Así habló Zaratustra, Friedrich Nietzsche

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nubarus
view post Posted on 2/11/2008, 23:42




2

Y entonces sucedió que Zaratustra, asombrado de tales respuestas de bribones, dio un
salto atrás hacia la puerta de su caverna, y, vuelto hacia todos sus huéspedes, gritó con
fuerte voz:
«¡Oh vosotros todos, vosotros pícaros, payasos! ¡Por qué os desfiguráis y os escondéis
delante de mí!
¡Cómo se os agitaba, sin embargo, el corazón a cada uno de vosotros de placer y de
maldad por haberos vuelto por fin otra vez como niños pequeños, es decir, piadosos, -
- por obrar por fin otra vez como niños, es decir, por rezar, juntar las manos y decir
“Dios mío”!
Mas ahora abandonad este cuarto de niños, mi propia caverna, en la que hoy están como
en su casa todas las niñerías. ¡Refrescad ahí fuera vuestra ardiente petulancia de niños
y el ruido de vuestros corazones!
Ciertamente: mientras no os hagáis como niños pequeños no entraréis en aquel reino de
los cielos576. (Y Zaratustra señaló con las manos hacia arriba.)
Mas nosotros no queremos entrar en modo alguno en el reino de los cielos: nos hemos
hecho hombres, - y por eso queremos el reino de la tierra.»

3

Y de nuevo comenzó Zaratustra a hablar. «¡Oh, mis nuevos amigos, dijo, - vosotros
gente extraña, hombres superiores, cómo me gustáis ahora, -
- desde que os habéis vuelto alegres otra vez! Todos vosotros, en verdad, habéis florecido:
paréceme que flores tales como vosotros tienen necesidad de nuevas fiestas577,
- de un pequeño y valiente disparate, de algún culto divino y alguna fiesta del asno, de
algún viejo y alegre necio-Zaratustra, de un vendaval que os despeje las almas con su
soplo.
¡No olvidéis esta noche y esta fiesta del asno, hombres superiores! Esto lo habéis inventado
vosotros en mi casa, y yo lo tomo como un buen presagio, - ¡tales cosas sólo las inventan
los convalecientes!
Y cuando volváis a celebrarla, esta fiesta del asno, ¡hacedlo por amor a vosotros, hacedlo
también por amor a mí! ¡Y en memoria mía!578»

Así habló Zaratustra.

567 Un título anterior para este apartado era La vieja y la nueva fe. Este es el título de la obra de D.F.
Strauss contra la cual publicó Nietzsche en 18731a primera de sus Consideraciones Intempesti vas. Como
se ha señalado antes en la nota 558, «la fiesta del asno» se relata propiamente en el apartado anterior.
568 Véase la nota anterior.
569 Véase antes, Jubilado.
570 Véase la nota 60.
571 Es decir, creyente de la nueva fe.
572 En alemán, frase para indicar un gesto pensativo y de atención.
573 Afirmación constantemente repetida en la Biblia. Véase, por ejemplo, Éxodo, 15, 18. Y Salmo 43, 2:
«Tú eres eterno.»
574 Expresión con que Zaratustra se había burlado anteriormente del concienzudo del espíritu; véase La
sanguijuela. Ahora el concienzudo del espíritu se la aplica a Zaratustra.
575 Véase, en la primera parte, Del leer y el escribir.
576 Cita literal del Evangelio de Mateo, 18, 3.
577 Véase antes, El despertar, 1.
578 Remedo de 1 Corintios, 11, 24: «El Señor Jesús, la noche en que iban a entregarlo, cogió un pan, dio
gracias, lo partió y dijo: “Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros; haced lo mismo en me moria
mía”. Después de cenar, hizo igual con la copa, diciendo: “Esta copa es la nueva alianza sellada con mi
sangre; cada vez que bebáis, haced lo mismo en memoria mía”».
 
