| ¿DESDE CUÁNDO TENEMOS CONOCIMIENTO DE SU EXISTENCIA?
La primera de las “historias” atribuidas a la Sabana Santa data de entre los años 40 al 50, en la cual el Rey Abgar V, de Edessa (actual Urfa, territorio Turco) fue milagrosamente curado de la “Lepra Negra” por este prodigioso lienzo.
Por su causa, dicho rey se convirtió al Cristianismo. Se cuenta que tras su muerte, el supuesto lienzo en el que se refleja la estampa de “Jesús”, es escondido en algún rincón de la muralla que custodiaba la Ciudad, para evitar que los enemigos la encontraran y destruyeran. Encontramos numerosos testimonios y descripciones, en el siglo X, que se ajustan perfectamente a la imagen que aparece en el lienzo, se cree que esto se debe a las copias realizadas de ella en el siglo VI.
Durante unas reparaciones efectuadas en la muralla, esperando el ataque de los Persas, se encontró el lienzo, posteriormente y tras el desarme y la victoria sobre el enemigo, el pueblo Edessano atribuyó la victoria al “poder” de dicho lienzo (según reza en las crónicas de Evario, en la década del 590)
La fecha exacta del nuevo hallazgo y recuperación del lienzo de entre las piedras de la muralla nunca se supo, los expertos no se ponen de acuerdo unos hablan del año 525 y otros del 544, sólo tenemos una certeza, según reza en las crónicas de la época nos encontramos ante “una imagen no hecha por la mano del hombre”
En el 944, el lienzo, es trasladado de Edessa a Constantinopla (hoy Estambul) por orden del Emperador de Bizancio, Romano Lecapeno, donde fue desplegada y expuesta por primera vez al público. Lecapeno estaba seguro de que la reliquia, protegería la capital del imperio Romano de Oriente, tomando como costumbre, exponerla para su veneración, todos los viernes.
Los archivos del Vaticano guarda entre otros, un manuscrito Griego ( del Archidiácono Gregorio de Santa Sofía) que hace referencia al día en que la sábana llega a Constantinopla, procedente de Edessa, fue el 16 Agosto del año 944, así lo confirma el profesor Gino Zaninotto, profesor de lenguas clásicas y Orientales de la Universidad de Roma.
Año 1081: Una miniatura de Skylitzes (1081-1118) reproduce la escena del emperador Lecapeno (920-944) besando la sábana recién llegada de Edessa, viéndose el lienzo extendido, el Emperador besa la cabeza, mientras otra persona sostiene el resto de la tela, esta imagen podemos verla en la biblioteca Nacional de Madrid, vitrina 26, 2, folio 131, R.
En el año 1157, al monje de Thingeyrar, se le encomienda realizar un catálogo de todas las reliquias del Palacio Imperial de Constantinopla, en el cual el lienzo consta como tal.
1201, en dicho año, en otro listado encomendado esta vez a Nicolás Mesarites, también aparece el lienzo.
En 1204, tras la ocupación de los Cruzados, estos saquean todo, casas, palacios y templos, llevándose todo incluido el venerado lienzo. Para muchos expertos es la llave que daría explicación al porqué los artistas Ortodoxos representan a Jesús de Nazaret con las mismas facciones que contiene el hombre de la sábana, pues la tuvieron en sus manos durante 260 años.
Se conserva una carta del 1 de Agosto de 1205, Teodoro Ángel Comneno, nieto de Isaac II, Emperador de Constantinopla, dirigida al Papa Inocencio III, quien organizó la IV Cruzada, en la cual se queja del latrocinio de los Cruzados y le pide que la sábana sea devuelta a Constantinopla. Algo que nunca sucedería.
En el centro de Síndonologia de Turín, también podemos encontrar unas cartas de los arzobispos, Binet y Mathieu, en las cuales se confirma la presencia del lienzo en dicha ciudad en los primeros días del siglo XIII.
Tras siglo y medio en paradero desconocido la sábana reaparece de nuevo en el año 1357, gracias a ser exhibida periódicamente en la iglesia de Lirey, a unos 15 km, de Paris, adquiere ya una cierta fama.
La reliquia había llegado hasta allí, gracias a Godofredo de Charny, caballero este que nunca explicaría como la sábana había llegado a su poder. Tal aparición pública, supuso que la Sabana fuese confiscada por la casa de los Saboya, donde acabara en manos del Duque Luis De Saboya en 1453 y es llevada a la capital en Piamonte.
