HISTORIA DE LA MAGIA, Eliphas Levi

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belzebuth666
view post Posted on 13/3/2009, 20:05




En la Biblioteca del Arsenal hay un curiosísimo manuscrito titulado El Libro de la Penitencia de Adán, y allí la tradición cabalística se pre-senta bajo el disfraz legendario de este tenor: "Adán tuvo dos hijos: Caín, que significa la fuerza bruta, y Abel, el tipo de inteligencia y suavidad. Era imposible que concordaran; se mataron mutuamente; y su herencia pasó a un tercer hijo, llamado Seth". He aquí el conflicto de dos fuerzas opuestas desviadas para beneficio de una fuerza sintética y unida. "Ahora bien, a Seth, que era justo, le estaba permitido acercarse hasta la entrada del Paraíso Terrenal, sin que le amenazase el Querube de espada flamígera". En otras palabras, Seth representaba la iniciación prístina. "De esta manera sucedió que Seth vio el Arbol del Conocimiento y el Arbol de la Vida, asociados de tal manera que formaban un solo árbol", que significa la armonía de la ciencia y la religión en la Cabala trascen-dental. "Y el ángel le dio tres semillas que contenían el poder vital de dicho árbol". Aquí se hace referencia a la tríada cabalística. "Cuando Adán murió, Seth, acatando las directivas del ángel, puso las tres se-millas en la boca de su padre, como prenda de vida eterna. Los bro-tes nacidos de aquéllas se convirtieron en la Zarza Ardiente, en medio de la cual Dios comunicó a Moisés su Nombre Eterno:—
que significa El Que es y El Que vendrá. Moisés arrancó una rama tri-ple de la zarza sagrada y la utilizó como su vara milagrosa. Aunque se-parada de su raíz, la raza siguió viviendo y floreciendo, y luego fue pre-servada en el Arca. El Rey David plantó la rama en el Monte Sión, y Salomón tomó madera de cada parte del triple tronco para confeccionar los dos pilares, Jachin y Boaz, que fueron ubicados a la entrada del Tem-plo. Fueron cubiertos con bronce, y la tercera parte fue insertada en el umbral de la puerta principal. Era un talismán que impedía que las cosas inmundas penetrasen. Pero ciertos inicuos levitas quitaron durante la noche este obstáculo para su libertad impía y, cargado de piedras, lo arrojaron al fondo del depósito de agua del Templo. De allí en adelante un ángel de Dios agitó las aguas del estanque, impartiéndoles valor milagroso, para que de ese modo los hombres se distrajesen y no buscasen el árbol de Salomón en el fondo. En la época de Jesucristo el estanque fue limpiado y los judíos, al hallar el tronco, que para sus ojos parecía inú-til, lo llevaron fuera de la ciudad y lo cruzaron sobre el río Cedrón. Nues-tro Salvador pasó por este puente luego de ser arrestado por la noche en el Huerto de los Olivos. Sus verdugos le arrojaron de allí al agua; luego, en su precipitación para preparar el instrumento principal de Su pasión, se llevaron el tronco, que era de tres clases de madera, y con él forma-ron la cruz."
 
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satanas1
view post Posted on 13/3/2009, 20:33




Esta alegoría abarca todas las grandes tradiciones de la Cabala y la doctrina cristiana secreta de San Juan, ahora totalmente desconocida. Dice también que Seth, Moisés, David, Salomón y Cristo obtuvieron del mismo Arbol cabalístico sus cetros reales y cayados pontificios. De esta manera podemos entender porqué Cristo fue adorado por los Magos en Su pe-sebre. Sin embargo, recurramos al Libro de Enoc, pues a éste puede atri-buírsele mayor autoridad que a un manuscrito desconocido; el primero es citado en el Nuevo Testamento por el Apóstol San Judas. La tradición refiere la invención de las letras a Enoc, y es por tanto a él a quien de-bemos retrotraer las doctrinas incluidas en el Sepher Yetzirah, que es la obra elemental de la Cabala, cuyo recopilador —según los rabinos— fue el patriarca Abraham, heredero de los secretos de Enoc y padre de la iniciación de Israel. Así, Enoc parecería idéntico al Hermes Trismegisto egipcio, mientras el famoso Libro de Thoth, escrito integralmente en jero-glíficos y números, sería la Biblia oculta, anterior al libro de Moisés y llena de misterios, a la que el iniciado Guillermo Postel alude con tanta frecuencia en todas sus obras, bajo el título de Génesis de Enoc.

La Biblia dice que Enoc no murió y que Dios lo trasladó de una vida a otra. Debe volver para confundir al Anticristo al fin de los tiem-pos; entonces será uno de los últimos mártires, o testigos de la verdad, mencionados en el Apocalipsis de San Juan. Lo dicho sobre Enoc a este respecto fue también expresado sobre todos los grandes iniciadores re-gistrados en el cabalismo. El mismo San Juan, según los cristianos pri-mitivos, fue salvado de la muerte, y durante mucho tiempo se enseñó que era posible verle respirar en su tumba. La explicación es que la ciencia absoluta de la vida preserva contra la muerte, como lo indujera siempre a adivinar el instinto del pueblo. Sea esto como fuere, las constancias de Enoc están contenidas en dos libros, uno jeroglífico y el otro alegórico. El primero abarca las claves hieráticas de iniciación, el segundo es la his-toria de una gran profanación que provocó la destrucción del mundo y el reino del caos después del de los gigantes.