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nubarus
view post Posted on 3/11/2008, 02:10




La canción del noctámbulo 579

1


Entretanto todos, uno detrás de otro, habían ido saliendo fuera, al aire libre y a la fresca
y pensativa noche; Zaratustra mismo llevó de la mano al más feo de los hombres para
mostrarle su mundo nocturno y la gran luna redonda y las plateadas cascadas que había
junto a su caverna. Al fin se detuvieron unos junto a otros, todos ellos gente vieja, mas
con un corazón valiente y consolado, y admirados en su interior de sentirse tan bien en la
tierra; y la quietud de la noche se adentraba cada vez más en su corazón. Y de nuevo pensó
Zaratustra dentro de sí: «¡Oh, cómo me agradan ahora estos hombres superiores!» -
pero no lo expresó, pues honraba su felicidad y su silencio.
Mas entonces ocurrió la cosa más asombrosa de aquel asombroso y largo día: el más
feo de los hombres comenzó de nuevo, y por última vez, a gorgotear y a resoplar580, y
cuando consiguió hablar, una pregunta saltó, redonda y pura, de su boca, una pregunta
buena, profunda, clara, que hizo agitarse dentro del cuerpo el corazón de todos los que le
escuchaban.
«Amigos míos todos, dijo el más feo de los hombres, ¿qué os parece? Gracias a este día
- yo estoy por primera vez contento de haber vivido mi vida entera.
Y no me basta con atestiguar esto. Merece la pena vivir en la tierra: un solo día, una sola
fiesta con Zaratustra me ha enseñado a amar la tierra.
“¿Esto era - la vida?” quiero decirle yo a la muerte. `¡Bien! ¡Otra vez!581”
Amigos míos, ¿qué os parece? ¿No queréis vosotros decirle a la muerte, como yo: ¿Esto
era - la vida? Gracias a Zaratustra, ¡bien! ¡Otra vez!» - -
Así habló el más feo de los hombres; y no faltaba mucho para la medianoche. ¿Y qué
creéis que ocurrió entonces? Tan pronto como los hombres superiores oyeron su pregunta
cobraron súbitamente consciencia de su transformación y curación, y de quién se la había
proporcionado: entonces se precipitaron hacia Zaratustra, dándole gracias, rindiéndole
veneración, acariciándolo, besándole las manos, cada cual a su manera propia: de modo
que unos reían, otros lloraban. El viejo adivino bailaba de placer; y aunque, según piensan
algunos narradores, entonces se hallaba lleno de dulce vino582, ciertamente se hallaba
aún más lleno de dulce vida y había alejado de sí toda fatiga. Hay incluso quienes cuentan
que el asno bailó en aquella ocasión: pues no en vano el más feo de los hombres le
había dado antes a beber vino. Esto puede ser así, o también de otra manera; y si en verdad
el asno no bailó aquella noche, ocurrieron entonces, sin embargo, prodigios mayores
y más extraños que el baile de un asno. En resumen, como dice el proverbio de Zaratustra:
«¡qué importa ello!»
 
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belzebuth666
view post Posted on 3/11/2008, 02:13




2

Mas Zaratustra, mientras esto ocurría con el más feo de los hombres, estaba allí como
un borracho: su mirada se apagaba, su lengua balbucía, sus pies vacilaban. ¿Y quién adivinaría
los pensamientos que entonces cruzaban por el alma de Zaratustra? Mas fue evidente
que su espíritu se apartó de él y huyó hacia adelante y estuvo en remotas lejanías,
por así decirlo «sobre una elevada cresta, como está escrito, entre dos mares,
- entre lo pasado y lo futuro, caminando como una pesada nube»583. Poco a poco, sin
embargo, mientras los hombres superiores lo sostenían con sus brazos, volvió un poco en
sí y apartó con las manos la aglomeración de los veneradores y preocupados; mas no
habló. De repente volvió con rapidez la cabeza, pues parecía oír algo: entonces se llevó el
dedo a la boca y dijo: «¡Venid!»
Y al punto se hizo el silencio y la calma en derredor; de la profundidad, en cambio, subía
lentamente el sonido de una campana. Zaratustra se puso a escuchar, lo mismo que
los hombres superiores; luego volvió a llevarse el dedo a la boca y volvió a decir: «¡Venid!
¡Venid! ¡Se acerca la medianoche!» - y su voz estaba cambiada. Pero continuaba sin
moverse del sitio: entonces se hizo un silencio más grande y una mayor calma, y todos
escucharon, también el asno, y los dos animales heráldicos de Zaratustra, el águila y la
serpiente, y asimismo la caverna de Zaratustra y la luna redonda y fría y hasta la propia
noche. Zaratustra se llevó por tercera vez el dedo a la boca y dijo:
¡Venid!iVenid!¡Caminemos ya!Es la hora: ¡caminemos en la noche!

