FAUSTO, Wolfgang Johan Goethe

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astaroth1
view post Posted on 30/9/2008, 00:26




PRIMER SOLDADO
Di, ¿por qué no le diste un tortazo a ese sinvergüenza?
SEGUNDO SOLDADO
No lo sé, me faltaron las fuerzas. Tenían un aspecto algo fantasmal.
TERCER SOLDADO
Mis ojos se cegaron, todo temblaba, no veía bien.
CUARTO SOLDADO
No sabría cómo decirlo: ha hecho todo el día un calor tan bochornoso, tan espeso,
tan insoportable. Uno estaba de pie, el otro caía, íbamos a tientas y al mismo
tiempo golpeábamos. A cada golpe era derribado un adversario, delante de los
ojos flotaba un halo. Después todo empezó a chirriar, a crepitar y a silbar en el
oído, y así continuó. Ahora estamos aquí y no sabemos cómo ha podido ser.

(EMPERADOR con cuatro PRÍNCIPES. La ESCOLTA se retira.)

EMPERADOR
Sea como fuere, hemos ganado. En su desordenada fuga, el enemigo se dispersa
por el campo de batalla. Aquí está el trono vacío. Un tesoro pérfidamente obtenido
y recubierto de tapices reduce el espacio. Dignamente flanqueados por nuestra
propia escolta, esperamos, en nuestra condición imperial, la venida de los
enviados de los pueblos. De todos los lugares llegan buenas noticias, el imperio
está pacificado, y se pliega gustosamente a nosotros. Aunque en nuestro guerrear
se inmiscuyó el ilusionismo, al final luchamos solos. Es cierto que hubo sucesos
que favorecieron al combatiente: del cielo cayó una piedra, al enemigo le llovió
sangre encima, desde las oquedades de las rocas sonaron poderosos ruidos que
hicieron que nuestro pecho estuviera henchido y el del enemigo se encogiera.
Cayó el vencido en medio de una mofa interminable; el vencedor, resplandeciente,
canta a su dios favorecedor. Y, sin que nadie dé la orden, al unísono, millones de
gargantas proclaman estas palabras: «Dios sea loado». Pero aparto mi mirada
piadosa de la más alta de las alabanzas y la dirijo al propio pecho. Un joven y
dinámico soberano puede que desperdicie su tiempo, pero los años le enseñarán
a valorar el significado de cada momento. Por ello, sin dilación, me uno a vosotros
cuatro, hombres dignos, por el bien de la Casa, de la Corte y del Imperio. (Al
primero.) A ti, príncipe, se debe la hábil ordenación del ejército y después, en el
momento adecuado, una heroica y audaz dirección. En la paz actúa como lo
requiera el tiempo. Te nombro Archimariscal y te lego la espada.
GRAN MARISCAL
Cuando tu leal ejército, hasta el momento ocupado en el interior, consiga en la
frontera afianzarte en el trono, que nos sea permitido prepararte el banquete el día
de fiesta en la sala de la espaciosa fortaleza de tu padre. Llevaré desenvainada la
espada, la llevaré a tu lado, para la perpetua protección de la suprema Majestad.
EMPERADOR (Al segundo.)
Tú, que te mostraste agradable y complaciente, serás Chambelán supremo; tu
cargo no será fácil. Eres cabeza de toda la servidumbre de la casa, me parece
que, debido a sus disensiones internas, encuentro muchos malos servidores. Que
tu ejemplo sea honrosamente mostrado como el de alguien que agrada a su
Señor, a la Corte y a todos.
CHAMBELÁN SUPREMO
Servir a mi inteligente señor me reporta beneficios: el de serle útil al mejor, el de
no hacerle daño al peor, y a su vez el de ser franco sin astucia y sereno sin
artificio. El que tú, Señor, me mires, ya es bastante ¿Puede la fantasía concebir
una alegría igual? Cuando vayas a la mesa, yo te daré el vaso de oro, te guardaré
los anillos para que, en ese momento de placer, tu mano esté descansada y tu
mirada me llene de regocijo.
EMPERADOR
Es cierto que me siento demasiado adusto para fiestas, pero que así sea: un
comienzo alegre siempre es beneficioso. (Al tercero.) Te nombro Cocinero mayor,
te encargarás de la caza, las aves del corral y la casa de labranza. Haz que se me
preparen cuidadosamente mis platos preferidos, en todo momento y según los
meses.
COCINERO MAYOR
Que un extremado ayuno sea para mí el deber más grato hasta que situado ante ti
esté un exquisito manjar que te deleite. La servidumbre de la cocina debe unirse a
mí para traer lo lejano y así adelantar las estaciones. No es de tu gusto engalanar
la mesa ni con lo exótico ni con lo temprano. Lo sencillo y lo sustancioso es lo que
tu gusto demanda.
EMPERADOR (Al cuarto.)
Como inevitablemente aquí estamos metidos en fiestas, conviértete para mí, joven
héroe, en Copero. Copero mayor, cuida de que nuestra bodega esté siempre
provista de buen vino. Sé moderado, no te dejes llevar por la tentación más allá de
la serena alegría.
COPERO MAYOR
Soberano, cuando se tiene confianza en los jóvenes, se convierten en hombres
hechos y derechos antes de que uno se haya dado cuenta. Yo iré también a esa
gran fiesta; adornaré de la mejor manera el aparador imperial, con lujosos vasos,
todos ellos de oro y plata; pero antes elegiré para ti la mejor copa: una de fino
cristal veneciano donde el placer reside y en el que el sabor del vino se hace más
intenso pero sin embriagar. A este maravilloso tesoro uno se confía a veces
demasiado. Pero tu templanza, Soberano, es más protectora aún.
EMPERADOR
Sabed que los cargos que os he otorgado en esta hora solemne os los concedió
una boca fiable. La palabra del Emperador es grande y asegura todos los dones,
pero para que todo sea confirmado hace falta un valioso escrito con la fuma. Veo
llegar al hombre adecuado en el momento oportuno. (El ARZOBISPO
[CANCILLER] entra.) Cuando se hace descansar una bóveda sobre una piedra
clave, permanecerá construida hasta la eternidad. Ahí tienes a cuatro señores
principales. Ante todo hemos observado lo que más puede beneficiar a la Casa y a
la Corte. Pero ahora, que todo cuanto contiene el Imperio sea, con poder y
autoridad, encomendado al número cinco. Deben destacar en cuanto a la
posesión de tierras y por ello ampliaré los límites de sus posesiones sirviéndome
de las heredades de los que de nosotros se apartaron. A vosotros, los fieles, os
lego estas bellas tierras y el derecho de extenderos más allá, según las
circunstancias, por sucesión, compra y permuta. Que además os sea concedido
expresamente el ejercer sin trabas los derechos que a vosotros, señores de la
tierra, os corresponden. Como jueces dictaréis las sentencias definitivas, no podrá
hacerse ninguna apelación ante vuestros altos ministerios. También serán
vuestros los impuestos, los intereses, los tributos en especie, los feudos, los
derechos de aduanas, las concesiones sobre las minas, la sal y la acuñación de
moneda. Para acreditaros mi reconocimiento, os he elevado a la jerarquía
inmediatamente inferior a la Majestad.
ARZOBISPO
En nombre de todos, recibe nuestro más sentido agradecimiento. Nos fortaleces y
afianzas y así vas haciendo más fuerte tu poder.
EMPERADOR
A vosotros cinco os quiero otorgar un honor aún mayor. Ahora vivo para mi
Imperio y tengo ganas de vivir así. Pero la cadena de nobles antepasados desvía
la mirada pensativa de la febril ambición para fijarla en lo que nos amenaza.
Llegado el tiempo, me separaré de mis seres queridos, entonces habrá llegado el tiempo de que elijáis a mi sucesor. Después de coronado, ensalzadle llevándolo al
santo altar, y acabad pacíficamente lo que tan tormentoso fue.
CANCILLER
Con orgullo en lo más profundo de mi corazón y con humildad en el semblante, los
príncipes, los primeros de la Tierra, están inclinados ante ti. Mientras la sangre fiel
anime nuestras venas, seremos el cuerpo que ejecute las órdenes de tu voluntad.
EMPERADOR
En definitiva, que todo lo que sea dispuesto, sea confirmado por escrito y con mi
rúbrica. En realidad, como señores, dispondréis de vuestra posesión como os
plazca, pero con la condición de que sea indivisible. Y de igual modo todo
incremento de nuestro legado deberá ser heredado por vuestro primogénito.
CANCILLER
Dichoso, plasmo en el pergamino este importantísimo estatuto, tan ventajoso para
nosotros y para el Imperio. La copia y el sello se encargarán a la cancillería, con la
sagrada firma, tú, Señor, lo acreditarás.
EMPERADOR
Retiraos, pues, para que todos podáis meditar, concentrados, la grandeza de este
día.
 
