CALAVERAS DE CRISTAL

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satanas1
view post Posted on 18/5/2008, 01:22




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Cráneo de cristal

Los cráneos de cristal son unos cráneos tallados en cuarzo transparente o lechoso, conocido en la historia del arte como "cristal de roca", cuyos supuestos descubridores afirman que son artefactos mesoamericanos precolombinos; sin embargo, ninguno de los especímenes que fueron puestos a disposición para su estudio científico han sido autentificados como precolombinos. Los resultados de estos estudios demostraron que los cráneos de cristal examinados fueron manufacturados a mediados del siglo XIX o más tarde, casi con certeza en Europa durante una época cuando había mucho interés en las antiguas culturas precolombinas. A pesar de algunas afirmaciones presentadas en diversas publicaciones de popularización, las leyendas sobre cráneos de cristal con poderes místicos no forman parte de la mitología y el mundo espiritual de los indígenas mesoamericanos o de otros amerindios.

Algunos miembos del movimiento New Age afirman con frecuencia que los cráneos muestran fenómenos paranormales, siendo frecuentemente representados de esta forma en obras de ficción. Los cráneos de cristal han sido un tema popular, apareciendo en numerosas series televisivas de ciencia-ficción, novelas, películas videojuegos y una marca de vodka.

Colecciones de cráneos de cristal

Algunos investigadores han hecho una distinción entre los pequeños cráneos de cristal del tamaño de un abalorio, que aparecieron a mediados del siglo XIX, y los grandes cráneos (aproximadamente de tamaño real) que aparecieron a fines de ese siglo.

El comercio de artefactos precolombinos falsos se desarrolló a fines del siglo XIX a tal punto que en 1886, el arqueólogo William Henry Holmes del Instituto Smithsoniano escribió un artículo titulado "El comercio con antigüedades mexicanas espurias" para la revista Science. Aunque los museos habían comprado cráneos antes, fue Eugène Boban, un anticuario que abrió su tienda en París en 1870, quien es más asociado con las colecciones de cráneos de cristal de los museos del siglo XIX. La mayor parte de la colección de Boban, inclusive tres cráneos de cristal, fue vendida al etnógrafo Alphonse Pinart, que donó la colección al Museo Trocadéro, que más tarde sería el Museo del Hombre.

Edited by astaroth1 - 23/1/2016, 02:32
 
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astaroth1
view post Posted on 18/5/2008, 01:24




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Investigaciones sobre el origen del cráneo de cristal

Se ha afirmado que varios cráneos de cristal son de origen precolombino, siendo habitualmente atribuidos a los aztecas o mayas. El arte mesoamericano tiene numerosas representaciones de cráneos, pero ninguno de los cráneos de cristal de las colecciones de museos provienen de excavaciones documentadas. Las investigaciones llevadas a cabo en varios cráneos de cristal en el Museo Británico en 1967, 1996 y nuevamente en 2004 han mostrado que las líneas que marcan los dientes (ya que estos cráneos no tienen maxilares separados, como el cráneo Mitchell-Hedges) fueron tallados usando herramientas de joyero (herramientas rotativas) desarrolladas en el siglo XIX, por lo que un supuesto origen precolombino sería poco probable. El tipo de cristal fue determinado al examinar las inclusiones de clorita, que solo se encuentran en los cristales de Madagascar y Brasil, por lo tanto difícil de obtener o desconocido en la Mesoamérica precolombina. El estudio concluyó que los cráneos fueron hechos en Alemania en el siglo XIX, muy probablemente en talleres de la ciudad de Idar-Oberstein, conocida a fines del siglo XIX por crear objetos hechos de cuarzo brasileño importado.

Se ha establecido que tanto el cráneo de cristal del Museo Británico como el del Museo del Hombre en París fueron vendidos por el comerciante de antigüedades francés Eugene Boban, que tuvo su negocio en Ciudad de México entre 1860 y 1880. El cráneo de cristal del Museo Británico fue comprado de Tiffany en Nueva York, mientras que el cráneo de cristal del Museo del Hombre fue donado por el etnógrafo Alphonse Pinart, que lo compró de Boban.

Una investigación llevada a cabo por el Instituto Smithsoniano en 1992 en un cráneo de cristal suministrado por una fuente anónima que dice haberlo comprado en Ciudad de México en 1960 y que es de origen azteca, también concluyó que fue hecho en fecha reciente. Según el Instituto Smithsoniano, Boban compró en Alemania los cráneos de cristal que vendía - hallazgos que concuerdan con los del Museo Británico.