San Metodio, obispo de los primeros tiempos del cristianismo, cuyos escritos se hallan en la colección de los Padres de la Iglesia, dejó un Apo-calipsis profético que desarrolla la historia del mundo en una serie de vi-siones. No está incluido entre los escritos reconocidos del santo, pero los gnósticos lo preservaron y fue impreso en el Liber Mirabilis bajo el nom-bre supuesto de Bermechobus, que editores ignorantes substituyeron en lugar de Bea-Methodius, abreviación de Beatus Methodius. En diversos as-pectos este libro guarda correspondencia con el tratado alegórico titula-do La Penitencia de Adán. Narra cómo Seth emigró hacia el Este con su familia y llegó a una montaña en la vecindad del Paraíso Terrenal. Este, fue el país de los iniciados, mientras la posteridad de Caín inventó una Magia espuria o vil en la India, tierra del fratricidio, y puso la bru-jería en manos de los audaces.

San Metodio predice, en un pasaje posterior, las luchas y prodominio sucesivo de los ismaelitas (nombre atribuido en su Apocalipsis a los que vencieron a los romanos), de los francos, que vencieron a los ismaelitas: y luego, de una raza del Norte cuya invasión precederá al reino personal del Anticristo. De allí en adelante será fundado un reino universal y caerá en manos de un príncipe francés, después de lo cual existirá el reino de la justicia durante un largo período de años. Aquí no nos interesa la profecía, pero es deseable señalar la diferencia entre la Magia buena y la Magia mala, entre el Santuario de los Hijos de Seth y la profanación de la ciencia por parte de los descendientes de Caín. De hecho, el cono-cimiento trascendental está reservado a quienes dominan sus pasiones, y la Naturaleza virgen no entrega las llaves de su cámara nupcial a los adúlteros.
 
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nubarus
view post Posted on 13/3/2009, 20:49




Hay dos clases: libres y esclavos; el hombre nace en la esclavitud de sus pasiones pero puede lograr emanciparse a través de la inteligencia. Entre los que ya son libres y los que aún no lo son no hay igualdad po-sible. El papel de la razón consiste en gobernar, y el del instinto en obe-decer. Por otra parte, si se impone al ciego el oficio de guiar a otro cie-go, ambos caerán en el abismo. Jamás debemos olvidar que la libertad no consiste en la licenciosidad de la pasión emancipada de la ley, pues esa licenciosidad se manifestará como la más horrenda tiranía; la libe-ración consiste en obediencia voluntaria a la ley; lo correcto es cumplir con el propio deber, y sólo los justos pueden llamarse libres. Ahora bien, los libres deben gobernar a los esclavos, y éstos están llamados a ser li-berados, no del gobierno de los libres sino del yugo de las pasiones, y como consecuencia de ello no pueden existir sin amos.

Reconozcamos ahora, por un momento, la verdad de las ciencias trascendentales. Supongamos que realmente existe una fuerza que puede ser dominada y por la cual los milagros de la Naturaleza son sometidos a la voluntad del hombre. Digamos, en tal caso, si los secretos de la ri-queza y los vínculos de la simpatía pueden confiarse a la codicia brutal; si el arte de la fascinación puede confiarse a los libertinos; si la supre-macía sobre otras voluntades puede confiarse a quienes no logran gober-nar su propio yo. Es terrible reflexionar sobre los desórdenes que pueden sobrevenir de tal profanación; es necesario algún cataclismo para borrar los crímenes de la tierra cuanto todos están saturados de lodo y sangre.
Ahora bien, este es el estado de cosas señalado por la historia alegórica de la caída de los ángeles, según El Libro de Enoc; este fue el pecado de Adán y estas son sus fatales consecuencias. Lo mismo ocurrió con el Diluvio y su destrucción; y en un periodo posterior, la maldición de Ca-naán. La revelación de las ciencias ocultas se caracteriza por la insolen-cia del hijo que exhibe la desnudez de su padre. La embriaguez de Noé es una lección para el sacerdocio de todos los tiempos. ¡Ay de quienes desnudan el secreto de la generación divina ante la vista impura de la muchedumbre! ¡Mantened cerrado el santuario, quienes queráis ahorrar a vuestro padre dormido la burla de los imitadores de Cam!

Tal es la tradición de los hijos de Seth respecto de las leyes de la jerarquía humana; mas la familia de Caín no las reconoció. Los caini-tas de la India inventaron un Génesis para consagrar la opresión de los fuertes y perpetuar la ignorancia de los débiles. La iniciación se convirtió en privilegio exclusivo de las castas elevadas, y razas enteras de la humanidad fueron condenadas a interminable servidumbre so pretexto de nacimiento inferior: salieron, como se dijo, de los pies o rodillas de Brahma. Ahora bien, la Naturaleza no engendra esclavos ni reyes; todos los hombres nacieron, sin diferencias, para trabajar. Quien pretenda que el hombre es perfecto al nacer, y lo degrada y pervierte la sociedad, es el más salvaje de los anarquistas, aunque se trate del más poético de los maniáticos. Pero en vano Juan Jacobo fue un sentimental y un soñador: su honda misantropía implícita, al manifestarse a través de la lógica de sus fanáticos sectarios, dio frutos de odio y destrucción. Los arquitectos coherentes de la Utopía imaginada por su susceptible filósofo de Ginebra fueron Robespierre y Marat.
 
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gabriel1
view post Posted on 13/3/2009, 21:15




La sociedad no es una personalidad abstracta a la que pueda respon-sabilizarse por separado de la testarudez del hombre; la sociedad es la asociación de hombres; es defectuosa en razón de sus vicios y sublime respecto de sus virtudes; pero en sí misma es santa, como la religión con la que está ligada inseparablemente. De hecho, ¿la religión no es una asociación de aspiraciones supremas y generosísimos esfuerzos? De esta manera, la blasfemia de la igualdad antisocial y del derecho en oposición al deber responde a la mentira sobre las castas privilegiadas por la Na-turaleza; sólo el cristianismo resolvió el problema al asignar suprema-cía a la abnegación y al proclamar como máximo a quien ofrenda su or-gullo en pro de la sociedad y sus apetitos por la ley.