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astaroth1
view post Posted on 30/9/2008, 00:51




(Los PRÍNCIPES seglares se retiran.)

ARZOBISPO (Se queda y habla con patetismo.)
El Canciller se ha marchado, el obispo se ha quedado y ha de hacerte una severa
advertencia. Su corazón paternal está agitado por tu causa.
EMPERADOR
¿Qué te agita en esta feliz hora? ¡Habla!
ARZOBISPO
¡Con qué amargo dolor veo tu cabeza supremamente sacra coligada con Satanás!
Parece evidente que te has afianzado en el trono, pero, por desgracia,
escarneciendo a Dios Padre y al Santo Padre, el Papa. Si este se llega a dar
cuenta, rápidamente condenará tu Imperio asolándolo con su santo rayo. Porque
él no ha olvidado cómo en el momento supremo, en el día de tu coronación,
mandaste liberar a aquel hechicero. El primer rayo de gracia que salió de tu
diadema fue a parar a aquella cabeza maldita en perjuicio de la cristiandad. Pero
date golpes en el pecho en señal de penitencia y expía tu sacrílega fortuna
ofreciendo un modesto óbolo al santuario. El vasto terreno rodeado de colinas donde acampaste y en donde los malos espíritus se aliaron para tu defensa y
donde prestaste oído obediente al príncipe de la mentira, conságralo ahora,
piadosamente inspirado, a una obra santa. Conságralo junto al monte y al tupido
bosque, tan lejos como estos se extiendan, junto a las cumbres que se cubren de
verdor, ofreciendo su pasto, junto a los claros lagos ricos en pesca y una cantidad
interminable de arroyuelos, que, formando anillos como el cuerpo de una
serpiente, se precipitan en el valle. Consagra también junto a ellos, en definitiva, el
mismo ancho valle, con sus praderas, sus comarcas, sus hondonadas. Así
expresarás tu contrición y así encontrarás tu gracia.
EMPERADOR
Me siento tan estremecido por mi grave pecado que tú mismo fijarás el límite
según tu criterio.
ARZOBISPO
En primer lugar: el espacio profanado deberá ser, tan rápidamente como se
pueda, dedicado al servicio del Altísimo. Ya veo elevarse con forma espiritual
sólidos muros. La mirada del sol matutino ilumina el coro, el edificio en
construcción se extiende en forma de cruz. La nave se prolonga y se eleva para el
gozo de los fieles que afluyen ya, llenos de fervor, por el digno portal. La primera
llamada de las campanas ha resonado a través del monte y del valle, proceden de
las altas torres y parecen subir al cielo. Viene el penitente buscando el comienzo
de una nueva vida. En el gran día de la consagración -que ojalá llegue pronto- tu
presencia será la que realce todo.
EMPERADOR
Que una obra tan grande haga patente el piadoso deseo de dar alabanza a Dios
Nuestro Señor, así como de expiar mis pecados. Basta, ya veo cómo se eleva mi
espíritu.
ARZOBISPO
Como canciller voy a activar la formalización y expedición del documento.
EMPERADOR
Cuando presentes el documento, siguiendo la forma reglamentada, lo firmaré con
gusto.
ARZOBISPO (Se ha despedido, pero se vuelve cuando está a punto de salir.)
Tan pronto como se empiece a construir la obra, dedicarás a ella diezmos, censos
y tributos a perpetuidad. Es necesario un buen montante para una digna
manutención, y una administración cuidadosa supondrá unos gastos muy grandes.
Para que se lleve a cabo una rápida construcción en un lugar desierto, consíguenos cierta cantidad de oro de las arcas del botín. Además, y no he de
callarlo, harían falta maderas exóticas, cal, pizarra y otros materiales similares. El
pueblo, aleccionado desde el púlpito, se encargará del porte. La Iglesia bendecirá
a aquellos que se pongan a su servicio. (Se va.)
EMPERADOR
Es muy grande el pecado con el que cargo. Los miserables brujos me han
causado un gran quebranto.
ARZOBISPO (Vuelve de nuevo y hace la más profunda reverencia.)
Perdóname, señor. A ese hombre de mala fama se le han cedido las playas del
Imperio, pero sobre este caerá el anatema si no concedes, contrito, los diezmos,
censos y prerrogativas de esos territorios.
EMPERADOR (Malhumorado.)
Ese territorio todavía no existe, está aún en el fondo del mar.
ARZOBISPO
Al que le corresponden unos derechos y tiene paciencia le llega también su
tiempo. Que vuestra palabra mantenga en vigor este acuerdo.
EMPERADOR
Un poco más y tendré que donar todo el Imperio.
 
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nubarus
view post Posted on 30/9/2008, 00:56




ACTO V

(Campo abierto.)


CAMINANTE
Sí, ahí están los umbríos tilos, robustos y adultos. Y pensar que he de
encontrarlos ahora, después de tan largo camino. Ahí está el viejo lugar, aquella
cabaña que me cobijó cuando las olas tempestuosas me arrojaron hasta las
dunas. Quisiera desear salud a mis serviciales y activos huéspedes, mas no creo
que los vuelva a encontrar, pues por aquel entonces eran ya ancianos. ¡Sí eran
gente de bien! ¿Golpearé la puerta o los llamaré a voces? Recibid mi saludo si con
vuestra habitual hospitalidad aún disfrutáis de la dicha de procurar bienestar.
BAUCIS (Buena mujer, muy anciana.)
Apreciado forastero, no hagas ruido. Manténte en silencio, deja descansar a mi
marido. Un sueño prolongado depara al anciano pronta actividad en una breve
vigilia.
CAMINANTE
Di, buena mujer, ¿estás aún aquí para recibir mi agradecimiento?, ¿eres tú la
misma que ayudaste junto a tu marido a un joven hace ya mucho tiempo?, ¿eres
Baucis, la que diligentemente reavivaste el aliento de un moribundo? (Entra el
marido.) ¿Eres tú Filemón, el que con valor consiguió arrancarle mi tesoro a las
olas? Una rápida hoguera y el argentino son de vuestra esquila fueron la solución
que buscasteis para aquella arriesgada aventura. Ahora, dejad que avance para
ver el mar sin confines, dejad que rece, siento el pecho muy oprimido. (Avanza por
las dunas.)
FILEMl1N (A BAUCIS).
Date prisa y pon la mesa en el sitio más florido de nuestro jardincito. Déjale que
corra, déjale que se asombre, pues no se creerá lo que va a ver. (Se queda junto
al viajero.) Mira, el mar que tan fieramente te trató, salvaje y espumante, míralo
ahora cultivado como un jardín, míralo ahora convertido en un cuadro paradisiaco.
Como era viejo, ya no estaba capacitado para echar una mano, y cuando mis
fuerzas se desvanecieron, la ola estaba lejos también. Los audaces servidores de
hábiles maestros cavaron fosas e hicieron diques, redujeron los derechos del mar
para ser señores, los señores de sus dominios. Mira cómo verdea una pradera
tras otra, mira la dehesa, el jardín, el pueblo y el bosque. Ven y disfruta, pues el
sol se despedirá pronto. Allí en la lejanía se extienden velas que buscan en la
noche un puerto seguro, y es que las aves conocen bien su nido. Así verás en
lontananza la espuma azul del mar y a tu derecha y a tu izquierda un terreno
densamente poblado.