En mayo de 2008, un estudio detallado de los cráneos de cristal del Museo Británico y el Instituto Smithsoniano fue aceptado para su publicación en Journal of Archaeological Science. Empleando un microscopio electrónico y cristalografía de rayos X, un equipo de investigadores británicos y estadounidenses hallaron que el cráneo del Museo Británico fue labrado con una sustancia abrasiva áspera, como corindón o diamante, y modelado empleando una herramienta de disco rotativo hecha de un metal adecuado. El espécimen del Instituto Smithsoniano fue labrado con un abrasivo diferente, el carburo de silicio (SiC), que es una sustancia sintética manufacturada con modernas técnicas industriales. Dado que la síntesis del carborundo data solamente de la década de 1890 y su amplia disponibilidad data del siglo XX, los investigadores concluyeron que "sugiere que fue hecho en la década de 1950 o después".
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Especulaciones sobre los cráneos pequeños

Ninguno de los cráneos de cristal que se encuentran en museos proviene de excavaciones documentadas. Un ejemplo paralelo es ofrecido por los espejos de obsidiana, objetos rituales ampliamente representados en el arte azteca. Aunque unos pocos espejos de obsidiana provienen de excavaciones arqueológicas, ninguno de los espejos de obsidiana aztecas están tan bien documentados. A pesar de esto la mayor parte de los expertos en la cultura azteca consideran los espejos de obsidiana como auténticos artefactos precolombinos. El arqueólogo Michael E. Smith reporta un hallazgo no revisado por pares de un pequeño cráneo de cristal en un sitio azteca en el Valle de México. Los cráneos de cristal han sido descritos como "un fascinante ejemplo de artefactos que han hecho su ingreso a museos sin evidencia científica para demostrar sus supuestos orígenes precolombinos". Un caso similar es la máscara "olmeca" de jade; tallada en piedra. Los curadores y eruditos se refieren a estas como "estilo olmeca", ya que hasta la fecha no se ha recuperado ejemplar alguno de sitios de otras culturas, inclusive una deliberadamente depositada en el precinto ceremonial de Tenochtitlan (Ciudad de México), que posiblemente tendría unos 2000 años de antigüedad cuando fue enterrada por los aztecas, indicando que estas eran apreciadas y coleccionadas como lo eran las antigüedades romanas en Europa.

Edited by astaroth1 - 23/1/2016, 02:37
 
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belzebuth666
view post Posted on 18/5/2008, 01:28




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El cráneo Mitchell-Hedges

Quizás el más famoso y enigmático cráneo, supuestamente fue descubierto en 1924 por Anna Le Guillon Mitchell-Hedges, hija adoptiva del escritor popular y aventurero británico F.A. Mitchell-Hedges. Es el tema de El cráneo de cristal de Lubaantún, un video documental hecho en 1990. Los investigadores del Instituto Smithsoniano que lo examinaron, observaron que era "casi una réplica del cráneo del Museo Británico--casi de la misma forma, pero con los ojos y dientes modelados con más detalle".
Anna Hedges afirmaba que encontró el cráneo enterrado bajo un altar colapsado en el interior de un templo en Lubaantún, en Honduras Británica, hoy Belice. Hasta donde puede comprobarse, F.A. Mitchell-Hedges no hizo mención del supuesto descubrimiento en cualquiera de sus escritos sobre Lubaantún. Además, otras personas presentes al momento de la excavación no han documentado el descubrimiento del cráneo ni la presencia de Anna en la excavación.

El cráneo está hecho de un bloque de cuarzo transparente de casi el tamaño de un cráneo humano pequeño, con una altura de 13 cm (5 pulgadas), 18 cm (7 pulgadas) de longitud y 13 cm de ancho. La mandíbula está separada. A inicios de la década de 1970 estuvo bajo el cuidado temporal del restaurador independiente Frank Dorland, que tras inspeccionarlo afirmó que había sido "tallado" sin tomar en cuenta los ejes naturales del cristal y sin emplear herramientas metálicas. Dorland indicó que no era capaz de encontrar marcas de arañazos, a excepción de marcas de lijado mecánico en los dientes, especulando que primero fue cincelado en forma básica, probablemente empleando diamantes, y que el modelado, lijado y pulido finos fueron logrados mediante el empleo de arena por un periodo de 150 a 300 años. Él dijo que podía tener una antigüedad de 12.000 años. A pesar que con el paso de los años se han hecho varias afirmaciones sobre las propiedades físicas del cráneo, tales como una supuesta temperatura constante de 21° C (70° F), Dorland indicó que no había diferencias de propiedades entre el cráneo y otros cristales naturales de cuarzo.