3

Vosotros hombres superiores, la medianoche se aproxima: ahora quiero deciros algo al
oído, como me lo dice a mí al oído esa vieja campana, -
- de modo tan íntimo, tan terrible, tan cordial como me habla a mí esa campana de medianoche,
que ha tenido mayor número de vivencias que un solo hombre:
- que ya contó los latidos de dolor del corazón de vuestros padres - ¡ay!, ¡ay!, ¡cómo
suspira!, ¡cómo ríe en sueños!, ¡la vieja, profunda, profunda medianoche!
¡Silencio! ¡Silencio! Ahora se oyen muchas cosas alas que por el día no les es lícito
hablar alto; pero ahora, en el aire fresco, cuando también el ruido de vuestros corazones
ha callado, -
- ahora hablan, ahora se dejan oír, ahora se deslizan en las almas nocturnas y desveladas:
¡ay!, ¡ay!, ¡cómo suspira!, ¡cómo ríe en sueños!
-¿no oyes cómo de manera íntima, terrible, cordial te habla a ti la vieja, profunda, profunda
medianoche!
¡Oh hombre, presta atención!584
 
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nubarus
view post Posted on 3/11/2008, 02:20




4

¡Ay de mí! ¿Dónde se ha ido el tiempo? ¿No se ha hundido en pozos profundos? El
mundo duerme -
¡Ay! ¡Ay! El perro aúlla585, la luna brilla. Prefiero morir, morir, a deciros lo que en este
momento piensa mi corazón de medianoche.
Ya he muerto. Todo ha terminado. Araña, ¿por qué tejes tu tela a mi alrededor? ¿Quieres
sangre? ¡Ay! ¡Ay!, el rocío cae, la hora llega -
- la hora en que tirito y me hielo, la hora que pregunta y pregunta y pregunta: «¿Quién
tiene corazón suficiente para esto?
- ¿quién debe ser señor de la tierra? El que quiera decir: ¡así debéis correr vosotras, corrientes
grandes y pequeñas!»
- la hora se acerca: oh hombre, tú hombre superior, ¡presta atención!, este discurso es
para oídos delicados, para tus oídos - ¿qué dice la profunda medianoche?

5

Algo me arrastra, mi alma baila. ¡Obra del día! ¡Obra del día! ¿Quién debe ser señor de
la tierra?
La luna es fría, el viento calla. ¡Ay! ¡Ay! ¿Habéis volado ya bastante alto? Habéis bailado:
pero una pierna no es un ala.
Vosotros bailarines buenos, todo placer ha acabado ahora, el vino se ha convertido en
heces, todas las copas se han vuelto blandas, los sepulcros balbucean.
No habéis volado bastante alto: ahora los sepulcros balbucean: «¡redimid a los muertos!
¿Por qué dura tanto la noche? ¿No nos vuelve ebrios la luna?» ,
Vosotros hombres superiores, ¡redimid los sepulcros, despertad a los cadáveres! Ay,
¿por qué el gusano continúa royendo? Se acerca, se acerca la hora, -
- retumba la campana, continúa chirriando el corazón, sigue royendo el gusano de la
madera, el gusano del corazón ¡Ay! ¡Ay! ¡El mundo es profundo!
 
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astaroth1
view post Posted on 3/11/2008, 02:52




6

¡Dulce lira! ¡Dulce lira! ¡Yo alabo tu sonido, tu ebrio sonido de sapo! - ¡desde cuánto
tiempo, desde qué lejos viene hasta mí tu sonido, desde lejos, desde los estanques del
amor!
¡Vieja campana, dulce lira! Todo dolor te ha desgarrado el corazón, el dolor del padre,
el dolor de los padres, el dolor de los abuelos, tu discurso está ya maduro, -
- maduro como áureo otoño y áurea tarde, como mi corazón de eremita - ahora hablas:
también el mundo se ha vuelto maduro, el racimo negrea,
- ahora quiere morir, morir de felicidad. Vosotros hombres superiores, ¿no oléis algo?
Misteriosamente gotea hacia arriba un aroma,
- un perfume y aroma de eternidad, un rosáceo, oscuro aroma, como de vino áureo, de
vieja felicidad,
- de ebria felicidad de morir a medianoche, que canta: ¡el mundo es profundo,y más
profundo de lo que el día ha pensado!

