InfluenciaLas influencias musicales de Iron Maiden incluyen principalmente grupos como UFO, Black Sabbath, Jethro Tull, Genesis, Deep Purple, The Who, Wishbone Ash, Uriah Heep, Free, Jimi Hendrix, Led Zeppelin, Budgie, Montrose, Golden Earring. entre otras.
Al ser una de las bandas más importantes del heavy metal, Iron Maiden ha sido una enorme influencia para toda una generación de bandas, como Metallica, Slayer, Megadeth, Anthrax, Venom, Destruction, Sodom, Death, Possessed, Morbid Angel, Dream Theater, Arch Enemy, Godsmack, Children of Bodom, Manowar, Queensrÿche, Paradise Lost, Mayhem, Immortal, Dimmu Borgir, Pantera, Trivium, Opeth, Bullet For My Valentine, Slipknot, Funeral for a Friend, Coheed and Cambria, Lamb of God, Avenged Sevenfold, entre muchas otras.
Los guitarristas de la banda, Dave Murray, Adrian Smith y Janick Gers, tienen cada uno sus propias influencias individuales y estilo de tocar. Dave Murray es conocido por su técnica de legato que, según él, "evolucionó de forma natural. Cuando era pequeño, yo había oído a Jimi Hendrix usar legato y me gustó ese estilo." Adrian Smith indicó que él "se inspiró en el blues rock en lugar del metal" y sus influencias fueron Johnny Winter y Pat Travers, lo que le llevó a convertirse en un "guitarrista melódico". Janick Gers, por el contrario, prefiere un estilo más improvisado, en gran parte inspirado por Ritchie Blackmore, que, afirma él, contrasta con el sonido "rítmico" de Smith.
El cantante Bruce Dickinson, que normalmente trabaja en colaboración con el guitarrista Adrian Smith, tiene un estilo vocal operístico, inspirado por Arthur Brown, Peter Hammill, Ian Anderson e Ian Gillan, y se le considera frecuentemente uno de los mejores cantantes de heavy metal de todos los tiempos. Aunque Nicko McBrain sólo aparece como autor una vez, en el álbum Dance of Death, Harris suele trabajar con él durante el desarrollo de las canciones. Adrian Smith comentó: "A Steve le encanta tocar con él. A menudo trabajaban durante horas repasando las partes de bajo y batería."
A lo largo de su carrera, el estilo de la banda no ha experimentado prácticamente cambios, a pesar de la adición de sintetizadores de guitarra en Somewhere in Time (1986), teclados en Seventh Son of a Seventh Son (1988) y el intento en 1990 de volver a la producción "simple" de su material más antiguo en No Prayer for the Dying. En los últimos años la banda ha comenzado a utilizar elementos más progresivos en sus canciones, descritos por Steve Harris como "no progresivo en el sentido moderno, sino como Dream Theater, más en el estilo de los 70 ". Según Harris, Seventh Son of a Seventh Son fue el primer álbum "más progresivo" de la banda, pero no volverían a revisitar este estilo hasta The X Factor, de 1995, que es "como una extensión de Seventh Son..., en lo que concierne al elemento progresivo del mismo". Esta novedad contrasta con el sonido más crudo anterior de la banda que, según AllMusic, tomaba prestados elementos del punk rock, aunque Harris lo niega tajantemente.