Una teoría fuertemente defendida por Ian Wilson, catedrático de historia de la Universidad de Oxford: “La reliquia fue conservada por los templarios, tras su robo de Constantinopla, la sábana estuvo en la fortaleza de San Juan de Acre, hasta 1291 y posteriormente llevada hasta Villeneuve-du-temple, sede templaría situada en París, esto explicaría, el porqué la familia Charny, nunca explicara como llega la reliquia a sus manos, ya que esta procedía de dicha Orden “maldita” en esa época”
En 1.502, es trasladada a la capilla del castillo de los Duques de Chambery, en 1.506, el Papa Julio II, decide aprobar el culto público de la Sabana Santa, fijando su festividad el 4 de Mayo.
En la noche del 3 al 4 de Diciembre de 1532, se produciría un hecho que marcaría la sábana santa para siempre... Se produce un incendio en la iglesia de Chambéry, donde está depositada la reliquia, siendo mimosamente custodiada por las monjas Clarisas, en el incendio la sábana queda bastante dañada, amén del deterioro sufrido, producto del agua que utilizaron para apagar dicho incendio, los hombros y un codo del hombre de la sábana fueron “tocados” por el fuego y se pierden irremediablemente para siempre, las Clarisas solo pueden remendar con nueva tela los trozos quemados.
El 14 de Septiembre de 1.578, la sábana es trasladada desde Chambéry, antigua capital del Ducado de Saboya a Turín, el motivo se debió a la delicada salud de San Carlos Borromeo, pues así, se ahorraba el pesado traslado que tenia que hacer a través de los Alpes para poder venerar al preciado lienzo, también ayudó que San Carlos, se había comprometido a trasladar el lienzo si la Peste, que asediaba Milán, desaparecía, cosa que “milagrosamente” sucedió... También se dice que en el traslado tuvo mucho que ver el Duque Emanuel Filiberto, sea como fuere lo cierto es que desde entonces hasta la actualidad, el lienzo no se ha movido de la norteña ciudad Italiana... Apuntar que, en esas fechas se realizó la primera de las exposiciones que se han efectuado hasta la actualidad en dicha ciudad.
En el 1694, se construye una capilla “especial” entre la Catedral de Turín y el Palacio Real, dicha construcción es realizada por el Arquitecto Italiano, Guarino Guarini, siendo el lugar de descanso de la reliquia, desde entonces hasta nuestra actualidad.
Desde el 25 de Mayo hasta el 2 de Junio de 1898, se organizó una nueva ostensión de la sábana, para festejar una serie de acontecimientos como, el cincuenta aniversario del Estatuto Albertino, cuarto centenario de la construcción de la actual Catedral, tercer aniversario de la fundación de la cofradía de la Sabana Santa, el mil quinientos aniversario de un Concilio que se realizo en Turín, etc.
Durante esta exposición Secondo Pia, obtiene autorización de los Saboya, para fotografiar por primera vez la Síndone.
El 23 de Noviembre de 1973, se produjo una nueva exposición de la sábana en el “salone de Glisuizzeri (salón de los Suizos)” del Palacio Real de Turín, siendo además esa la primera retrasmisión televisiva de una exposición del lienzo.
Unos años después 44 estudiosos, obtuvieron permiso para efectuar todo tipo de exámenes sobre el lienzo, utilizando para ello una sofisticada mesa (fabricada para el evento) de grandes dimensiones, con la particularidad de ser giratoria, que facilitaría mucho dicho estudio, por su comodidad.
El 13 de Abril de 1980, se organizó expresamente una exposición del lienzo, para una visita del Santo Padre, Juan Pablo II, en la cual una imagen suya daría la vuelta al mundo, el Papa besando la tela.
Un año muy importante para el devenir de la sábana, fue el de 1983, el Papa es requerido por Humberto II de Saboya, en una reunión privada organizada en su exilio en Portugal, decide dejar dicho lienzo como herencia a la Santa Sede.
El año 1988, se realiza sobre un trozo del lienzo la prueba del Carbono14, la cual data la antigüedad del lienzo “sólo” a los siglos Medievales (después hablaremos de dicha prueba)
El 11 de Abril de 1997, un nuevo incendio pone en peligro la integridad de la Síndone, al quemarse el recinto donde está depositada, en fechas posteriores se organizó una exposición privada para valorar los daños sufridos por el lienzo, tras los cuales se pudo confirmar que no sufrió ningún tipo de daño, “salió milagrosamente intacta”.
La sábana santa en el recién terminado siglo sólo fue expuesta públicamente en 4 ocasiones y se dice que no volveremos a verla hasta dentro de unos 15 ó 20 años, pues su deterioro en los últimos siglos es alarmante, con el riesgo de que un día desaparezca la ya muy tenue imagen, por esta razón, en las próximas décadas, poco o nada hará apariciones publicas.
Desde su hallazgo la creencia popular atribuye la imagen, al cuerpo inerte de Jesús de Nazaret, después de haber sufrido la crucifixión, los Evangelios, sin embargo no hacen ningún tipo de mención de la presencia del santo sudario con la imagen de Jesús grabada en él, pero esa es otra historia...
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