| IV. LA FE Y LA CONSTANCIA
CAPÍTULO 11
La fe de Abel, Enoc y Noé
11:1 La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven. 11:2 Por ella fueron alabados nuestros mayores. 11:3 Por la fe, sabemos que el universo fue formado por la palabra de Dios, de manera que lo que se ve resultase de lo que no aparece. 11:4 Por la fe, ofreció Abel a Dios un sacrificio más excelente que Caín, por ella fue declarado justo, con la aprobación que dio Dios a sus ofrendas; y por ella, aun muerto, habla todavía. 11:5 Por la fe, Enoc fue trasladado, de modo que no vio la muerte y no se le halló, porque le trasladó Dios. Porque antes de contar su traslado, la Escritura da en su favor testimonio de haber agradado a Dios. 11:6 Ahora bien, sin fe es imposible agradarle, pues el que se acerca a Dios ha de creer que existe y que recompensa a los que le buscan. 11:7 Por la fe, Noé, advertido por Dios de lo que aún no se veía, con religioso temor construyó un arca para salvar a su familia; por la fe, condenó al mundo y llegó a ser heredero de la justicia según la fe.
Abraham y los patriarcas
11:8 Por la fe, Abraham, al ser llamado por Dios, obedeció y salió para el lugar que había de recibir en herencia, y salió sin saber a dónde iba. 11:9 Por la fe, peregrinó por la Tierra Prometida como en tierra extraña, habitando en tiendas, lo mismo que Isaac y Jacob, coherederos de las mismas promesas. 11:10 Pues esperaba la ciudad asentada sobre cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. 11:11 Por la fe, también Sara recibió, aun fuera de la edad apropiada, vigor para ser madre, pues tuvo como digno de fe al que se lo prometía. 11:12 Por lo cual también de uno solo y ya gastado nacieron hijos, numerosos como las estrellas del cielo, incontables como las arenas de las orillas del mar. 11:13 En la fe murieron todos ellos, sin haber conseguido el objeto de las promesas: viéndolas y saludándolas desde lejos y confesándose extraños y forasteros sobre la tierra. 11:14 Los que tal dicen, claramente dan a entender que van en busca de una patria; 11:15 pues si hubiesen pensado en la tierra de la que habían salido, habrían tenido ocasión de retornar a ella. 11:16 Más bien aspiran a una mejor, a la celestial. Por eso Dios no se avergüenza de ellos, de ser llamado Dios suyo, pues les tiene preparada una ciudad. 11:17 Por la fe, Abraham, sometido a la prueba, presentó a Isaac como ofrenda, y el que había recibido las promesas, ofrecía a su unigénito, 11:18 respecto del cual se le había dicho: Por Isaac tendrás descendencia. 11:19 Pensaba que poderoso era Dios aun para resucitar de entre los muertos. Por eso lo recobró para que Isaac fuera también figura. 11:20 Por la fe, bendijo Isaac a Jacob y Esaú en orden al futuro. 11:21 Por la fe, Jacob, moribundo, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró a Dios, se inclinó apoyado en la cabeza de su bastón. 11:22 Por la fe, José, moribundo, evocó el éxodo de los hijos de Israel, y dio órdenes respecto de sus huesos.
Moisés y el pueblo elegido
11:23 Por la fe, Moisés, recién nacido, fue durante tres meses ocultado por sus padres, pues vieron que el niño era hermoso y no temieron el edicto del rey. 11:24 Por la fe, Moisés, ya adulto, rehusó ser llamado hijo de una hija de Faraón, 11:25 prefiriendo ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar el efímero goce del pecado, 11:26 estimando como riqueza mayor que los tesoros de Egipto el oprobio de Cristo, porque tenía los ojos puestos en la recompensa. 11:27 Por la fe, salió de Egipto sin temer la ira del rey; se mantuvo firme como si viera al invisible. 11:28 Por la fe, celebró la Pascua e hizo la aspersión de sangre para que el Exterminador no tocase a los primogénitos de Israel. 11:29 Por la fe, atravesaron el mar Rojo como por una tierra seca; mientras que los egipcios intentando lo mismo, fueron tragados. 11:30 Por la fe, se derrumbaron los muros de Jericó, después de ser rodeados durante siete días. 11:31 Por la fe, la ramera Rajab no pereció con los incrédulos, por haber acogido amistosamente a los exploradores.
Visión de conjunto y conclusión
11:32 Y, ¿a qué continuar? Pues me faltaría el tiempo si hubiera de hablar sobre Gedeón, y los profetas. 11:33 Estos, por la fe, sometieron reinos, hicieron justicia, alcanzaron las promesas, cerraron la boca a los leones; 11:34 apagaron la violencia del fuego, escaparon del filo de la espada, curaron de sus enfermedades, fueron valientes en la guerra, rechazando ejércitos extranjeros; 11:35 las mujeres recobraban resucitados a sus muertos. Unos fueron torturados, rehusando la liberación por conseguir una resurrección mejor; 11:36 otros soportaron burlas y azotes, y hasta cadenas y prisiones; 11:37 apedreados, torturados, aserrados, muertos a espada; anduvieron errantes cubiertos de pieles de oveja y de cabras; faltos de todo; oprimidos y maltratados, 11:38 ¡hombres de los que no era digno el mundo!, errantes por desiertos y montañas, por cavernas y antros de la tierra. 11:39 Y todos ellos, aunque alabados por su fe, no consiguieron el objeto de las promesas. 11:40 Dios tenía ya dispuesto algo mejor para nosotros, de modo que no llegaran ellos sin nosotros a la perfección.
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