Aunque depositarios de la tradición de Seth, los judíos no la pre-servaron en toda su pureza, y se infectaron con las ambiciones injustas de la posteridad de Caín. Al considerarse pueblo escogido, juzgaron que Dios les había asignado la verdad más bien como un patrimonio que como una seguridad confiada para la humanidad en general. Junto a las sublimes tradiciones del Sepher Yetzirah encontramos curiosísimas reve-laciones entre los talmudistas. Por ejemplo no vacilan en atribuir la ido-latría de los gentiles al patriarca Abraham; dicen que éste legó a los israelitas su herencia, a saber, el conocimiento de los verdaderos Nom-bres Divinos; en una palabra, la Cabala fue propiedad legítima y heredi-taria de Isaac; pero el patriarca, como nos cuentan, dio algunos presentes a los hijos de sus concubinas; y por tales presentes entienden dogmas velados y nombres crípticos, que se materializaron rápidamente, transfor-mándose en ídolos. Falsas religiones y sus absurdos misterios, supersti-ciones orientales, con todos sus horribles sacrificios... ¡qué regalo de un padre a su desposeída familia!, ¿No bastó llevar a Agar con su hijo al desierto? ¿A su hogaza y vasija con agua debía añadirse el agobio de la falacia, como tormento y veneno en su exilio?

La gloria del cristianismo consiste en que convocó a todos los hom-bres a la verdad, sin distinción de razas ni castas, aunque no sin distin-ción respecto de inteligencia y virtud. "No arrojéis perlas a los cerdos", dijo el Divino Fundador del cristianismo, "no sea que vuelvan sobre sus pasos, y os pisoteen y destrocen". El Apocalipsis o Revelación de San Juan, que abarca todos los secretos cabalísticos concernientes a la doctrina de Cristo Jesús, es un libro no menos oscuro que el Zohar. Está escrito jeroglíficamente con lenguaje de números e imágenes, y el Apóstol apela con frecuencia al conocimiento de los iniciados. "Quien tenga conoci-miento, entienda... quien entienda, cuente", dice con frecuencia, luego de pronunciar una alegoría o dar un número místico. San Juan, el dis-cípulo amado y depositario de todos los secretos del Salvador, no escribió, por tanto, para que le entendiera la multitud.
 
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nubarus
view post Posted on 13/3/2009, 21:29




El Sepher Yetzirah, el Zohar y el Apocalipsis son piezas maestras del ocultismo; contienen más significados que palabras; su método de ex-presión es figurado, como la poesía, y exacto, como las fórmulas numé-ricas. El Apocalipsis resume, completa y excede toda la ciencia de Abra-ham y Salomón, como lo demostraremos al explicar las Claves de la Cabala trascendental.

No es menos asombroso observar al comienzo del Zohar la profun-didad de sus nociones y la sublime simplicidad de sus imágenes. Expresa lo siguiente: "La ciencia del equilibrio es la clave de toda la ciencia ocul-ta. Las fuerzas desequilibradas perecen en el vacío. Así pasaron los reyes del mundo prístino, los príncipes de los gigantes. Cayeron como árboles sin raíces, y su tumba no existe más. A través del conflicto de las fuerzas desequilibradas, la tierra devastada estaba vacía y amorfa has-ta que el Espíritu de Dios formó para sí un sitio en los cielos y redujo la masa de las aguas. Todas las aspiraciones de la Naturaleza dirigiéronse entonces hacia la unidad de la forma, hacia la síntesis viviente de las fuerzas equilibradas; la faz de Dios, coronada de luz, surgió sobre el vasto mar y se reflejó en sus aguas. Sus dos ojos se manifestaron, ra-diantes de esplendor, lanzando dos rayos de luz que se cruzaron con los del reflejo. La frente de Dios y Sus ojos formaron un triángulo en el cielo, y su reflejo formó un segundo triángulo en las aguas. Así fue re-velado el número seis, que es el de la creación universal."

El texto, ininteligible en una versión literal, se traduce aquí a modo de interpretación. El autor aclara que la forma humana que atribuye a la Deidad es sólo una imagen de su significado y que Dios trasciende la expresión del pensamiento humano o la representación por cualquier fi-gura. Pascal dijo que Dios es un círculo, cuyo centro está por doquier y la circunferencia en ninguna parte. ¿Pero cómo imaginar un círculo aparte de su circunferencia? El Zohar adopta la antítesis de esta imagen paradojal y respecto del círculo de Pascal más bien diría que la circun-ferencia está en todas partes y el centro en ninguna. Sin embargo, com-para el equilibrio universal de las cosas con una balanza y no con un círculo. Afirma que el equilibrio está en todas partes y lo mismo ocurre con el punto central donde la balanza pende en suspensión. Así descu-brimos que el Zohar es más contundente y profundo que Pascal.

Su autor continúa de la manera siguiente su sueño sublime: La sín-tesis de la palabra, formulada por la figura humana, ascendió lentamen-te y emergió del agua, como el sol al salir. Al aparecer los ojos, se hizo la luz; al manifestarse la boca, nació la creación de los espíritus y se expresó la palabra. Al revelarse la cabeza entera, se completó el primer día de la creación. Surgieron los hombros, los brazos y el pecho; enton-ces empezó el trabajo. Con una mano, la Imagen Divina hizo retroceder al mar, mientras con la otra elevó los continentes y las montañas. La Imagen creció cada vez más; apareció el órgano generativo, y todos los seres empezaron a crecer y multiplicarse. La forma se puso de pie en toda su talla, con un pie sobre la tierra y otro sobre las aguas. Se con-templó integramente en el océano de la creación, respiró sobre su propio reflejo y convocó su semejanza a la vida. Dijo: "Hagamos al hombre", y así el hombre fue hecho. Nada hay tan bello en la obra maestra de ningún poeta como esta visión de la creación realizada por el prototipo de la humanidad. El hombre es tan sólo la sombra de una sombra; em-pero, es la imagen del poder divino. También puede extender sus ma-nos de Este a Oeste; recibió la tierra como dominio. Tal es Adán Kadmon, el Adán primordial de los cabalistas. Tal es el sentido en que es des-cripto como gigante; y es por ello que Swedenborg, asediado en sus sue-ños por reminiscencias de la Cabala, dice que la creación entera es sólo un hombre titánico y que estamos hechos a imagen del universo.
 