7

¡Déjame! ¡Déjame! Yo soy demasiado puro para ti. ¡No me toques!586 ¿No se ha vuelto
perfecto en este instante mi mundo?
Mi piel es demasiado pura para tus manos. ¡Déjame, tú día estúpido, grosero, torpe!
¿No es más luminosa la medianoche?
Los más puros deben ser señores de la tierra, los más desconocidos, los más fuertes, las
almas de medianoche, que son más luminosas y profundas que todo día.
Oh día, ¿andas a tientas detrás de mí? ¿Extiendes a tientas tu mano hacia mi felicidad?
¿Soy yo para ti rico, solitario, un tesoro escondido, un depósito de oro?
Oh mundo, ¿me quieres a mí? ¿Soy para ti mundano? ¿Soy para ti espiritual? ¿Soy para
ti divino? Pero, día y mundo, vosotros sois demasiado torpes, -
- tened manos más inteligentes, tendedlas hacia una felicidad más profunda, hacia una
infelicidad más profunda, tendedlas hacia algún dios, no hacia mí:
- mi infelicidad, mi felicidad son profundas, oh día extraño, pero yo no soy un Dios, un
infierno divino: profundo es su dolor.
 
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belzebuth666
view post Posted on 3/11/2008, 03:06




8

¡El dolor de Dios es más profundo, oh mundo extraño! ¡Tiende tus manos hacia el dolor
de Dios, no hacia mí! ¡Qué soy yo! ¡Una dulce lira ebria, -
una lira de medianoche, una campana-sapo que nadie entiende, pero que tiene que
hablar delante de sordos, oh hombres superiores! ¡Pues vosotros no me comprendéis!
¡Todo acabó! ¡Todo acabó! ¡Oh juventud! ¡Oh mediodía! ¡Oh tarde! Ahora han venido
el atardecer y la noche y la medianoche, - el perro aúlla, el viento:
- ¿no es el viento un perro? Gimotea, gañe, aúlla. ¡Ay!, ¡ay!, ¡cómo suspira!, ¡cómo ríe,
cómo resuella y jadea la medianoche!
¡Cómo habla sobria en este momento, esa ebria poetisa!, ¿acaso ha ahogado en más vino
su embriaguez?, ¿se ha vuelto superdespierta?, ¿rumia?
- su dolor es lo que ella rumia, en sueños, la vieja y profunda medianoche, y, aún más,
su placer. El placer, en efecto, aunque el dolor sea profundo: el placer es aún más profundo
que el sufrimiento.

9

¡Tú vid! ¿Por qué me alabas? ¡Yo te corté, sin embargo! Yo soy cruel, tú sangras: -
¿qué quiere esa alabanza tuya de mi crueldad ebria?
«Lo que llegó a ser perfecto, todo lo maduro - ¡quiere morir!», así hablas tú. ¡Bendita,
bendita sea la podadera del viñador!587 Mas todo lo inmaduro quiere vivir: ¡ay!
El dolor dice: «¡Pasa! ¡Fuera tú, dolor!» Mas todo lo que sufre quiere vivir, para volverse
maduro y alegre y anhelante,
- anhelante de cosas más lejanas, más elevadas, más luminosas. «Yo quiero herederos,
así dice todo lo que sufre, yo quiero hijos, no me quiero a mí», -
mas el placer no quiere herederos, ni hijos, - el placer se quiere a sí mismo, quiere eternidad,
quiere retorno, quiere todo-idéntico-a-sí-mismo-eternamente.
El dolor dice: «¡Rómpete, sangra, corazón! ¡Camina, pier
na! ¡Ala, vuela! ¡Arriba! ¡Arriba! ¡Dolor!» ¡Bien! ¡Adelante! Oh viejo corazón mío: el
dolor dice: «¡pasa!»
 