(Sentados a la mesa en el jardincito.)

BAUCIS
¿Estás silencioso? ¿No llevas ningún bocado a tu boca reseca?
FILEMÓN
Tal vez quiera enterarse de cómo se obró este prodigio. Tú que con tanto placer
hablas, dale cuenta de todo.
BAUCIS
Realmente aquí ha tenido lugar un prodigio, y desde que este se manifestó no he
vuelto a sentir sosiego, pues todo ello no se hizo de un modo natural.
FILEMÓN
¿Pudo estar tan sumido en el pecado el Emperador que le ofreció a él las orillas?
¿No lo anunció un heraldo resoplando su trompeta al pasar por aquí? En un lugar no muy lejano de nuestras dunas se asentó: tiendas, cabañas... Y en medio del
verdor erigió su palacio.
BAUCIS
De día e inútilmente sus servidores hacían mucho ruido con los azadones y las
palas, golpe a golpe; allí donde revoloteaban pequeñas llamas por la noche, al día
siguiente había un dique construido. Debió haber sacrificios sangrientos, pues
durante la noche resonaban los gemidos de dolor. Cuando en dirección al mar
corría fuego ardiente, al día siguiente había un canal. Ese hombre no teme a Dios,
ambiciona nuestra cabaña y nuestro soto y aun cuando se las da de vecino,
siempre hay que mostrar sumisión ante él.
FILEMÓN
Él nos ha ofrecido buena tierra en otro lugar.
BAUCIS
No te fíes del enviado del mar, manténte firme a tu altura.
FILEMÓN
Vamos a la capilla a ver los últimos rayos del sol, toquemos la campana,
arrodillémonos, recemos. Encomendémonos al viejo Dios.
 
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astaroth1
view post Posted on 30/9/2008, 00:58




PALACIO

(Amplio jardín de recreo. Un gran canal, en línea recta.
FAUSTO, anciano, paseando meditabundo.)


LINCEO EL VIGÍA (Por un altavoz.)
El sol se pone, los últimos navíos arriban al puerto surcando el mar con premura.
Una gran nave está a punto de llegar aquí por el canal. Los abigarrados
gallardetes ondean alegres. En los enhiestos mástiles están desplegadas las
velas. De ti se enorgullece el navegante, en el momento supremo te sonríe la
fortuna.

(Suena la esquila en las dunas.)

FAUSTO (Enfurecido.)
¡Maldito ruido! Produce una herida vergonzante, como un tiro disparado
arteramente. Ante mis ojos mi reino no tiene límites, el enojo me atormenta a mis
espaldas. Con un envidioso tañido me recuerda que mis posesiones no están limpias, en esa arboleda de tilos, la choza oscura, la ruinosa ermita, no son míos.
Y cuando quiero descansar allí, las sombras extrañas me estremecen. Es una
espina clavada en mis ojos y en mis pies. Oh, ojalá estuviera lejos de aquí.
LINCEO (También por altavoz.)
Con qué brío navega hacia acá la nave de vivos colores, al impulso del fresco
viento de la tarde. Cómo se van apilando, al tiempo que ella prosigue su rauda
marcha, cofres, cajas y sacos.

(Nave magnífica, cargada de multitud de productos de tierras lejanas.)
 
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nubarus
view post Posted on 30/9/2008, 01:01




(Entran MEFISTÓFELES y LOS TRES VIOLENTOS.)

CORO
Aquí ya arribamos.
Aquí desembarcamos.
Salve al señor.
Salve al patrón.

(Desembarcan. Las mercancías son llevadas a tierra.)

MEFISTÓFELES
Así nos hemos puesto a prueba; estaremos contentos si el patrón lo alaba.
Partimos con sólo dos naves y a puerto hemos vuelto con veinte. Nuestras
hazañas son puestas de manifiesto por nuestro cargamento. El libre mar presta su
libertad al espíritu; ¿quién sabe allí lo que es cavilar? De la única forma que allí se
prospera es con una garra rápida. Se pesca un pez, se atrapa una nave y se es
pronto dueño de tres; se atrae con garfios a una cuarta y ya le empieza a ir mal a
la quinta. Si se tiene fuerza, se tienen derechos. Se nos exigen fines, no buenos
medios. No me hace falta saber el arte marino: la gue-ra, el comercio y la piratería
son una trinidad inseparable.
LOS TRES VIOLENTOS
Ni gracias, ni saludo, ni saludo, ni gracias. Es como si le trajéramos a nuestro
señor algo pestilente. Él nos pone cara de asco, no le halaga este bien regio.
MEFISTÓFELES
No esperéis recompensa alguna más. Ya tomasteis vuestra parte de botín.
LOS TRES VIOLENTOS
Esto fue sólo para no aburrirnos, todos reclamamos partes iguales.
MEFISTÓFELES
Ordenad primero arriba, en una sala y otra, todos los objetos preciosos. Y cuando
él vea tanta riqueza y la valore con más detalle, no se mostrará tacaño y dará a la
tripulación fiesta tras fiesta. Las aves de muchos colores llegarán mañana y yo
cuidaré de ellas de la mejor de las formas. (La carga es apartada de allí. A
FAUSTO.) Con frente adusta y mirada sombría recibes tu gran fortuna. La elevada
sabiduría está coronada. Las orillas están en armonía con el mar. De la orilla
recibe el mar complaciente a las naves prestas a una rápida travesía. Confiesa
que desde aquí, desde este palacio, tu brazo abarca todo el mundo. De aquí todo
surgió, aquí pusimos la primera barraca de tablas, se abrió una pequeña zanja allá
donde ahora trabaja el remo diligente. Tu brillante idea y el esfuerzo de tus
partidarios se hicieron merecedores del premio: el mar y la tierra. Desde aquí fue...
FAUSTO
Ese «aquí», este lugar maldito es mi gran pesar. Te lo debo decir a ti que tan
capaz eres; es algo que me punza el corazón, es algo insufrible para mí. Y como
te dije, me avergüenza. Los viejos de allí arriba deben marcharse, yo desearía
para mí vivir a la sombra de esos tilos, esos pocos árboles que no son míos me
impiden la plena posesión del mundo. Allí, para poder mirar en todos los
contornos, me gustaría construir armazones de madera de rama en rama, quisiera
abrirle a mi mirada un amplio campo de visión para poder ver todo cuanto hice,
para de un solo golpe de vista abarcar esta obra maestra del espíritu humano que,
activándose inteligentemente, ha ganado amplias tierras para que las habitara la
gente. Por eso nos tortura con mucha más fuerza, en esta abundancia, aquello de
lo que carecemos. El sonido de la esquila, el aroma de los tilos, me envuelven
como si estuviera en una iglesia o en la tumba. El libre juego de la voluntad se
quiebra en esta arena de playa. ¿Cómo conseguiré extinguir este pensamiento?
Cuando suena la esquila, la ira se desata en mí.
MEFISTÓFELES
Naturalmente, es normal que ese gran disgusto te haga segregar bilis. ¿Cómo
negarlo? A todo noble oído ese tintineo le parece odioso. Ese maldito resonar de
campanas ensombrece el cielo claro del atardecer, se mezcla con cada
acontecimiento, desde el primer baño hasta la sepultura. Es como si, entre vuelta
y vuelta de campana, la vida se convirtiera en un sueño evanescente.
FAUSTO
La resistencia y la obstinación arruinan el mayor de los logros, por ello y para mi
tormento he de dejar de ser justo.
MEFISTÓFELES
¿Por qué tienes que sentirte abrumado? Hace tiempo tendrías que haber llevado a
cabo esa colonización.
FAUSTO
Ve entonces y apártalos de mí. Ya sabes cuál es la bella y pequeña hacienda que
escogí para los ancianos.
MEFISTÓFELES
Se los saca de allí y se los transporta, antes de que nos demos cuenta, estarán
repuestos. Después de haber soportado un poco de violencia, una buena mansión
los desagraviará. (Lanza un silbido agudo. LOS TRES VIOLENTOS vuelven.)
Venid a la llamada del señor y mañana habrá fiesta para la tripulación.
LOS TRES VIOLENTOS
El señor no nos recibió debidamente, la tripulación se merece una fiesta.
MEFISTÓFELES (A los espectadores.)
También va a ocurrir aquí, lo que sucede desde hace tiempo, pues hubo una vez
un tal Nabot que tuvo una viña (Reyes, I, 21).
 