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nubarus
view post Posted on 14/3/2009, 14:45




El Zohar es una génesis de luz; el Sepher Yetzirah es una escalera de la verdad. Allí están expuestos los treinta y dos símbolos absolutos del lenguaje —que son números y letras. Cada letra produce un número, una idea y una forma, de modo que la matemática es aplicable a las formas y las ideas, incluso respecto de los números, en virtud de una proporción exacta y de una correspondencia perfecta. Mediante la ciencia del Se-pher Yetzirah la mente humana se arraiga en la verdad y la razón; explica todo el progreso posible para la inteligencia por medio de la evolución de los números. Así, el Zohar representa la verdad absoluta, mientras el Sepher Yetzirah proporciona el método de su adquisición, discernimiento y aplicación.
 
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nubarus
view post Posted on 15/3/2009, 21:01




Capítulo II

LA MAGIA DE LOS MAGOS


Es probable que Zoroastro sea un nombre simbólico, como el de Thoth o Hermes. Según Eudoxo y Aristóteles, vivió 6000 años antes del nacimiento de Platón, pero otros dicen que antecedió al sitio de Troya en unos 500 años. A veces se lo representa como un rey de los bactrios, mas la existencia de dos o tres Zoroastros es sólo una de las conjeturas. Sólo Eudoxo y Aristóteles parecerían haber comprendido que su personalidad era mágica, y es por ello que ubicaron la época cabalística de un mundo entero entre el nacimiento de la doctrina y el reinado teúrgico de la fi-losofía platónica. De hecho, hay dos Zoroastros, es decir, dos exposito-res de los misterios; uno, hijo de Ormuz y fundador de la instrucción ilu-minada; el otro, hijo de Ahrimán y autor de la revelación profanatoria de la verdad. Zoroastro es la palabra encarnada de los caldeos, medos y per-sas; su leyenda se lee como una profecía relacionada con la de Cristo, y de ahí que se suponga que también tuvo su Anticristo, según la ley má-gica del equilibrio universal.

Al falso Zoroastro debe referirse el culto del fuego material y la im-pía doctrina del dualismo divino que produjo, en un período posterior. la monstruosa Gnosis de Manes y los falsos principios de la masonería es-puria. El Zoroastro en cuestión fue padre de la Magia materializada que llevó a la masacre de los Magos, e indujo primero la proscripción de su doctrina verdadera, y luego el olvido. Inspirada siempre por el espíritu de la verdad, la Iglesia se vio obligada a condenar —bajo las denomina-ciones de Magia, Maniqueísmo, Iluminismo y Masonería— todo lo que guardaba afinidad, remota o aproximada, con la profanación primitiva de los misterios. Un ejemplo característico es la historia de los Caballe-ros Templarios, erróneamente interpretada hasta ahora.
 
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astaroth1
view post Posted on 15/3/2009, 21:06




Las doctrinas del Zoroastro verdadero son idénticas a las del Caba-lismo puro, y sus conceptos sobre la divinidad nada difieren de los Pa-dres de la Iglesia. Sólo varían los nombres; por ejemplo, la tríada de Zoroastro es la Trinidad de la doctrina cristiana, y cuando postula la Triada como subsistiendo sin disminución ni división en cada una de sus unidades, expresa de otra manera lo que nuestros teólogos entienden como circumincesión de las Personas Divinas. En su multiplicación de la Tríada por sí misma, Zoroastro llega a la razón absoluta del número 9 y a la clave universal de todos los números y formas. Pero a las que deno-minamos tres Personas Divinas, Zoroastro las llama las tres profundida-des. La primera, o la del Padre, es la fuente de la fe; la segunda, la del Verbo, es el pozo de la verdad; y la tercera, o la acción creadora, es la fuente del amor. Para cotejar lo adelantado aquí, el lector puede consul-tar el comentario de Pselo sobre la doctrina de los antiguos asirios: se hallará esto en la obra de Francisco Patricio sobre Magia Filosófica, pági-na N° 24, edición de Hamburgo, aparecida en 1593.

Zoroastro estableció la jerarquía celestial y todas las armonías de la Naturaleza en su escala de nueve grados. Explica por medio de la tríada cuanto emana de la idea, y por medio de la tetrada todo lo perteneciente a la forma, llegando así al número 7, como tipo de la creación. Aquí ter-mina la primera iniciación y comienzan las hipótesis escolásticas; los nú-meros son personificaciones y las ideas pasan a ser emblemas, que en un período posterior se convirtieron en ídolos. Los sinocos, los teletarcas y los Padres, ministros de la triple Hécate; los tres Amilictes y el triple ros-tro de Hypezocos.. . todos estos intervienen: los ángeles siguen en su orden, los demonios y, por último, las almas humanas. Las estrellas son imágenes y reflejos de los esplendores intelectuales; el sol material es un emblema del sol de la verdad, que en sí mismo es una sombra de la pri-mera fuente de donde emana toda gloria. Es por eso que los discípulos de Zoroastro saludaban al sol naciente y así fueron considerados adora-dores del sol entre los bárbaros.

