| CAPÍTULO 5
La depravación moral de Judá
5:1 Recorran las calles de Jerusalén, miren e infórmense bien; busquen por sus plazas a ver si encuentran un hombre, si hay alguien que practique el derecho, que busque la verdad, y yo perdonaré a la ciudad. 5:2 Aun cuando dicen: "¡Por la vida del Señor!", en realidad, juran falsamente. 5:3 ¿Acaso tus ojos, Señor, no están puestos en la verdad? Tú los golpeaste, y no les dolió, los exterminaste, y rehusaron aceptar la lección; endurecieron su rostro más que una roca, no quisieron convertirse. 5:4 Yo decía: "Sólo la gente del pueblo es la que obra estúpidamente, porque no conocen el camino del Señor, el derecho de su Dios. 5:5 Me dirigiré a los grandes y les hablaré: Ellos sí que conocen el camino del Señor, el derecho de su Dios". Pero también ellos han quebrado el yugo, han roto las ataduras. 5:6 Por eso los ataca el león de la selva, los devasta el lobo de las estepas, el leopardo está al acecho frente a sus ciudades: todo el que sale de ellas es despedazado. Porque son numerosas sus rebeldías, incontables sus apostasías.
La actitud del Señor ante la infidelidad de su Pueblo
5:7 ¿Cómo podré perdonarte esto? Tus hijos me han abandonado, han jurado por lo que no es Dios. Yo los sacié, y ellos fueron adúlteros, van en tropel a los prostíbulos. 5:8 Son caballos bien cebados y fogosos, cada uno relincha por la mujer de su vecino. 5:9 ¿No los voy a castigar por esto? —oráculo del Señor—. De una nación semejante, ¿no me voy a vengar?
La eficacia de la palabra profética
5:10 Suban a sus terrazas y destruyan, pero no lleven a cabo el exterminio. Arranquen sus sarmientos, ya que no pertenecen al Señor. 5:11 Porque la casa de Israel y la casa de Judá no han hecho más que traicionarme —oráculo del Señor—. 5:12 Ellos renegaron del Señor, diciendo: "¡Él no cuenta! ¡No nos pasará nada malo, no veremos ni la espada ni el hambre! 5:13 Los profetas no son más que viento, y no está en ellos la palabra del Señor". 5:14 Por eso, así habla el Señor, el Dios de los ejércitos: Por haber pronunciado esta palabra, 5:13b les sucederá lo siguiente: 5:14c Yo haré que mis palabras sean un fuego en tu boca, y ese pueblo será la leña que el fuego devorará.
Anuncio del castigo divino
5:15 Yo haré venir contra ustedes, casa de Israel, a una nación lejana —oráculo del Señor—: es una nación invencible, una nación antiquísima, una nación cuya lengua no conoces y a la que no entiendes cuando habla. 5:16 Su aljaba es como un sepulcro abierto, todos ellos son guerreros valerosos. 5:17 Ella devorará tu cosecha y tu pan, devorará tus rebaños y tu ganado, devorará tu viña y tu higuera, destruirá con la espada tus plazas fuertes, en las que tienes puesta tu confianza. 5:18 Sin embargo, tampoco en aquellos días —oráculo del Señor— consumaré el exterminio con ustedes. 5:19 Y cuando ellos digan: "¿Por qué razón el Señor, nuestro Dios, nos ha hecho todo esto?", tú les responderás: "Así como ustedes me han abandonado y han servido en su propio país a dioses extraños, así servirán a extranjeros en un país que no es el de ustedes".
Consecuencias del pecado sobre el orden de la creación
5:20 Anuncien esto en la casa de Jacob, proclámenlo en Judá, diciendo: 5:21 Escuchen bien esto, pueblo estúpido y sin inteligencia: ellos tienen ojos y no ven, tienen oídos y no oyen. 5:22 ¿No me temen a mí? —oráculo del Señor—. ¿No temblarán delante de mí, que puse la arena como frontera del mar, límite eterno e infranqueable? Sus olas se agitan, pero son impotentes, braman, pero no lo traspasan. Job 38, 8-11 5:23 Este pueblo tiene un corazón rebelde e indócil, se han apartado y se han ido, 5:24 y no han dicho en su corazón: "Temamos al Señor, nuestro Dios, que da la lluvia, la lluvia de otoño y la lluvia de primavera a su debido tiempo, y que nos asegura las semanas fijas para la cosecha". 5:25 Las iniquidades de ustedes han desordenado esto, sus pecados los han privado de estos bienes.
La corrupción de las clases dirigentes
5:26 Sí, en mi pueblo hay hombres malvados, que están al acecho, agazapados como cazadores, tienden trampas, atrapan a los hombres. 5:27 Como una jaula llena de pájaros, así están sus casas llenas de engaño. Por eso se hacen poderosos y ricos, 5:28 están gordos, rozagantes, traspasan los límites del mal. Ellos no hacen justicia, no hacen justicia al huérfano, y prosperan, no juzgan con rectitud a los indigentes. 5:29 ¿No los voy a castigar por esto? —oráculo del Señor—. De una nación semejante, ¿no me voy a vengar? 5:30 Es algo espantoso, horrible, lo que sucede en el país: 5:31 los profetas profetizan falsamente y los sacerdotes dominan a su arbitrio. ¡Y a mi pueblo le gusta que sea así! Pero ¿qué harán ustedes al fin?
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