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astaroth1
view post Posted on 30/9/2008, 01:03




NOCHE PROFUNDA

LINCEO (Cantando desde su puesto de vigía en el castillo.)
Nacido para escrutar,
encargado de mirar.
Siempre ligado a la torre
y en contemplación del mundo.
Atisbo las lejanías.
Sé todo lo que está cerca.
Conozco luna y estrellas
también los bosques y ciervos.
Distingo en lo que veo
todo el encanto que tiene,
y complacido de todo
me alegro conmigo mismo.
Vosotros, felices ojos,
todo lo que habéis visto
en todas las situaciones
fue muy bello en realidad.
(Pausa)
No sólo para recrearme
estoy tan alto situado.
Un estremecimiento cruel
viene desde la oscuridad,
veo chisporrotear fuego
bajo las sombras de los tilos,
un incendio que crece y crece
atizado por la corriente
prende la mohosa cabaña.
Se comienza a gritar «auxilio»,
mas nadie atiende la llamada.
¡Ah!, ¡qué pena dan los ancianos!
Siempre tan atentos al fuego
son víctimas de la humareda.
¡Qué horrorosa situación!
La llama arde con fulgor rojo.
La cabaña está ya tiznada.
Si al menos pudieran salvarse
del infierno allí desatado.
Las lenguas de fuego se elevan.
Por entre las hojas y ramas
el ramaje chisporrotea.
Prende y cae rápidamente.
¿Por qué yo he de percibirlo?
¿Ha de ser tan larga mi vista?
La capilla se está cayendo,
la derrumba el peso del techo.
Llamas serpenteantes suben
y ya están llegando a las copas.
Se queman hasta la raíz
troncos candentes como púrpura.
(Larga pausa. Canto.)
Un regalo para los ojos
ha desaparecido hoy.
FAUSTO (En la terraza situada frente a las dunas.)
¿Qué lamentos oigo cantar? El canto y la melodía llegan aquí muy tardíos. Mi
vigía se lamenta. Dentro de mí siento turbación por estos actos impacientes. Pero
como el bosque de tilos fue eliminado y quedó convertido en unos horribles
troncos medio carbonizados, pronto podrá ser construida una atalaya para poder
mirar a la inmensidad. Así veré la nueva casa que cobijará a esa pareja que,
conmovida por mi generosa reparación, disfrutará alegre de sus últimos días.
MEFISTÓFELES Y LOS TRES VIOLENTOS (Desde abajo.)
Venimos al trote largo. ¡Perdonad!, pero no nos ha ido bien. Golpeamos en la
puerta, pero nadie nos abría. La empujamos, la sacudimos y la carcomida puerta
se vino abajo. Llamamos a voces, proferimos serias amenazas, pero no
encontramos acogida alguna. Como ocurre en estos casos, ni nos escucharon, ni
quisieron hacerlo. Nosotros no hemos titubeado y te hemos librado de ellos. La
pareja no ha sufrido mucho, ante la agitación cayeron exánimes. Un extranjero
que estaba allí oculto y pretendió resistirse con la espada quedó tendido. Unas
ascuas que en poco tiempo se esparcieron aventadas por la encarnizada lucha
prendieron la paja. Ahora todo arde libremente como un montón de leña para ellos
tres.
FAUSTO
¿Fuisteis sordos a mis palabras? Yo quería una permuta, no un expolio. Maldigo
vuestra acción salvaje y loca y compartiréis vuestra culpa.
CORO
Hay un dicho, un viejo dicho: obedece diligentemente al poder. Y si eres valiente y
tenaz, arriesga tu casa, tu hacienda y a ti mismo

(Se van.)
 
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nubarus
view post Posted on 30/9/2008, 01:11




FAUSTO (En el balcón.)
Las estrellas y su fulgor se ocultan, el fuego decrece y sus llamas son pequeñas.
Sopla un viento que me causa escalofrío; el humo y la niebla se ciernen sobre mí.
Fue una orden muy precipitada, que fue cumplida con mayor precipitación aún.
¿Qué es lo que se mueve en el aire con ese aspecto fantasmal?

MEDIANOCHE

(Cuatro mujeres canosas.)

LA PRIMERA
Mi nombre es Escasez.
LA SEGUNDA
Mi nombre es Culpa.
LA TERCERA
Mi nombre es Inquietud.
LA CUARTA
Mi nombre es Necesidad.
LAS TRES (Menos la INQUIETUD.)
La puerta está cerrada, no podemos entrar. Ahí vive un rico y no se nos deja paso.
INQUIETUD
Yo me convertiré en una sombra.
CULPA
Yo me extinguiré.
NECESIDAD
De mí apartan la vista, pues sólo la tienen acostumbrada a lo bueno.
INQUIETUD
Hermanas, ni podéis ni debéis entrar. La inquietud se deslizará por la cerradura.

(La INQUIETUD desaparece.)