Tales eran las doctrinas de los Magos, que además poseían los se-cretos que les dieron dominio sobre los poderes ocultos de la Naturaleza. La suma de estos secretos podría denominarse pirotecnia trascendental, pues estaba íntimamente relacionada con el profundo conocimiento del fuego y su manejo. Es cierto que los Magos no sólo estaban familiariza-dos con la electricidad sino que también eran capaces de generarla y di-rigirla de maneras actualmente desconocidas. Numa, que estudió sus ritos y fue iniciado en sus misterios, poseía, según Lucio Pisón, el arte de pro-ducir y controlar el rayo. Este secreto sacerdotal, que el iniciador roma-no habría reservado para los reyes de Roma, lo perdió Tulio Hostilio, quien manejó equivocadamente la descarga eléctrica y fue destruido. Pli-nio relata estos hechos basado en la autoridad de una antigua tradición etrusca y menciona que Numa dirigió su batería con buen éxito contra un monstruo llamado Volta, que asolaba el distrito en torno de Roma. Al leer esta historia nos sentimos tentados a pensar que Volta, el descu-bridor, es un mito, y que el nombre de las pilas voltaicas se remonta a los tiempos de Numa.
 
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satanas1
view post Posted on 15/3/2009, 21:11




Todos los símbolos asirios se conectan con esta ciencia del fuego, que fue el gran secreto de los Magos; por todos lados encontramos al en-cantador que mata al león y controla a las serpientes. El león es el fuego celestial, y las serpientes son las corrientes eléctricas y magnéticas de la tierra. A este mismo gran secreto de los Magos pueden referirse todas las maravillas de la Magia hermética, cuyas tradiciones, subsistentes aún, dan testimonio de que el misterio de la Gran Obra consiste en el manejo del fuego.

El erudito Patricio publicó en su Magia Filosófica los Oráculos de Zoroastro, recogidos de las obras de autores platónicos: de Proclo sobre la Teurgia; de los comentarios sobre el Parménides, de comentarios sobre el Fedro, y de las notas de Olimpiodoro sobre el Filebo y Faidón. Estos Oráculos son, en primer término, una formulación clara y precisa de la doctrina aquí expuesta, y en segundo lugar, las prescripciones del ritual mágico expresado en los términos siguientes.
 
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belzebuth666
view post Posted on 15/3/2009, 21:18




Demonios y sacrificios

"Induciéndolo de la Naturaleza, hemos aprendido que hay demonios incorpóreos y que los gérmenes del mal que existen en la materia vuelven al bien y la utilidad comunes. Pero estos son misterios que deben sepul-tarse en los meandros del pensamiento. El fuego, siempre agitado y brincando en la atmósfera, puede asumir una configuración semejante a la de los cuerpos. Vayamos más adelante y afirmemos la existencia de un fuego que abunda en imágenes y reflejos. Llámalo, si quieres, luz su-perabundante que irradia, que habla, que retorna a sí misma. Es el corcel llameante de la luz, o más bien el bravo niño que vence y somete al cor-cel celestial. Descríbelo revestido de llamas y con áurea coraza, o desnu-do como el amor, portando las flechas de Eros. Mas si tu meditación se prolonga, combinarás todos estos emblemas bajo la forma del león. De allí en adelante, cuando las cosas ya no sean visibles, cuando la Bóveda de los Cielos y la extensión del universo se disuelva, cuando las estrellas hayan cesado de brillar y la lámpara de la luna se vele, cuando la tierra tiemble y el rayo juguetee en torno de ella, no invoques el fantasma vi-sible del alma de la Naturaleza, pues de ningún modo deberás contem-plarla hasta que tu cuerpo haya sido purificado mediante las pruebas san-tas. Los enervadores de las almas, que distraen de los quehaceres sagra-dos, los demonios cinocéfalos salen de los confines de la materia y exhiben a los mortales ojos semejanzas de cuerpos ilusorios. Trabaja en torno de los círculos descriptos por el rombo de Hécate. Nada cambies de los nombres bárbaros de la invocación, pues son títulos panteístas de Dios; están magnetizados por la devoción de las multitudes y su poder es ine-fable. Cuando después de todos los fantasmas contemples el brillo del fuego incorpóreo, el fuego sagrado cuyos dardos penetran en todas direc-ciones a través de las profundidades del mundo.. . escucha las palabras del fuego."

Estas frases asombrosas, tomadas del latín de Patricio, incluyen los secretos del magnetismo y de cosas mucho más profundas, que no penetraron en el corazón de personas como Du Potet y Mesmer como para que pudieran concebirlos. Descubrimos a) la Luz Astral descripta perfectamente, junto con su poder de producir formas fluídicas, de reflejar el lenguaje y de reproducir la voz; 6) la voluntad del adepto significada por el valiente niño montado en un caballo blanco, símbolo que se halla en una antigua carta del Tarot conservada en la Bibliotéque Nationale; c) los peligros de la alucinación, que surgen de las operaciones mágicas mal dirigidas; d) la razón de ser de los acontecimientos cumplidos mediante el uso de nombres y palabras bárbaros; e) el instrumento magnético de-nominado rhombos, comparable a un trompo zumbador infantil; f) el término de la práctica mágica, que es el aquietamiento de la imaginación y los sentimientos en un estado de completo sonambulismo y lucidez perfecta.
 