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nubarus
view post Posted on 3/11/2008, 21:01




10

Vosotros hombres superiores, ¿qué os parece? ¿Soy yo un adivino? ¿Un soñador? ¿Un
borracho? ¿Un intérprete de sueños? ¿Una campana de medianoche?
¿Una gota de rocío? ¿Un vapor y perfume de la eternidad? ¿No lo oís? ¿No lo oléis? En
este instante se ha vuelto perfecto mi mundo, la medianoche es también mediodía, -
el dolor es también placer, la maldición es también bendición, la noche es también sol, -
idos o aprenderéis: un sabio es también un necio.
¿Habéis dicho sí alguna vez a un solo placer? Oh amigos míos, entonces dijisteis sí
también a todo dolor. Todas las cosas están encadenadas, trabadas, enamoradas, -
-¿habéis querido en alguna ocasión dos veces una sola vez, habéis dicho en alguna ocasión
«¡tú me agradas, felicidad! ¡Sus! ¡Instante!»588 ¡Entonces quisisteis que todo vuelva!
- todo de nuevo, todo eterno, todo encadenado, trabado, enamorado, oh, entonces amasteis
el mundo, -
- vosotros eternos, amadlo eternamente y para siempre: y también al dolor decidle: ¡pasa,
pero vuelve! Pues todo placer quiere - ¡eternidad!

11

Todo placer quiere la eternidad de todas las cosas, quiere miel, quiere heces, quiere
medianoche ebria, quiere sepulcros, quiere consuelo de lágrimas sobre los sepulcros,
quiere dorada luz de atardecer -
- ¡qué no quiere el placer!, es más sediento, más cordial,
más hambriento, más terrible, más misterioso que todo sufrimiento, se quiere a sí mismo,
muerde el cebo de sí mismo, la voluntad de anillo lucha en él, -
- quiere amor, quiere odio, es sumamente rico, regala, disipa, mendiga que uno lo tome,
da gracias al que lo toma, quisiera incluso ser odiado, -
- es tan rico el placer, que tiene sed de dolor, de infierno, de odio, de oprobio, de lo lisiado,
de mundo, - pues este mundo, ¡oh, vosotros lo conocéis bien!
Vosotros hombres superiores, de vosotros siente anhelo el placer, el indómito, bienaventurado,
- ¡de vuestro dolor, oh fracasados! De lo fracasado siente anhelo todo placer
eterno.
Pues todo placer se quiere a sí mismo, ¡por eso quiere también sufrimiento! ¡Oh felicidad,
oh dolor! ¡Oh, rómpete, corazón! Vosotros hombres superiores, aprendedlo, el placer
quiere eternidad,
- el placer quiere eternidad de todas las cosas, ¡quiere profunda, profunda eternidad!
 
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nubarus
view post Posted on 3/11/2008, 21:40




12

¿Habéis aprendido mi canción? ¿Habéis adivinado lo que quiere decir? ¡Bien! ¡Adelante!
Vosotros hombres superiores, ¡cantadme ahora, pues, mi canto de ronda!
¡Cantadme ahora vosotros la canción cuyo título es Otra vez, cuyo sentido es «¡Por toda
la eternidad!», cantadme vosotros, hombres superiores, el canto de ronda de Zaratustra!

¡Oh hombre! ¡Presta atención!
¿Qué dice la profunda medianoche?
«Yo dormía, dormía, -
De un profundo soñar me he despertado: -
El mundo es profundo,
Y más profundo de lo que el día ha pensado.
Profundo es su dolor. -
El placer - es aún más profundo que el sufrimiento:
El dolor dice: ¡Pasa!
Mas todo placer quiere eternidad -,
-¡Quiere profunda, profunda eternidad!»

579 En todas las ediciones de Así habló Zaratustra posteriores a la realizada por Nietzsche mismo, este
apartado ha llevado el título de La canción ebria. Tal cambio se basaba en que, en su ejemplar per sonal
impreso, Nietzsche había escrito ese otro título sobre el título La canción del noctámbulo. Aquí se restituye
el título original; es posible que Nietzsche hubiera modificado el título si él mismo hubiera hecho ulteriores
ediciones. Pero eso no llegó a ocurrir.
580 Véase antes, El más feo de los hombres, la nota 487.
581 Véase, en la tercera parte, De la visión y enigma.
582 Expresión bíblica (traducción luterana) tomada de Hechos, 2, 13: «Otros, burlándose, decían: Están
llenos de dulce vino» (palabras de los gentiles al contemplar los efectos de Pentecostés sobre los apóstoles).
583 Las palabras entre comillas están tomadas del capítulo de la tercera parte titulado Los siete sellos, 1.
Zaratustra añade aquí la expresión «como está escrito», usada habitualmente en los evangelios para referirse
a las profecías.
584 Véase la nota 432.
585 Véase, en la tercera parte, De la visión y enigma, 2, y la nota 284.
586 «No me toques». Palabras dichas por Jesús a María Magdalena tras la resurrección. Nietzsche emplea
exactamente la traducción luterana de Evangelio de Juan, 20, 17: Rühre mich nicht an.
587 Véase, en la tercera parte, Del gran anhelo, la nota 428.
588 Variación de la frase de Fausto en la obra homónima de Goethe: «Y le diré al instante: ¡Detente, eres
tan bello».
 