ESCASEZ
Hermanas canosas, marchaos de aquí.
CULPA
Iré detrás de ti, mas muy cerca.
NECESIDAD
Pisándote los talones te seguirá la Necesidad.
LAS TRES
Las nubes se disipan, las estrellas se extinguen. Allá atrás, allá atrás, desde la
lejanía, desde la lejanía, de ahí viene nuestra hermana, la Muerte.
FAUSTO (En el palacio.)
Vi venir a cuatro, sólo tres se fueron. No entendí el sentido de sus palabras. Sonó
algo parecido a «necesidad» o tal vez a «muerte». Era un sonido hueco, fantasmal
y vaporoso. Todavía no me he abierto paso hasta mi liberación. Si pudiera quitar de mi paso toda la magia y olvidar todos los ensalmos, ante ti, Naturaleza, sólo
habría un hombre, entonces merecería la pena ser un hombre.
Eso es lo que era, antes de buscar en la oscuridad y condenar a la maldición, con
palabras sacrílegas, a mí y al mundo. Ahora el aire está tan lleno de esos
fantasmas que no se sabe cómo evitarlos. Aun en los días en que el cielo
despejado me sonríe, la noche me enreda en una madeja de lúgubres sueños.
Vuelvo de la pradera recientemente reverdecida y grazna un pájaro. ¿Qué nos
anuncian sus graznidos? Infortunio. Tarde o temprano, enredado por la
superstición, todo se convierte en sucesos significativos, todo son avisos, todo son
presagios, y así atemorizado, estoy solo. La puerta rechina, pero nadie entra.
(Atemorizado.) ¿Hay alguien ahí?
INQUIETUD
Esa pregunta reclama un sí.
FAUSTO
¿Quién eres tú?
INQUIETUD
Yo ya estoy aquí.
FAUSTO
¡Aléjate!
INQUIETUD
Estoy en el lugar que me corresponde.
FAUSTO (Hablando para sí, primero colérico, luego apaciguado.)
Andate con cuidado y no hagas conjuros.
INQUIETUD
Aunque ningún oído me escuche, tengo eco en los corazones y en ellos
retumbaría. Con una figura transformada, ejerzo sobre ellos mi violencia. En los
caminos de la tierra y sobre las olas del mar, me convierto en el horrible
compañero que, aunque nunca se busca, siempre se encuentra y soy tan adulado
como imprecado y maldito. ¿Nunca conociste la inquietud?
FAUSTO
Solo he recorrido el mundo y adquirí el placer por los cabellos; soltaba lo que no
me satisfacía y dejaba correr aquello que no podía alcanzar. No he hecho otra
cosa que tener deseos y realizarlos, para luego volver a desear, y así, poderoso,
pasé mi tumultuosa vida; pero ahora procuro que esta discurra con sabiduría y
prudencia. Ya el orbe me resulta suficientemente conocido. La visión del más allá
nos está vedada. Es un insensato aquel que dirige allí la mirada deslumbrándose e imagina que su igual está allí entre las nubes. Que permanezca firme y mire sólo
en derredor. Este mundo para el hombre inteligente no es mudo. ¿Para qué
necesita él andar errante por la eternidad? Aquello que reconozca se dejará
aprehender. ¡Que prosiga así su camino durante la jornada de la vida! ¡Que
continúe su marcha, aunque los espíritus se ciernan fantasmales! ¡Que en su
avance él, descontento en todos los instantes, se tope con el sufrimiento y la
fortuna!
INQUIETUD
A aquel que está en mi poder, el mundo no le sirve de nada. Una eterna oscuridad
se cierne sobre él. El sol, para él, ni saldrá ni se pondrá, aunque sus sonidos
externos estén en plenas facultades; las tinieblas habitarán en su interior. No
podrá apoderarse de ningún tesoro. Tanto la fortuna como el infortunio lo turbarán,
pasará hambre en la abundancia, tanto el placer como el pesar los remitirá al
mañana, y así nunca estará satisfecho.
FAUSTO
¡Basta ya! De esta manera no podrás atraparme. No quiero escuchar esas
incongruencias. ¡Vete! Esa nefasta letanía podría aturdir al más capaz de entre los
hombres.
INQUIETUD
¿Debe ir? ¿Debe venir? Se ha hecho un irresoluto. Por un camino trillado anda a
tientas y vacilante. Se va perdiendo y hundiendo cada vez más, las cosas las ve
más y más complicadas, acaba por hacerse odioso para sí mismo y para los
demás, respirando se ahoga, no está ahogado, pero está privado de vida; no está
desesperado, pero tampoco se resigna. Es un imparable rodar, una dolorosa
renuncia, un deber que repugna, mitad liberador, mitad opresivo, un sueño a
medias, un mal descanso. Colocadlo en su sitio y preparadlo para el infierno.
FAUSTO
¡Fantasmas nefastos!, así tratáis mil veces al género humano. Incluso los días
indiferentes los transformáis en un horrible revoltijo de cuitas encadenadas. Yo sé
bien que uno se libra difícilmente de los tormentos. La estrecha ligadura de lo
espiritual no se puede cortar. Pero yo no reconoceré tu poder, Inquietud, que te
vas engrandeciendo.
INQUIETUD
Fíjate con qué rápidez me alejo de ti maldiciéndote. A lo largo de la vida los
hombres están ciegos, ahora, Fausto vas a estarlo tú. (Le sopla en el rostro.)
FAUSTO (Cegado.)
La noche parece hacerse cada vez más oscura, pero en mi interior brilla una clara
luz. Me apresuro a realizar aquello que imaginé. La palabra del señor es la única
que tiene autoridad. Servidores, poneos en pie, salid del lecho uno por uno. Haced
que pueda ver lo que audazmente concebí. Empuñad las herramientas, dad labor
a vuestras palas y azadones. Lo propuesto debe ser cumplido de inmediato. Un
orden estricto y una rápida actividad procuran la mejor de las recompensas. Para
que la obra más grande de todas se realice, un solo ingenio les basta a mil manos.
 
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astaroth1
view post Posted on 30/9/2008, 01:13




GRAN PATIO DELANTE DEL PALACIO

(Iluminado con antorchas.)


MEFISTÓFELES (Como capataz, al frente de todos.)
Venid, venid aquí bamboleantes lémures, seres incompletos, seres formados por
ligamentos, tendones y huesos.
LÉMURES (A coro.)
Nos ponemos de inmediato a tus órdenes y por lo que creemos entender, hemos
de recibir en posesión unas amplias tierras. Ahí están las puntiagudas estacas, la
larga para medir. Hemos olvidado el motivo por el que nos llamaron.
MEFISTÓFELES
No se trata de hacer ninguna obra de arte. Proceded según os permita vuestra
naturaleza. Que el más alto de vosotros se tienda tan largo como sea y los otros
despejad de hierba sus alrededores. Como lo hicieron para nuestros padres,
haced un hoyo en forma de cuadrado alargado. Del palacio hasta esta estrecha
morada, ved el desenlace tan estúpido que tiene todo.
LÉMURES (Cavando con gestos irónicos.)
Cuando era joven y vivía y amaba, me parecía que todo era dulce, allí donde
sonaba alegre la música y había jolgorio, mis pies se empezaban a mover. Pero
ahora, la edad tramposa me hirió con su muleta y me he golpeado contra la puerta
de la tumba; por qué estaría abierta ahora.
FAUSTO (Saliendo del palacio, palpando a tientas el quicio de la puerta).
Cómo me agrada el ruido de los azadones. Es la multitud que trabaja a mi servicio,
que reconcilia a la tierra consigo misma, que le pone límites a las olas y que
retiene al mar con una sólida atadura.
MEFISTÓFELES (Aparte.)
Tan sólo has trabajado para nosotros con tus diques y malecones, pues le estás
preparando a Neptuno, el demonio de las aguas, un banquete. De todas maneras
estáis perdidos. Los elementos están confabulados con nosotros y todo corre
hacia su perdición.
FAUSTO
¡Capataz!
MEFISTÓFELES
Aquí estoy.
FAUSTO
Reúne una multitud de obreros tan grande como sea posible, aliéntalos con
ganancias y rigor, págales, atráelos, exprímelos. Cada día quiero tener noticias de
cómo avanza la ya emprendida obra del foso.
MEFISTÓFELES (A media voz.)
Si mis noticias no son inexactas, no se me habló de un foso, sino de una fosa.
FAUSTO
Ahora se extiende hasta el pie de la montaña una ciénaga que apesta todo lo que
ya se ha conseguido. Cuando desagüemos esa charca pestilente, habremos
alcanzado el más alto logro. Abro espacios a millones de hombres, espacios en
los que tal vez no estén seguros, pero sí podrán estar activos y libres. La campiña
es verde y fértil, los hombres y los rebaños se han aposentado en esta novísima
tierra junto a la parte más sólida de esta colina levantada por un pueblo audaz y
laborioso. Aquí en el interior hay un paraje paradisiaco, si allá afuera sube rauda la
marea hasta el borde y con sus dentelladas violentas hace un boquete en el dique,
se apresurarán a cerrarlo. Vivo entregado a esta idea, es la culminación de la
sabiduría: sólo merece la vida y la libertad aquel que tiene que conquistarlas todos
los días. Y así, rodeados de peligros, el niño, el adulto y el anciano viven
provechosamente sus años. Quiero ver una multitud así, vivir en una tierra libre
con un pueblo libre. Entonces podría decir a este instante: «Detente, eres tan
bello». Así la huella de mis días no se perderá en los eones. En el presentimiento
de esta gran alegría, disfruto, ahora, del instante supremo.
 