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nubarus
view post Posted on 15/3/2009, 22:51




De esta revelación del mundo antiguo se desprende que el éxtasis clarividente es una aplicación voluntaria e inmediata del alma al fuego universal, o más bien a la luz —abundante en imágenes— que irradia, habla y circula en torno de todos los objetos y toda esfera del universo. Esta aplicación es operada mediante la persistencia de la voluntad libera-da de los sentidos y fortalecida por una sucesión de pruebas. En esto consistía el comienzo de la iniciación mágica. Una vez obtenido el poder de lectura directa en la luz, el adepto se convertía en vidente o profeta; luego, una vez establecida la comunicación entre esta luz y su propia vo-luntad, aprendía a dirigir la primera, tal como la punta de una flecha es puesta en cierta dirección. Comunicaba a voluntad pugna o paz a las almas de los demás; establecía relación a distancia con los adeptos co-frades que eran sus pares; y, en fin, se valía de la fuerza que es repre-sentada por el león celestial. Aquí radica el significado de las grandes figuras asirias que sostienen en sus brazos leones vencidos. La Luz Astral es también representada con esfinges gigantescas con cuerpos de leones y cabezas de Magos. Considerada como instrumento sujeto al po-der mágico, la Luz Astral es la áurea espada de Mitra utilizada en su in-molación del toro sagrado. Y es la flecha de Febo que traspasó a la ser-piente Pitón.

Reconstruyamos ahora con el pensamiento las grandes ciudades me-tropolitanas de Asiria, Babilonia y Nínive; restauremos en su propio lugar los colosos de granito; armemos los templos macizos, sostenidos por ele-fantes y esfinges; alcemos una vez más los obeliscos desde los que los dragones miran hacia abajo con ojos brillantes y alas extendidas. Tem-plos y palacios se destacan sobre estas cosas prodigiosas. Allí moran, eternamente ocultos, pero también eternamente manifiestos por sus mi-lagros, el sacerdocio y la realeza, como divinidades visibles de la tierra. El templo está rodeado de nubes o resplandece con brillo sobrenatural, al arbitrio de los sacerdotes; ahora es de día y hay oscuridad, y nue\a-mente la noche se ilumina; las lámparas del templo se encienden por sí solas; los dioses están radiantes; resuenan los truenos; y ¡ay del impío que haya invocado sobre su cabeza la maldición de los iniciados! Los templos protegen a los palacios, y los servidores reales luchan por la re-ligión de los Magos. El monarca mismo es sagrado; es un dios sobre la tierra; el pueblo se prosterna a su paso; y el maniático que intente cruzar el umbral de su palacio cae muerto de inmediato, por intervención de un mano invisible, sin golpe de maza ni de espada. Muere como por un rayo, destruido por el fuego del cielo. ¡Qué religión y qué poder! ¡Cuan poderosas son las sombras de Nimrod, de Belus, de Semíramis! ¿Qué puede superar a estas ciudades casi fabulosas, donde están entroni-zadas esas potentes realezas... estas capitales de gigantes, capitales de magos, de seres identificados por la tradición con ángeles y hasta deno-minados hijos de Dios o príncipes de los cielos? ¿Qué misterios se hi-cieron dormir en estos sepulcros de naciones del pasado? ¿Superamos a los niños cuando exaltamos nuestra ilustración y progreso, sin recordar estos asombrosos monumentos?
 
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astaroth1
view post Posted on 15/3/2009, 22:58




En su obra sobre Magia, Du Potet afirma, con cierta timidez, que es posible doblegar a su ser viviente mediante una corriente de fluido mag-nético. El poder mágico se extiende más allá de este límite, pero no se reduce dentro de las medidas del supuesto fluido magnético. La Luz As-tral en conjunto (el elemento de la electricidad y el rayo) puede ponerse a disposición de la voluntad humana. Sin embargo, ¿qué debe hacerse para adquirir este poder formidable? Precisamente, Zoroastro nos dijo: debemos conocer las misteriosas leyes del equilibrio que subyugan los poderes mismos del mal ante el imperio del bien. Debemos purificar nuestros cuerpos mediante pruebas sagradas, debemos vencer a los fan-tasmas de la alucinación, y apoderarnos audazmente de la luz, imitando a Jacob en su lucha con el ángel. Debemos vencer a los perros fantásticos que aullan en la noche de los sueños. En una palabra, y para usar una contundente expresión del Oráculo, debemos oír hablar a la luz. Entonces somos sus amos y podemos dirigirla, como lo hiciera Numa, contra los enemigos de los Santos Misterios. Pero si en ausencia de pureza perfecta, y bajo el gobierno de una pasión animal, por la que aún estamos su-jetos a las fatalidades de la vida tempestuosa, procedemos a esta clase de operación, el fuego que encendamos nos consumirá; caeremos vícti-mas de la serpiente que liberamos, y pereceremos como Tulio Hostilio.

No está de acuerdo con las leyes de la Naturaleza que el hombre sea devorado por las bestias salvajes. Dios le armó con poder de resistencia; sus' ojos pueden fascinarlas, su voz puede reprimirlas, su ademán, hacer-las detener. Sabemos, como un hecho literal, que los animales más salva-jes se acobardan ante una mirada humana firme y parecen temblar ante la voz humana. La explicación consiste en que se paralizan y aterrorizan mediante proyecciones de Luz Astral. Cuando Daniel fue acusado de impostura y falsa Magia, tanto él como sus acusadores fueron sometidos por el rey de Babilonia a la prueba de los leones. Estas bestias sólo ata-can a quienes los temen o a aquellos por los que sienten temor. Es cabal-mente cierto que el tigre retrocede ante la mirada magnética de un hom-bre valiente, aunque éste esté desarmado.

Los Magos utilizaron este poder y los reyes de Asiria tenían tigres, leopardos y leones domesticados en sus jardines. Otros se conservaban en bóvedas, debajo de los templos, para usarlos en las pruebas de las inídaciones. Los bajorrelieves simbólicos son prueba de esto; representan pruebas de fuerza entre hombres y animales, y el adepto, vestido con ro-paje sacerdotal, controla a los brutos con una mirada y los contiene con su mano. Cuando tales animales son representados en una de las formas atri-buidas a la esfinge, sin duda son simbólicos, pero en otras muestras el bruto es del orden natural, y entonces la lucha parece ilustrar una teoría de encantamiento real.
 
