HISTORIA DE LA MAGIA, Eliphas Levi

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nubarus
view post Posted on 20/6/2009, 19:03




Aceptemos entonces que todas las conquistas de la ciencia en el pasa-do fueron logradas para beneficio de la Iglesia universal y, con Vicente de Lerins, asignemos a ella la heredad indivisa de todo el progreso veni-dero. A ella le pertenecen las grandes aspiraciones de Zoroastro y todos los descubrimientos de Hermes; de ella es la Clave del Arca Sagrada y el Anillo de Salomón, pues ella representa a la jerarquía santa e inmutable. Es mas fuerte en razón de sus luchas, y se afirma, por sus aparentes caídas, en una estabilidad aún mayor. Sufre para poder reinar; cae para ser exaltada en su caída; y muere para surgir de nuevo. "Debemos estar preparados", dice el Conde José de Maistre, "para un gran acontecimiento en el orden divino; marchamos hacia él a paso acelerado; deberá mani festarse a todos cuanto lo observen y asombrosos oráculos anuncian que la hora está cercana. Muchas profecías del Apocalipsis se refieren a estos tiempos modernos. Un autor llegó a decir que ese acontecimiento ya co menzó y que la nación francesa está destinada a convertirse en gran ins- tumento de la más potente de todas las revoluciones. Tal vez no haya en toda Europa un hombre verdaderamente religioso —hablo de las clases educadas— que no espere algo extraordinario en este momento actual. ¿De nada sirve un presentimiento general de esta índole? Remontémonos a siglos pasados, incluso hasta el nacimiento de nuestro Salvador. En esa época una voz alta y misteriosa, que empezó en los reinos de Oriente, pro clamó que éste estaba a punto de triunfar, que surgiría en Judea un con quistador, que habíamos recibido un niño divino, que descendería de lo alto del cielo para restaurar la Edad Dorada sobre la tierra. Tales ideas se esparcieron en el exterior por todas partes, y como se prestaban a la poesía, sobre todas las cosas, las hizo suyas el máximo poeta latino, ador nándolas con brillantes matices en su Pollion. Hoy, como en la época de Virgilio, el universo aguarda, ¿y cómo desdeñaremos esa fuerte persua sión, o con qué derecho condenaremos a quienes se consagran a búsquedas sagradas, basándose en las indicaciones de los signos divinos? Si se busca una prueba de lo que se espera, habrá que volver la vista hacia las cien cias mismas, considerar el progreso de la química y de la astronomía, y ver hacia dónde se dirigen. Por ejemplo, ¿se creería que Newton nos retrotrae a Pitágoras y que quedará ahora demostrado que los cuerpos celestes son puestos en movimiento, como los cuerpos humanos, por inte ligencias existentes en ellos? No sabemos cómo, pero esto es lo que está a punto de verificarse fuera de toda discusión. Esa doctrina puede ser paradójica y hasta ridicula, porque la opinión corriente impone este cri terio; pero esperemos hasta que la afinidad natural de la religión y la ciencia se unan en la mente de un solo hombre genial. Su llegada no puede estar lejana, y entonces las opiniones que ahora parecen extravagantes o irracionales se convertirán en axiomas que nadie cuestionará, mientras la gente hablará de nuestra actual estupidez como ahora habla de la supersti ción medieval."

Según lo expresa Santo Tomás con una bella frase, "Todo lo que Dios quiere es justo, pero lo que es justo no ha de designarse así sólo porque Dios lo quiere" (Non ex hoc dicitur justum quod Deus illud vult.) La doctrina moral del futuro está contenida allí, y de este fértil principio se desprende de inmediato una deducción: no sólo está bien desde el punto de vista de la fe hacer lo que Dios ordena, sino incluso desde el punto de vista de la razón es excelente y racional obedecerle. Por tanto, el hombre puede decir: obro bien no sólo porque Dios lo quiere sino también por-que yo lo quiero. Así la voluntad de la humanidad puede ser a un tiempo libre y sometida, pues la razón —que demuestra de modo irrecusable la sabiduría de las prescripciones de la fe— actuará según su apropiado im-pulso al seguir la ley divina, de la cual la razón se convierte así, por así decirlo), en la sanción humana. Desde entonces en adelante la superstición y la impiedad ya no serán posibles, mientras que de estas consideraciones se desprende que en la religión y en la filosofía práctica —es decir, en la filosofía moral— habrá una autoridad absoluta, y sólo serán revelados y establecidos dogmas morales. Hasta entonces tendremos el dolor y la cons-ternación de ver diariamente en pugna las muy simples y universales cues-tiones del derecho y el deber, mientras que si las blasfemias son reducidas al silencio, una cosa es imponer ese silencio y otra persuadir y convertir. Mientras la Magia Trascendental fue profanada por la iniquidad de los hombres, la Iglesia necesariamente la proscribió. Los falsos gnósticos desacreditaron el nombre del gnosticismo, otrora tan puro; los hechiceros ultrajaron a los hijos de los Magos; pero la religión, amiga de la tradi-ción y guardiana de los tesoros de la antigüedad, ya no puede rechazar una doctrina anterior a la Biblia y en perfecto acuerdo con el respeto tra-dicional hacia el pasado y hacia nuestras vitalísimas esperanzas de pro-greso en el futuro. La gente común es iniciada por el trabajo y la fe en el derecho de propiedad y conocimiento. Siempre existirá esa gente, como siempre existirán niños; mas cuando la aristocracia, dotada de sabiduría, se convierta en madre del pueblo, se abrirá para todos el sendero de la emancipación personal, sucesiva y gradual, y los llamados se capacitarán de ese modo, mediante sus propios esfuerzos, para lograr el rango de los elegidos. Este es el misterio del futuro que la iniciación antigua ocultaba en sus oscuros meandros. Los milagros de la Naturaleza, sometidos a la voluntad del hombre, están reservados para los elegidos venideros. El báculo del sacerdocio se convertirá en la vara de los milagros; así ocurrió en la época de Moisés y de Hermes; así sucederá nuevamente. El cetro del Mago será el del rey o emperador del mundo; y esa persona será, por derecho, primera entre los hombres y se revelará como la máxima de to-das en conocimiento y en virtud. En ese entonces, la Magia ya no será una ciencia oculta, salvo para los ignorantes; será para todos una ciencia indiscutible. Entonces la revelación universal volverá a soldar todos los demás eslabones de su cadena áurea; la epopeya humana concluirá y hasta los esfuerzos de los Titanes habrán sólo servido para restaurar el altar del Dios verdadero. Todas las formas que vistieron el pensamiento divino Te-nacerán sucesivamente inmortales y perfectas. Todos los rasgos bosqueja-dos por el arte sucesivo de las naciones se unirán para formar la imagen perfecta de Dios. Una vez purificado y extraído del caos, el dogma dará a luz naturalmente una ética infalible, y el orden social se constituirá so-bre esta base. Los sistemas ahora en guerra serán sueños crepusculares; dejémoslos pasar. El sol brilla y la tierra sigue su curso; es un insensato quien dude que ese día ya llega. También son insensatos los que dicen que el catolicismo es sólo un tronco muerto y que hay que darle hacha. No ven que debajo de su seca corteza se renueva incesantemente el árbol vivo.