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belzebuth666
view post Posted on 30/9/2008, 01:16




(FAUSTO cae de espaldas. LOS LÉMURES lo toman y lo colocan en el suelo.)

MEFISTÓFELES
No le sacia ningún placer, no le contenta ninguna felicidad, va sin cesar en busca
de formas cambiantes. El pobre quiere apresar ese último, ese mísero, ese vano momento. El que tanto se me opuso ha sido vencido por el tiempo. El viejo yace
en la arena. El reloj se ha parado.
CORO
Se ha parado. Está callado como la medianoche.
La ajorca cae.
MEFISTÓFELES
Cae. Todo está consumado.
CORO
Se ha acabado.
MEFISTÓFELES
¡Acabado!, ¡qué estúpida palabra! ¿Por qué acabado? Lo acabado y la pura nada
son exactamente lo mismo. ¿Para qué nos sirve el eterno crear? Para que lo
creado se disipe en la nada. ¿Qué se puede decir de algo si se ha acabado? Que
es como si no hubiera existido y sin embargo circulara como si existiese. En lugar
de ello, preferiría el vacío eterno.

SEPULTURA

LÉMUR (Solo.)
¿Quién construyó tan mal esta casa con palas y con azadones?
LOS LÉMURES (A coro.)
Para ti, enmohecido huésped con vestimenta de cáñamo, es incluso demasiado
buena.
LÉMUR (Solo.)
¿Quién cuidó tan mal esta sala? ¿Dónde están la mesa y las sillas?
LOS LÉMURES
Las habían prestado por poco tiempo. Hay tantos acreedores...
MEFISTÓFELES
El cuerpo yace y si el espíritu quiere huir, le enseñaré el pacto escrito en sangre.
Pero desgraciadamente hay tantos medios de robarle las almas al diablo. Por la
vieja senda tropezábamos, por la nueva tampoco somos bienvenidos. En otro
tiempo yo hubiera hecho esto solo, hoy tengo que recurrir a la ayuda de otros.
Todo nos va mal. Costumbres tradicionales, antiguo derecho, ya no se puede
confiar en nada. Antes el alma volaba con el último suspiro, yo me ponía al acecho
y, ¡zas!, igual que hace el gato con el más ágil ratón, la tenía bien apresada en mis
garras. Ahora vacila y se resiste a abandonar el oscuro lugar, la repugnante morada que es el horrible cadáver. Hasta que al final los elementos, que la odian,
la arrojan humillantemente de allí. Y aunque yo me pregunto durante horas y
durante días «¿Cuándo?», «¿Cómo?» y «¿Dónde?», lo lamentable es que la vieja
muerte ha perdido su rápido poder. Incluso es dudoso, por mucho tiempo, si se
está muerto o no. A menudo vi rígidos miembros y sólo era una apariencia, se
movían, se reanimaban. (Haciendo fantásticos ademanes de conjuro, como si
fuera un gastador.) Vamos pronto, redoblad el paso, vosotros los de los cuernos
rectos y vosotros los de los cuernos retorcidos, diablos de antigua alcurnia, con
vosotros traéis las fauces mismas del infierno. Es cierto que el infierno tiene
muchas, muchas fauces, y engulle según conviene a la condición y dignidad de
cada cual, pero en el último juego y, de aquí en adelante, no nos andaremos con
tantos remilgos.

(A la izquierda se abre la horrible boca del infierno.)

Los dientes puntiagudos rechinan, del abovedado abismo brota iracunda una
tormenta de fuego, y en la hirviente humareda del fondo veo la ciudad de las
llamas en perpetua incandescencia. El rojo incendio se precipita llegando hasta los
dientes; algunos condenados, esperando la salvación, llegan a nado, pero la hiena
los tritura colosalmente, y angustiosamente recorren de nuevo la ardiente vía. En
los rincones queda aún por descubrir muchos horrores en un reducido espacio.
Hacéis muy bien en aterrar a los pecadores, pues ellos tienen eso por mentira,
engaño y sueño. (A los diablos gordinflones de cuernos cortos y rectos.) Gañanes
ventrudos de carrillos ardientes, estáis enardecidos y bien alimentados por el
azufre del infierno y tenéis el cuello corto e inmóvil como un leño. Mirad aquí
abajo, por si veis arder fósforo: esta es la pequeña alma, psique con sus alas, si la
priváis de ellas, queda convertida en un mísero gusano; quisiera imponerle mi
sello, lleváosla al torbellino de fuego. Vigilad las regiones inferiores, cueros de
vino, esa será vuestra misión. No se sabe bien si le gustará vivir allí. Le gustó
asentarse en el ombligo, tened cuidado no se os vaya a escapar por allí. (A los
diablos flacos de cuernos retorcidos.) Vosotros, atolondrados y grotescos
gastadores, ensayad constantemente asiendo el aire. Mantened los brazos
abiertos y enseñad vuestras afiladas garras, para que podáis apresar a la voladora
fugitiva. Seguro que se siente mal en su antigua morada y el genio quiere subir en
seguida.
 
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belzebuth666
view post Posted on 30/9/2008, 15:36




(UNA GLORIA baja desde la derecha.)