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astaroth1
view post Posted on 6/1/2016, 03:51




El signo

A la mañana después de aquella noche Zaratustra se levantó de su lecho, se ciñó los riñones589
y salió de su caverna, ardiente y fuerte como un sol matinal que viene de oscuras
montañas.
«Tú gran astro, dijo, como había dicho en otro tiempo590, profundo ojo de felicidad,
¡qué sería de toda tu felicidad si no tuvieras a aquellos a quienes iluminas!
Y si ellos permaneciesen en sus aposentos mientras tú estás ya despierto y vienes y regalas
y repartes: ¡cómo se irritaría contra esto tu orgulloso pudor!
¡Bien!, ellos duermen todavía591, esos hombres superiores, mientras que yo estoy despierto:
¡ésos no son mis adecuados compañeros de viaje! No es a ellos a quienes yo
aguardo aquí en mis montañas.
A mi obra quiero ir, a mi día: mas ellos no comprenden cuáles son los signos de mi mañana,
mis pasos - no son para ellos un toque de diana.
Ellos duermen todavía en mi caverna, sus sueños siguen rumiando mis mediasnoches.
El oído que me escuche a mí, - el oído obediente592 falta en sus miembros.»
- Esto había dicho Zaratustra a su corazón mientras el sol se elevaba: entonces se puso a
mirar inquisitivamente hacia la altura, pues había oído por encima de sí el agudo grito de
su águila. «¡Bien!, exclamó mirando hacia arriba, así me gusta y me conviene. Mis animales
están despiertos, pues yo estoy despierto.
Mi águila está despierta y honra, igual que yo, al sol. Con garras de águila aferra la
nueva luz. Vosotros sois mis animales adecuados; yo os amo.
¡Pero todavía me faltan mis hombres adecuados!» -
Así habló Zaratustra; y entonces ocurrió que de repente se sintió como rodeado por
bandadas y revoloteos de innumerables pájaros, - el rumor de tantas alas y el tropel en
torno a su cabeza eran tan grandes que cerró los ojos. Y, en verdad, sobre él había caído
algo semejante a una nube, semejante a una nube de flechas que descargase sobre un
nuevo enemigo. Pero he aquí que se trataba de una nube de amor, y caía sobre un nuevo
amigo.
«¿Qué me ocurre?», pensó Zaratustra en su asombrado corazón, y lentamente dejóse
caer sobre la gran piedra que se hallaba junto a la salida de su caverna. Mientras movía
las manos a su alrededor y encima y debajo de sí, y se defendía de los cariñosos pájaros,
he aquí que le ocurrió algo aún más raro: su mano se posó, en efecto de manera imprevista
sobre una espesa y cálida melena y al mismo tiempo resonó delante de él un rugido, -
un suave y prolongado rugido de león.
«El signo llega»593, dijo Zaratustra, y su corazón se transformó. Y, en verdad, cuando
se hizo claridad delante de él vio que a sus pies yacía un amarillo y poderoso animal, el
cual estrechaba su cabeza entre sus rodillas y no quería apartarse de él a causa de su
amor, y actuaba igual que un perro que vuelve a encontrar a su viejo dueño. Mas las palomas
no eran menos vehementes en su amor que el león; y cada vez que una paloma se
deslizaba sobre la nariz del león éste sacudía la cabeza y se maravillaba y reía de ello.
A todos ellos Zaratustra les dijo tan sólo una única frase: «mis hijos están cerca, mis
hijos»594, - entonces enmudeció del todo. Mas su corazón estaba aliviado y de sus ojos
goteaban lágrimas y caían en sus manos. Y no prestaba ya atención a ninguna cosa, y
estaba allí sentado, inmóvil y sin defenderse ya de los animales. Entonces las palomas se
pusieron a volar de un lado para otro y se le posaban sobre los hombros y acariciaban su
blanco cabello y no se cansaban de manifestar su cariño y su júbilo. El fuerte león, en
cambio, lamía siempre las lágrimas que caían sobre las manos de Zaratustra y rugía y
gruñía tímidamente. Así se comportaban aquellos animales. -
Todo esto duró mucho tiempo, o poco tiempo: pues, hablando propiamente, para tales
cosas no existe en la tierra tiempo alguno. - Mas entretanto los hombres superiores que
estaban dentro de la caverna de Zaratustra se habían despertado y estaban disponiéndose
para salir en procesión a su encuentro y ofrecerle el saludo matinal: habían encontrado,
en efecto, cuando se despertaron, que él no se hallaba ya entre ellos. Mas cuando llegaron
a la puerta de la caverna, y el ruido de sus pasos los precedía, el león enderezó las orejas
con violencia, se apartó súbitamente de Zaratustra y lanzóse, rugiendo salvajemente,
hacia la caverna; los hombres superiores, cuando le oyeron rugir, gritaron todos como
con una sola boca y retrocedieron huyendo y en un instante desaparecieron.
Mas Zaratustra, aturdido y distraído, se levantó de su asiento, miró a su alrededor, permaneció
de pie sorprendido, interrogó a su corazón, volvió en sí, y estuvo solo. «¿Qué es
lo que he oído?, dijo por fin lentamente, ¿qué es lo que me acaba de ocurrir?»
Y ya el recuerdo volvía a él, y comprendió con una sola mirada todo lo que había acontecido
entre ayer y hoy. «Aquí está, en efecto, la piedra595, dijo y se acarició la barba, en
ella me encontraba sentado ayer por la mañana; y aquí se me acercó el adivino, y aquí oí
por vez primera el grito que acabo de oír, el gran grito de socorro.
Oh vosotros hombres superiores, vuestra necesidad fue la que aquel viejo adivino me
vaticinó ayer por la mañana, -
- a acudir a vuestra necesidad quería seducirme y tentarme: oh Zaratustra, me dijo, yo
vengo para seducirte a tu último pecado596.
¿A mi último pecado?, exclamó Zaratustra y furioso se rió de sus últimas palabras:
¿qué se me había reservado como mi último pecado?»
- Y una vez más Zaratustra se abismó dentro de sí y volvió a sentarse sobre la gran piedra
y reflexionó. De repente se levantó de un salto, -
«¡Compasión! ¡La compasión por el hombre superior!, gritó, y su rostro se endureció
como el bronce. ¡Bien! ¡Eso - tuvo su tiempo!
Mi sufrimiento y mi compasión - ¡qué importan! ¿Aspiro yo acaso a la felicidad? ¡Yo
aspiro a mi obra!597
¡Bien! El león ha llegado, mis hijos están cerca, Zaratustra está ya maduro, mi hora ha
llegado: -
Ésta es mi mañana, mi día comienza: ¡asciende, pues, asciende tú, gran mediodía!» - -
Así habló Zaratustra, y abandonó su caverna, ardiente y fuerte como un sol matinal que
viene de oscuras montañas.