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nubarus
view post Posted on 15/3/2009, 23:28




La Magia es una ciencia; abusar es perderla, y es también destruir-se. Los reyes y sacerdotes del mundo asirio eran demasiado grandes co-mo para librarse de este peligro; de hecho, los dominó el orgullo y, por tanto, cayeron. La gran época mágica de Caldea es anterior a los reina-dos de Semíramis y Nino. Entonces la religión había empezado ya a ma-terializarse, y a reinar la idolatría. El culto de Astarté sucedió al de la Venus celestial y la realeza se arrogó atributos divinos bajo los nombres de Baal y Bel, o Belus. Semíramis sometió la religión a la política y las conquistas, reemplazando los viejos templos misteriosos con monumentos ostentosos e imprudentes. No obstante esto, la idea mágica continuó pre-valeciendo en el arte y la ciencia, sellando las construcciones de la época con características de poder y grandiosidad inimitables. El palacio de Semiramis era un edificio síntesis de todo el dogma zoroastriano, y recu-rriremos a él al explicar el simbolismo de las siete obras maestras de la antigüedad, llamadas las Maravillas del Mundo.

El sacerdocio pasó a ser secundario para el imperio como resultado de un intento de materializar su propio poder. La caída de uno implicaba la del otro, y esto ocurrió bajo el reinado del afeminado Sardanápalo. Este príncipe, entregado al lujo y la indolencia, redujo la ciencia de los Magos al nivel de una de sus cortesanas. ¿De qué servían los prodigios si no lograban suministrar placer? ¡Obligad, oh encantadores, obligad al invierno a que produzca rosas; duplicad el sabor del vino; aplicad vues-tro poder a la luz para que la belleza de las mujeres resplandezca como la de las divinidades! Los Magos obedecieron y el rey pasaba de una embriaguez a otra. Pero se declaró la guerra, y el enemigo ya estaba en marcha. Ese enemigo significaría poco para el sibarita transido de placeres. Pero eso fue la ruina, la infamia y la muerte. Ahora Sardaná-palo no temía la muerte, puesto que para él ésta era un sueño intermina-ble, y sabía cómo evitar los trabajos y humillaciones de la servidumbre. Llegó la última noche; el vencedor ya estaba en el umbral; la ciudad no podía resistir más; el reino de Asiria debe terminar por la mañana. El palacio de Sardanápalo se encendió y resplandeció con tal esplendor que iluminó a toda la ciudad consternada. En medio de montones de telas preciosas, de joyas y copas de oro, el rey llevó a cabo su orgía final. Le rodeaban sus mujeres, sus favoritas, sus cómplices, sus sacerdotes dege-nerados; la algazara de la ebriedad se mezclaba con la música de mil instrumentos; los leones domesticados rugían; y un humo de perfumes, ascendiendo desde las bóvedas del palacio, envolvió todo el edificio en una pesada nube. Pero lenguas de fuego empezaron a penetrar por los paneles de cedro; las frenéticas canciones fueron reemplazadas por gri-tos de terror y gemidos de agonía. La magia que, en manos de sus adeptos degradados, no podía salvaguardar el imperio de Nino, al menos mezcló sus maravillas para cubrir las terribles memorias de este titánico suicida. Un vasto y siniestro esplendor, como jamás lo viera la noche de Babilo-nia, pareció retroceder de repente y agrandar la bóveda del cielo; un ruido, como todos los truenos del mundo resonando al unísono, conmo-vió la tierra, y los muros de la ciudad se derrumbaron. Después descen-dió una noche más profunda; el palacio de Sardanápalo se disolvió y, cuando llegó la mañana, su conquistador no halló vestigios de su riqueza, ni rastros siquiera del cadáver del rey y todos sus lujos.

Así terminó el primer imperio de Asiria, y la civilización fundada desde antiguo por el verdadero Zoroastro. Así terminó también la Magia, propiamente dicha, y empezó el reinado de la Cabala. Cuando Abraham salió de Caldea, llevó consigo sus misterios. El pueblo de Dios creció en silencio, y muy pronto encontraremos a Daniel confundiendo a los mise-rables encantadores de Nabucodonosor y Baltasar.
 
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astaroth1
view post Posted on 15/3/2009, 23:41




Capítulo III

LA MAGIA DE LA INDIA


La tradición cabalística nos narra que los descendientes de Caín po-blaron la India y, en un período posterior, emigraron allí los descendientes de Abraham y Keturah; en cualquier caso, por sobre todos los demás, es el país de la Goecia y los prodigios ilusorios. Allí se perpetuó la Magia Negra al igual que las tradiciones originales del fratricidio, impuestas por los poderosos sobre los débiles, continuadas por las castas dominantes, y expiadas por los parias. Los dogmas de sus gimnosofistas serían las claves de la sabiduría suprema si no abriesen con mayor facilidad las puertas que conducen a la degradación y la muerte. La asombrosa ri-queza del simbolismo de la India parece sugerir que es anterior a todo lo demás, y esto es apoyado por la prístina frescura de sus ideaciones poé-ticas. Pero la raíz de su árbol parece haber sido devorada por la ser-piente infernal. La deificación del demonio, contra la que ya lanzamos una enérgica protesta, se manifiesta en toda su torpeza. La terrible Tri-murti de los brahmanes abarca un Creador, un Destructor y un Preser-vador. Su Adhi-Nari, que representa a la Madre Divina, o Naturaleza Celestial, se llama también Bohani, a quien los salteadores y estrangula-dores presentan las ofrendas votivas de sus crímenes. Vishnú, el preser-vador, sólo encarna para destruir a un demonio inferior, que siempre vuelve a la vida por intervención de Siva, o Rudra, el dios de la muerte. Se advierte que Siva es la apoteosis de Caín, pero en toda esta mitología no hay nada que recuerde la mansedumbre de Abel. No obstante, los mis-terios de la India son grandiosos en su poesía y singularmente profundos en sus alegorías; pero son la Cabala profanada, y por ende, lejos de sos-tener al alma y conducirla hasta la sabiduría suprema, el brahmanismo, con sus eruditas teorías, la hunde en los abismos de la locura.