MILICIA CELESTE
Seguid, enviados,
criaturas del Cielo,
vuestro vuelo plácido
para salvar almas
y avivar el polvo.
Ese amable vuelo,
el noble flotar,
va dejando huella
por la Creación.
MEFISTÓFELES
Oigo sonidos discordantes, una cantinela desagradable, viene de arriba, junto con
una intempestiva claridad diurna; son una mezcla de muchachas y jovenzuelos
que resulta muy agradable al gusto santurrón. Sabéis que, en horas de profunda
impiedad, planeamos la aniquilación del género humano, lo más miserable que
hemos urdido se acomoda a su devoción. Ahí llegan con toda hipocresía esos
muchachuelos. Así nos han arrebatado a alguno, luchan contra nosotros con
nuestras propias armas. Ellos también son diablos, pero enmascarados. Perder
este envite sería una vergüenza eterna. Rodead la tumba y manteneos firmes en
sus bordes.
CORO DE ÁNGELES (Lanzando rosas.)
Rosas deslumbrantes
de aroma balsámico,
mientras vais flotando
dais secreta vida,
con tallos por alas
y hermosos capullos.
¡Floreced al fin!
MEFISTÓFELES (A los demonios.)
¿Por qué os inclináis y os encogéis? ¿Es esa la costumbre del infierno?
Manteneos firmes aunque dejen caer rosas. Cada cantárida a su capullo. Tal vez
creen que apagarán el ardor de los diablos con ese derroche floral. Vuestro hálito
las marchitará y ajará. Soplad ahora, sopladores. Basta, basta. Ante vuestras
exhalaciones palidece todo el cortejo. No seáis tan violentos, tapaos la boca y la nariz. Habéis soplado demasiado fuerte, no conocéis la justa medida. Eso no sólo
se ha arrugado, se tuesta, se deseca, prende. Ya flota despidiendo luminosas y
envenenadas llamas. Hacedles frente, apretaos con fuerza todos unidos. La fuerza
se va. Los diablos se dejan embriagar por extraños perfumes lisonjeros.
CORO DE ÁNGELES
Gloriosas flores,
llamas gozosas,
cread amor,
dadnos placer.
Corazón, ábrete,
veraz palabra,
claridad del éter,
magno el ejército,
por siempre día.
MEFISTÓFELES
¡Que caiga la maldición y la vergüenza sobre esos imbéciles! ¡Los diablos están
cabeza abajo, los gordos caen rodando y se precipitan a reculones en el infierno!
Que os aproveche el merecido baño caliente que os vais a dar, pero yo
permaneceré en mi puesto. (Revolviéndose contra la lluvia de rosas.) ¡Atrás,
fuegos fatuos! Tú, por muy vivo que brilles, una vez que se te atrapa no eres más
que un fango viscoso. ¿Por qué revoloteas así? ¿Quieres marcharte? Esto se
pega a mi nuca como si fuera pez o azufre.
CORO DE ÁNGELES
Lo que no os pertenece
lo tenéis que evitar.
Lo que os dé turbación
no lo habréis de sufrir.
Si penetra violento,
hemos de tener fuerza.
El amor deja entrar
solamente a quien ama.
MEFISTÓFELES
Me arde la cabeza, en el corazón y en el hígado ha prendido un elemento más
poderoso que el diabólico, mucho más vivo que el fuego infernal. Por eso os
lamentáis tanto, amantes desairados que, con el cuello torcido, buscáis a la mujer
amada. Algo así me está pasando. ¿Qué me obliga a mirar a ese lado al que tengo juradas mis hostilidades? Esta visión me hería agudamente. ¿Se ha
apoderado completamente de mí algo extraño? Me gusta ver a esos muchachos
encantadores. ¿Qué es lo que me retiene, qué me impide huir?... Y si yo me dejo
embaucar, ¿quién no será loco a partir de ahora? Esos muchachos de las nubes a
quienes odio, me parecen ahora deliciosos. Bellos niños, contadme: ¿no sois de la
estirpe de Lucifer? Sois muy bellos, la verdad es que me gustaría besaros, parece
como si llegarais en el momento justo. Resulta todo tan agradable y tan natural
como si lo hubiera visto ya mil veces, es todo como una caricia al sedoso pelaje de
un gato. Cada vez que os miro os veo más bellos, acercaos, concededme tan solo
una mirada.
LOS ÁNGELES
Estamos aquí, ¿por qué retrocedes? Nos acercamos a ti. Permanece, si puedes,
en tu sitio. (Los ÁNGELES se extienden dominando todo el espacio.)
MEFISTÓFELES (Que ha sido repelido hasta el proscenio.)
Nos tacháis de espíritus réprobos cuando vosotros sois los auténticos brujos, pues
seducís al hombre y la mujer. ¡Qué maldita aventura! ¿Es este el elemento del
amor? Todo mi cuerpo está tan enardecido que apenas siento que me arde la
nuca. Vais oscilando de aquí para allá, bajad, moved vuestros nobles miembros de
un modo más mundano. Sin duda, la seriedad os sienta muy bien, pero me
gustaría veros sonreír, sería para mí un placer eterno. Me gustaría una sonrisa
como la de un enamorado, con un ligero pliegue en la boca. Tú, el más crecido,
eres el que más me gusta, esas maneras clericales no te van nada bien, mírame
de un modo algo más lascivo. También podríais ir distinguidamente desnudos. Ese
largo manto es excesivamente casto. Ahora se vuelven para dejarse ver por
detrás. Esos pícaros son muy apetitosos.
LOS ÁNGELES
Id hacia la claridad
muy amorosas llamas,
a los que se condenan
los salva la verdad.
Así podrán del mal
alegres liberarse
y así todos unidos
ser bienaventurados.
MEFISTÓFELES
¿Qué me pasa? Como a Job, se me hacen llagas en las llagas. Soy como aquel
que se horrorizaba de sí mismo y al mismo tiempo triunfaba cuando miraba a
fondo, cuando tenía confianza en sí mismo y su linaje; se ha salvado la parte
noble del diablo. El fantasma del amor se adueña de la piel. Ya se han extinguido
las ominosas llamas y, como es propio de mí, os maldigo a todos juntos.
CORO DE ÁNGELES
Sois llamas sagradas.
A quien rodeáis
se empieza a sentir
bien con los más buenos.
Uníos, pues, todos.
Proclamad, alzaos.
El aire es hoy puro,
inhalad Espíritu.
 
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astaroth1
view post Posted on 30/9/2008, 15:41




(Se elevan llevándose la parte inmortal de FAUSTO.)

MEFISTÓFELES (Mirando en derredor.)
Pero... ¿cómo? ¿Adónde se han ido? Grupo de adolescentes, me has
sorprendido, has huido al Cielo llevándote el botín, por eso bajaron al foso. He
perdido un tesoro único; la noble alma que se me dio en prenda me ha sido
sustraída en una distracción. ¿A quién podré apelar? ¿Quién me restituirá lo que
me corresponde? Has sido engañado en los días de tu vejez, te lo has merecido,
te irá rematadamente mal. Me he comportado vergonzosamente. He hecho un
gran dispendio, ¡qué indignidad! Un placer vulgar, un deseo absurdo alteró al
baqueteado diablo. Si el listo y experimentado diablo se ha entretenido con esta
tonta locura, no es pequeña la estupidez que al fin se ha apoderado de él.

BARRANCOS

(Bosque, roca, soledad.)

(Santos anacoretas diseminados por la montaña
y acampados en las gargantas.)


