244, un
millón de personas murieron en tierras de Aquitania, alentadas a tan
definitivo gesto por el carisma -amor y odio- del Grial" ?
¿Y qué es el Grial? ¿Hay uno sólo o hay varios? ¿Es uno el auténtico y los
demás copias o parte del original? ¿Tuvieron un Grial los cátaros en Montségur
como asevera Otto Rhan? ¿Y qué pinta Lucifer ("Portador de la Luz") y su
esmeralda caída de la frente en todo esto? ¿Era el Grial un libro con
conocimientos propios de los ángeles y de los dioses? ¿Era algo humano o
extrahumano? ¿Era de este planeta o cayó del cielo junto con Lucifer...? ¡A
saber qué es el Grial-Gral-Graal! Yo no lo sé, pero
estoy convencido de que ningún Indiana Jones lo va a encontrar por mucho que
se empeñe en ello Steven Spielberg.
En todas las grandes tradiciones religiosas existe "algo" que podemos llamar
griálico. Da la salud al alma, al cuerpo y al espíritu. Sana todo lo que se
pueda sanar. Aporta la Gnosis total. Todo ésto y mucho más se ha escrito sobre
el Grial.
"El Grial es, sin lugar a dudas, el símbolo más rico, polémico y controvertido
de la tradición ancestral universal. Todo en él resulta nebuloso, desde su
origen hasta su significado; desde su existencia como símbolo puramente
abstracto, hasta su concreción material en un determinado objeto: caldero,
copa, piedra, cofre, mesa; desde los caballeros artúricos que lo demandaban,
hasta los templarios que lo custodiaban", afirma Rafael Alarcón.
¿Estuvo el Grial en San Juan de Duero? ¿Estuvo en San Juan de Otero? ¿Estuvo
en Medinaceli como "Mesa de Salomón"? ¿Emprendió su búsqueda Bernal de Béarn,
primer conde de Medinaceli? ¿Lo estuvo buscando en tierras de Soria el maestre
neotemplario Bertrand du Guesclin, a quien se le dieron plazas en las que
habían tenido posesiones los templarios...? ¿El escudo de los doce linajes de
Soria, estará sujeto al mismo arquetipo de los doce caballeros y el rey Arturo
en su "demanda" del Grial..?
En los documentos de la Inquisición de Carcassonne consta que cuatro cátaros
se escaparon en la noche del Domingo de Ramos, día en el que varios montañeses
vascos escalaron por la noche el "pas de Trébuchet" y tomaron posesión de la
estratégica "Roc de Tour" desde la que podían los sitiadores conquistar aquel
castillo que llevaba aguantando desde mayo del año anterior cual numantinos
celtíberos.
Aquellos cuatro valientes descendieron con el "tesoro de la iglesia cátara"
por la enriscada y cortante pared norte de aquel castillo que era, al mismo
tiempo, un templo solar. Alcanzaron el río Lasset, y Patio de Armas y
Torrreón-Capilla de Montsegur lograron entregarlo a Pons Arnol, señor de
Verdun, en el Sabarthes, al poniente del Pic du Saint Barthelemy, por cuya
falda pasaron, cerca del "Lago de las Truchas o Druidas" y del "Lago del
Diablo".
¿Llevaban consigo el Grial cátaro? ¿Se lo dieron a Pons Arnol o lo escondieron
en alguna cueva del Sabhartes, como Lombrives...?
Tras la capitulación de Montségur, los caballeros fueron encarcelados en
Carcassonne, donde murieron la mayoría, y 205 hombres y mujeres que no
adjuraron de su fé como "perfectos"cátaros fueron quemados
en la hoguera el 16 de abril. Bastantes caballeros, aún sabiendo el suplicio
que les esperaba a la mañana siguiente, habían pedido el "consolamentum". Esa
noche, sin embargo, se vió asomar la sonrisa en
sus rostros y la alegría les invadió cuando vieron un fuego en la nevada
cumbre del Bidorta. Era la señal establecida: ¡el Grial cátaro se había
salvado!.
 
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T13GUET
view post Posted on 11/6/2009, 16:55




El principio del fin
Pero las derrotas ante Saladino les hicieron retroceder en Tierra Santa: así, en la batalla de los Cuernos de Hattin que tuvo lugar el 4 de julio de 1187 en Tierra Santa, al Oeste del Mar de Galilea, en el desfiladero conocido como Cuernos de Hattin (Qurun-hattun), el ejército cruzado, formado principalmente por contingentes templarios y hospitalarios a las órdenes de Guido de Lusignan, rey de Jerusalén, y Reinaldo de Chatillon, se enfrentó a las tropas del sultán de Egipto, Saladino. Este les infligió una tremenda derrota, en la que murieron el Gran Maestre de los templarios y muchos de sus caballeros, aparte de las bajas hospitalarias. Saladino tomó posesión de Jerusalén y terminó de un manotazo con el Reino que había fundado Balduino. Sin embargo, la presión de la Tercera Cruzada y, sobre todo, el buen hacer de Ricardo I de Inglaterra (llamado Corazón de León) lograron de Saladino un acuerdo para convertir a Jerusalén en una especie de "ciudad libre" para el peregrinaje.

Después del desastre de Hattin, las cosas fueron de mal en peor, y en 1244 cayó definitivamente Jerusalén, y los templarios se vieron obligados a mudar sus cuarteles generales a San Juan de Acre, junto con las otras dos grandes órdenes monástico-militares: los Hospitalarios y los Caballeros Teutónicos.

Las posteriores cruzadas (esto es, la Cuarta, la Quinta y la Sexta), a las que evidentemente se alistaron los templarios, o no tuvieron un reflejo práctico en Tierra Santa o fueron episodios demenciales (como la toma de Bizancio en la Cuarta Cruzada).

En 1248, Luis IX de Francia (después conocido como San Luis) decide convocar la Séptima Cruzada, y la lidera, pero no conduciéndola a Tierra Santa, sino a Egipto. El error táctico del Rey y las pestes que sufrieron los ejércitos cruzados les llevaron a la derrota de Mansura y al desastre posterior, en el que el propio Luis IX cayó prisionero. Y fueron los templarios, tenidos en alta estima por sus enemigos, los que negociaron la paz y los que prestarían a Luis la fabulosa suma que componía el rescate que debía pagar por su persona.

En 1291 tuvo lugar la Caída de Acre, con los últimos templarios luchando junto a su Maestre, Guillaume de Beaujeu, lo que constituyó el fin de la presencia cruzada en Tierra Santa, pero no el fin de la Orden, que mudó su Cuartel General a Chipre tras comprar la isla.

Tras su expulsión de Tierra Santa
]Los templarios intentarían reconquistar cabezas de puente para su nueva penetración en el Oriente Medio desde Chipre, siendo la única de las tres grandes órdenes de caballería que lo hizo, pues tanto los Hospitalarios como los Caballeros Teutónicos dirigieron sus intereses a diferentes lugares.

Este esfuerzo se revelaría a la postre inútil, no tanto por la falta de medios o de voluntad, como por el hecho de que la mentalidad había cambiado y a ningún poder de Europa le interesaba ya la conquista de los Santos Lugares, con lo que los templarios se hallaron solos. De hecho, una de las razones por las que al parecer Jacques de Molay se encontraba en Francia cuando lo capturaron era la intención de convencer al rey francés de emprender una nueva Cruzada.

 
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37 replies since 5/5/2008, 02:35   2045 views
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