La verdad no tiene pasado ni futuro; es eterna; no es lo que concluye; esto es sólo nuestro sueño. El martillo y el hacha, que destruyen ante la vista del hombre, son en la mano de Dios como la podadera, y las ramas muertas —las supersticiones y herejías en religión, ciencia y política— sólo pueden ser arrancadas de cuajo del árbol de las convicciones y creen-cias eternas.

El propósito de esta historia de la Magia fue demostrar que, al prin-cipio, los símbolos de la religión eran también los de la ciencia, que en-tonces estaba oculta. Que la religión y la ciencia, reunidas en el futuro, se ayuden y amen mutuamente, como dos hermanas, pues ambas tuvieron una misma cuna.
 
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astaroth1
view post Posted on 7/1/2016, 00:02




ÍNDICE

LIBRO I
LAS DERIVACIONES DE LA MAGIA

Capítulo I — Los orígenes fabulosos
Capítulo II — La magia de los magos
Capítulo III — La magia de la India
Capítulo IV — La magia hermética
Capítulo V — La magia en Grecia
Capítulo VI — La magia matemática de Pitágoras
Capítulo VII — La santa cabala

LIBRO II
FORMACIÓN Y EVOLUCIÓN DE LOS DOGMAS

Capítulo I — Simbolismo primitivo de la historia
Capítulo II — El misticismo
Capítulo III — Iniciaciones y pruebas
Capítulo IV — La magia de culto público
Capítulo V — Los misterios de la virginidad
Capítulo VI — Las supersticiones
Capítulo VII — Los monumentos mágicos

LIBRO III
SÍNTESIS Y REALIZACIÓN DIVINAS DE LA MAGIA
MEDIANTE LA REVELACIÓN CRISTIANA

Capítulo I — Cristo acusado de magia por los judíos
Capítulo II—Testimonio de la magia en el cristianismo
Capítulo III — El demonio
Capítulo IV — Los últimos paganos
Capítulo V — Las leyendas
Capítulo VI — Algunas pinturas cabalísticas y emblemas
sagrados
Capítulo VII — Los filósofos de la escuela de Alejandría

LIBRO IV
LA MAGIA Y LA CIVILIZACIÓN

Capítulo I — La magia entre los bárbaros
Capítulo 11 — La influencia femenina
Capítulo III — Las leyes sálicas contra los hechiceros
Capítulo IV — Leyendas del reinado de Carlomagno
Capítulo V — Los magos
Capítulo VI — Algunos procesos famosos
Capítulo VII — Supersticiones relativas al demonio

LIBRO V
LOS ADEPTOS Y EL SACERDOCIO

Capítulo I — Sacerdotes y Papas acusados de magia
Capítulo II — Aparición dé los nómades bohemios
Capítulo III — Leyenda e historia de Raimundo Lulio
Capítulo IV — Sobre ciertos alquimistas
Capítulo V — Algunos hechiceros y magos famosos
Capítulo VI — Algunos juicios por magia
Capítulo VII — Origen mágico de la francmasonería

LIBRO VI
LA MAGIA Y LA REVOLUCIÓN

Capítulo I — Autores notables del siglo XVIII
Capítulo II — Personalidades taumatúrgicas del siglo XVIII
Capítulo III — Las profecías de Cazotte
Capítulo IV — La revolución francesa
Capítulo V — Fenómenos de mediumnidad
Capítulo VI — Los iluminados alemanes
Capítulo VII — El imperio y la restauración

LIBRO VII
LA MAGIA EN EL SIGLO XIX

Capítulo I — Místicos y materialistas magnéticos
Capítulo II — Las alucinaciones
Capítulo III — Mesmeristas y sonámbulos
Capítulo IV -— El aspecto fantástico de la literatura mágica
Capítulo V — Algunos recuerdos privados del autor
Capítulo VI—Las ciencias ocultas
Capítulo VII —Resumen y conclusiones
 
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211 replies since 8/3/2009, 17:35   5819 views
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