589 «Ceñirse los riñones» es expresión bíblica. Véase 1 Reyes, 18, 46: «Fue sobre Elías la mano de Yahvé,
que ciñó sus riñones, yvino corriendo a Jezrael delante de Ajab».
590 Zaratustra reproduce aquí la misma invocación al sol que pronunció al comienzo de la obra; véase el
Prólogo de Zaratustra, 1.
591 Como los discípulos de Jesús en el monte de los Olivos; véase el Evangelio de Mateo, 26,40: «Se
acercó a sus discípulos y los encontró dormidos».
592 Zaratustra reclama aquí para sí «el oído obediente» (das gehorchende Ohr). Antes, sin embargo, ha
dicho, en la tercera parte, De tablas viejas y nuevas, 7, que «quien obedece, no se oye a sí mismo» (wergehorcht,
der hórt sich selbst nicht).
593 Véase, en la tercera parte, De tablas viejas y nuevas, 1, y en esta cuarta parte, El saludo.
594 Véase la nota 316.
595 Véase la nota 451.
596 Véase, en la tercera parte, De tablas viejas y nuevas, y en esta cuarta parte, El grito de socorro, El
más feo de los hombres, y El signo.
597 Son palabras que ya han aparecido en La ofrenda de la miel.


Fin de ASÍ HABLÓ ZARATUSTRA
 
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143 replies since 27/10/2008, 23:52   1592 views
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