CORO Y ECO
El bosque flota acercándose,
se siente el peso de las rocas,
las raíces se hunden en la tierra,
los troncos están agolpándose,
ola tras ola rompe aquí.
Somos protegidos por las grutas.
Los leones andan a tientas,
amistosos pasan de largo.
Respetar el lugar sagrado,
santo cobijo del amor.
PATER ECSTATICUS(Flota subiendo y bajando.)
Eterno fuego de delicias,
fervoroso lazo de amor,
hirviente dolor en el pecho,
espumoso placer divino.
Flechas, atravesadme al fin.
Lanzas, haceos dueñas de mí.
Mazas, tenéis que desmembrarme.
Rayos, caed con toda furia.
Que todo lo vano se extinga,
así como todo lo efímero.
Que luzca la estrella perenne,
núcleo profundo del amor.
PATER PROFUNDUS (Región baja.)
Al igual que este barranco a mis pies
descansa sobre un abismo profundo,
mil arroyos corren brillantes
al precipicio del torrente.
Con vigor, por su propio impulso,
el tronco se yergue en el aire:
este es el poderoso amor
que todo lo alienta y lo forma.
Un zumbido horrible resuena,
como si bosque y suelo temblaran,
con todo, cae con un suave rumor
el caudal del arroyo en la garganta;
regar el valle será su misión.
El rayo ardiente se precipita
para que la atmósfera se despeje,
pues hay vapores tóxicos en ella.
Son mensajeros de amor y nos anuncian
lo que, rodeándonos, siempre actúa.
Quisiera que mi pecho se encendiera,
donde el espíritu confuso y frío
se atormenta, apresado en los sentidos
con estricta cadena de dolor.
Oh, Dios, apaga mis tribulaciones,
inunda ya de luz mi corazón
PATER SERAPHICUS (Región intermedia.)
¡Flota una nubecilla matinal
sobre la cabellera del abeto!
¿Presiento lo que vive en mi interior?
Es un coro de jóvenes espíritus.
CORO DE NIÑOS BIENAVENTURADOS
Padre, dinos adónde vamos,
dinos, gran bondad, quiénes somos.
Nosotros estamos felices,
nuestra existencia es agradable.
PATER SERAPHICUS
Niños nacidos a medianoche,
de alma y sentidos semiabiertos.
Pronto os perdieron vuestros padres
para ganancia angelical.
Presentís a quien os da amor,
por eso, acercaos aquí.
Mas de los caminos terrenos
nada sabéis, afortunados.
Descended, pues, hasta mis ojos,
órgano terrestre y mundano.
Servíos, sin problema, de ellos.
y contemplad este paisaje.
(Va acogiendo a los niños en su interior.)
Esto son flores, eso árboles.
Un torrente se precipita
y con un poderoso salto
acorta la escarpada senda.
NIÑOS BIENAVENTURADOS (Desde dentro.)
Es un paraje imponente,
mas también tenebroso;
nos da miedo y horror,
déjanos salir, Padre.
PATER SERAPHICUS
Subid a esferas más altas,
creced y no daos cuenta,
y así de un modo puro,
Dios os dará la fuerza.
Pues así se alimentan
en el éter las almas:
revelando el amor
que da la salvación.
CORO DE NIÑOS BIENAVENTURADOS (Girando alrededor de las cumbres más
elevadas.)
Enlacemos las manos
en un alegre corro;
moveos y cantad
con sacros sentimientos.
Así aleccionados
podréis ya confiar.
Si a Él adoráis,
lo podréis ver al fin.
ÁNGELES (Flotando en una atmósfera más alta y llevándose la parte inmortal de
FAUSTO.)
Está salvada la parte más noble,
el espíritu está libre del mal.
«Quien siempre desea, aspira y lucha,
merece recibir la salvación.»
Y si el buen amor desde las alturas
toma además partido por su casa,
el coro de los bienaventurados,
acogedor, lo recibe en su seno.
LOS ÁNGELES JÓVENES
Estas rosas que trajeron las manos
de unas penitentes llenas de amor,
nos ayudaron en nuestra victoria
y a completar la sagrada labor
de ganar el tesoro que es esta alma.
Se apartó el Maligno al esparcirlas,
los demonios huyeron al tocarlas.
En lugar de las penas infernales,
sufrieron los tormentos del amor;
incluso el viejo y experto Satán
sintió profundo e intenso dolor.
¡Alegraos!, lo hemos conseguido.
UNOS ÁNGELES MÁS PERFECTOS
Nos queda un residuo terreno,
y cargamos con él con pena,
y como si fuera de asbesto
dentro de él no hay pureza.
Cuando el poderoso espíritu
absorbió los elementos
y los hizo parte suya,
ningún ángel pudo nunca
escindir su doble ser.
Sólo el gran y eterno Amor
llegará a separarlo.
LOS ÁNGELES JÓVENES
Al igual que esa niebla
que rodea las peñas,
caen cual suave lluvia
gran cantidad de espíritus.
Las nubecillas se abren,
veo en movimiento
a bienaventurados,
libres ya de la tierra.
Reunidos en círculo
están ya disfrutando
de la flor y belleza
del mundo superior.
Que para empezar bien
y también mejorar
se una él a este grupo.
LOS NIÑOS BIENAVENTURADOS
Llenos de gran alegría
tomamos esta crisálida,
y así al fin obtenemos
una prenda angelical.
Quitadle los ropajes
vulgares que lo visten.
La santidad engrandece
y embellece su ser.
DOCTOR MARIANUS (Desde la celda más elevada y pura.)
La vista es aquí libre,
se ennoblece el espíritu.
Allí pasan mujeres
que a las alturas flotan.
En medio, la magnífica
Soberana del Cielo,
de estrellas coronada,
nos muestra su esplendor.
(Extasiado.)
Suprema reina del mundo,
déjame ver el azul
desplegado pabellón
del Cielo y tus misterios.
Aviva las aspiraciones
que ennoblecen al hombre,
pues las eleva a ti
con aliento amoroso.
Somos insuperables
cuando tú nos animas;
se aplaca nuestro ardor
cuando tú lo mitigas.
Virgen pura y santísima,
Madre muy venerable,
eres reina entre todas
y similar a dioses.
A su alrededor
hay pequeñas nubes,
son las penitentes,
un afable grupo
que ante tus rodillas
está aspirando éter
e implora piedad.
Para ti, la Inviolable,
no es una prohibición
dar tu misericordia
a los ya seducidos.
Los caídos en la flaqueza
son difíciles de salvar.
¿Quién puede romper las cadenas
que pone la concupiscencia?
¿Quién evitará escurrir
por un suelo resbaladizo?
¿A quién no aturde una mirada
un saludo, una caricia?
 
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astaroth1
view post Posted on 9/1/2016, 00:30




(La MATER GLORIOSA avanza flotando.)

CORO DE PENITENTES
Te elevas a las alturas
de los reinos infinitos,
atiende ya nuestras súplicas,
Tú, mujer inigualable,
siempre presta a la piedad.
MAGNA PECCATRIX(San Lucas, 7, 36.)
Por el amor que hizo correr
lágrimas por los pies de tu Hijo,
aliviándolos como un bálsamo
a pesar de los fariseos.
Por el frasco que generoso
su perfume dejó caer.
Por los cabellos que, sedosos,
enjugaron los santos miembros.
MULIER SAMARITANA (San Juan, 4.)
Por el pozo al que en otros tiempos
Abraham llevó sus rebaños.
Por el cántaro que rozaron
los labios del gran Salvador.
Por el prístino manantial
que se desborda caudaloso,
eternamente claro y limpio,
a través de todos los mundos.
MARíA AEGYPTIACA (Acta Sanctorum.)
Por el consagrado lugar
donde el Señor fue sepultado.
Por el brazo que ante la puerta
me indicó que me detuviera.
Por cuarenta años que pasé
de penitencia en el desierto.
Por la sagrada despedida
que dejé escrita en la arena.
LAS TRES
Tú, que no niegas cercanía
a las más grandes pecadoras
y que en los Cielos engrandeces
al que sincero se arrepiente.
Concede a esta noble alma
que se abandonó una vez
sin sospechar que se perdía
el perdón que se ha merecido.
UNA POENITENTIUM (Antes llamada Margarita, uniéndose a las otras).
Vuélvete, por favor,
Tú, inigualable,
Tú, siempre radiante,
vuelve tu rostro para mi fortuna.
Aquel al que amé,
ya despreocupado,
vuelve a mí de nuevo.
NIÑOS BIENAVENTURADOS (Acercándose haciendo círculos.)
Él ya nos aventaja
por sus potentes miembros.
Nos recompensará
por nuestra compañía.
Pronto nos apartamos
de los coros vitales,
mas este sí que sabe
y nos enseñará.
UNA POENITENTIUM (Antes llamada Margarita.)
Rodeado de estos nobles espíritus
apenas se reconoce a sí mismo;
no presiente aún su nueva vida,
ya se parece mucho a ese coro.
¡Cómo se despoja de lo terreno!
Se desprende de la vieja envoltura.
Con su nueva vestidura etérea
recupera su noble juventud.
Permite que yo sea su instructora.
Todavía están cegados sus ojos.
MATER GLORIOSA
Ven, elévate a mis esferas.
Te seguirá al presentirte.
DOCTOR MARIANUS (Adorando postrado.)
Alzad los ojos al Salvador,
tiernas almas, en arrepentimiento,
para así poder al fin transformaros
y sentir eterno agradecimiento.
Que los más nobles propósitos ya
se pongan para siempre a tu servicio.
Virgen, Madre, Suprema Soberana,
¡oh, Diosa!, Concédenos tu piedad.
CHORUS MYSTICUS
Todo lo que ha ocurrido
es sólo una parábola.
Lo que es inalcanzable
se convierte en suceso.
Lo que es indescriptible
se ha realizado aquí.
Lo eterno-femenino.
nos permite avanzar.

FINIS
 
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101 replies since 28/9/2008, 23:00   1219 views
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