Del falso cabalismo de la India, los gnósticos tomaron sus ensoña-ciones horribles y obscenas; asimismo, la Magia de la India, que se ma-nifiesta en el umbral de las ciencias ocultas con mil deformidades, ate-rroriza a las mentes razonables y provoca los anatemas de todas las igle-sias. Este conocimiento falso y peligroso, confundido tan a menudo por ignorantes y superficiales con la ciencia verdadera, envolvió todo lo que lleva el nombre de ocultismo en una condena general, a la que hasta el autor de estas páginas suscribiera antes de conseguir la llave del santua-rio mágico. Para los teólogos de los Vedas, Dios sólo se manifiesta como fuerza; todo progreso y todas las revelaciones son determinadas por conquista; Vishnú encarna en monstruosos leviatanes marinos y en enor-mes jabalíes, que moldean la tierra prístina con sus hocicos.
 
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leviathan1
view post Posted on 15/3/2009, 23:46




Empero, existe una maravillosa génesis panteísta, y los autores de sus fábulas son, al menos, lúcidos en su sonambulismo. Los diez Avatares de Vishnú corresponden numéricamente a los Sephiroth de la Cabala. El dios en cuestión asumía sucesivamente tres formas animales o elementa-les de vida, luego de lo cual se convertía en lince y en ser humano. Apa-recía después como Brahma y, con un disfraz de falsa humildad, poseía toda la tierra. En otra ocasión era un niño, y como tal, el ángel conso-lador de los patriarcas. Después de esto asumía la máscara de un gue-rrero y batia a los opresores del mundo. Nuevamente se corporizaba como diplomacia, oponiéndola a la violencia, y parece que a esta altura abandonaba la forma humana para asumir agilidad simiesca. La diplo-macia y la violencia se consumían mutuamente, y el mundo guardaba un redentor intelectual y moral. Entonces Vishnú encarnaba como Krishna. Era proscripto incluso en su cuna, junto a la cual vigilaba el asno simbó-lico. Se le llevaba muy lejos para salvarle del poder de sus enemigos; llegaba a la edad viril y predicaba su doctrina de misericordia y bue-nas obras. Descendía al infierno, ataba a la serpiente infernal y retor-naba gloriosamente al cielo. Su festividad anual tiene lugar en agosto, bajo el signo de Virgo. Esta es una asombrosa intuición respecto de los misterios cristianos y tanto más impresionante cuando recordamos los libros sagrados de la India, escritos muchos siglos antes de la era cris-tiana. A la revelación de Krishna sucedió la de Buda, que ligó la reli-gión purísima con la filosofía más excelsa. La felicidad del mundo estaba así asegurada y nada quedaba por esperar, estando pendiente la encar-nación décima y final, cuando Vishnú regrese en su propia forma, con-duciendo el corcel del juicio final, cuyo casco, siempre en alto, atemori-zará al mundo al caer.

Podemos notar aquí la presencia de los números sagrados y de los cálculos proféticos de los Magos. Los gimnosofistas y los iniciados zo-roastrianos se nutrieron en las mismas fuentes, pero fue el Zoroastro falso y negro quien quedó en la India como maestro de teología. Los secretos finales de esta doctrina degenerada son el panteísmo y su legítima conse-cuencia, el materialismo absoluto, enmascarado como la negación abso-luta de la materia. Pero puede preguntarse: ¿qué significa si el espíritu se materializa o la materia se espiritualiza mientras se postule la igualdad e identidad de los términos? Sin embargo, la consecuencia de tal pan-teísmo es mortal para la ética: no hay crímenes ni virtudes en un mundo donde todo es Dios. Es dable esperar, después de tales doctrinas, una de-gradación progresiva de los brahmanes en un quietismo fanático; pero aún no se llegó al final. Como gran ritual mágico les quedó el libro de ocultismo de la India, el Oupnek'hat para proveer los medios físicos y morales para consumar la obra de su amodorramiento y llegar a un mé-todo graduado en la delirante locura que sus hechiceros denominan el Es-tado Divino. La obra en cuestión es madre de todos los grimorios y la más curiosa entre todas las antigüedades de la Goecia. Se divide en cin-cuenta partes y es una oscuridad tachonada de estrellas. Las máximas sublimes están mezcladas con falsos oráculos. A veces parece el Evangelio de San Juan, como, por ejemplo, en los siguientes extractos de las partes o números 11 y 48:

"El ángel del fuego creador es la palabra de Dios; esa palabra pro-dujo la tierra y la vegetación que de ésta brota, junto con el calor que la madura. La palabra del Creador es el Creador y, asimismo, Su Hijo único." Ahora bien, por el otro lado, estas ensoñaciones son dignas tan sólo de los más extravagantes heresiarcas: "Al ser la materia solamente una apariencia engañosa, el sol, las estrellas y hasta los mismos elemen-tos son genios, mientras los animales son demonios, y el hombre es un espíritu puro, engañado por las ilusiones de las formas". Tal vez estemos suficientemente "edificados" con estos extractos respecto de cuestiones doctrinales y podamos pasar al Ritual Mágico de los encantadores de la India.
 
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211 replies since 8/3/2009, 17:35   5819 views
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