Mientras estaba a cargo de Dorland, el cráneo atrajo la atención del escritor Richard Garvin, que entonces trabajaba en una agencia publicitaria supervisando la publicidad de Hewlett-Packard. Garvin hizo arreglos para que el cráneo sea examinado en los laboratorios de cristales de Hewlett-Packard en Santa Clara, California, donde fue sometido a varias pruebas. Los laboratorios solamente determinaron que no estaba formado por dos piezas distintas, como había supuesto Dorland, sino que había sido tallado a partir de un solo cristal de cuarzo. La prueba de laboratorio también determinó que la mandíbula había sido tallada a partir del mismo cristal de crecimiento levógiro como el resto del cráneo. Hewlett-Packard no investigó sobre el método empleado en su manufactura o su fechado.

Al igual que las marcas de lijado mecánico en los dientes observadas por Dorland, el arqueólogo mayista Norman Hammond reportó que los agujeros (supuestamente para varillas de apoyo) mostaban signos de haber sido hechos con herramientas metálicas. Anna Mitchell-Hedges rechazó solicitudes posteriores para permitir que se le efectúen más pruebas científicas al cráneo.

La referencia publicada más temprana del cráneo es el número de julio de 1936 de la revista antropológica británica Man, donde se describe que se encuentra en poder de Mr. Sydney Burney, un marchante de arte londinense que dijo haberlo tenido desde 1933. No se mencionó a Mitchell-Hedges. Hay evidencia documental que Mitchell-Hedges lo compró de Burney en 1944. El cráneo estaba en custodia de Anna Mitchell-Hedges, la hija adoptiva de Frederick. Ella prontamente rechazó que el cráneo fuese examinado por expertos (haciendo muy dudosa la afirmación de que fue examinado en 1962 por R. Stansmore Nutting).

F. A. Mitchell-Hegdes solamente menciona de forma breve al cráneo en la primera edición de su autobiografía, El peligro, mi aliado (1954), sin especificar en donde o por quién fue encontrado. Él solamente afirmó que "tiene por lo menos 3.600 años de antigüedad y era empleado por el Sumo Sacerdote maya en ritos esotéricos. Se dice que cuando él deseaba la muerte con ayuda del cráneo, esta invariablemente ocurría". Todas las ediciones siguientes de El peligro, mi aliado omitieron por completo mención alguna del cráneo.

En una carta de 1970, Anna también afirmó que "los mayas del lugar le contaron que el cráneo era empleado por el sumo sacerdote para desear la muerte". Por esta razón, el artefacto es a veces mencionado como "El Cráneo del Destino". Anna Mitchell-Hedges hizo giras con el cráneo desde 1967, exhibiéndolo previo pago de la entrada. Ella hizo giras con el cráneo entre 1988 y 1990. Continuó dando entrevistas sobre el artefacto hasta su muerte.

En sus últimos ocho años, Anna Mitchell-Hedges vivió en Chesterton, Indiana, con Bill Homann, con quien se había casado en 2002. Ella murió el 11 de abril de 2007. Desde entonces el cráneo Mitchell-Hedges ha estado en custodia de Bill Homann. Él sigue creyendo en sus propiedades místicas.

En noviembre de 2007, Bill Homann trajo el cráneo a la oficina de la antropóloga Jane MacLaren Walsh, en el Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano, para ser examinado. Walsh llevó a cabo un examen detallado del cráneo empleando luz ultravioleta, un microscopio óptico de alta potencia y tomografia computarizada. Homann trajo de nuevo el cráneo al museo en 2008 para que pueda ser filmado para un documental de Smithsonian Networks, La leyenda del cráneo de cristal y en esta ocasión Walsh fue capaz de hacer dos moldes de silicona con las marcas de herramientas para ser analizados mediante microscopio electrónico de barrido (MEB). Las micrografías del MEB revelaron evidencia que el cristal había sido labrado con una herramienta rotativa de metal duro cubierta con un abrasivo duro, como el diamante. La extensiva investigación de Walsh sobre artefactos de México y América Central mostró que los artesanos precolombinos tallaban la piedra desgastando su superficie con herramientas de piedra o madera, empleando más tarde herramientas de cobre, en combinación con una variedad de arenas abrasivas o piedra pulverizada. Estos exámenes hicieron que Walsh concluyera que el cráneo probablemente fue tallado en la década de 1930 y se basó en el cráneo del Museo Británico, que había sido continuamente exhibido desde 1898.

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nubarus
view post Posted on 18/5/2009, 19:46




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El cráneo del Museo Británico

El cráneo de cristal del Museo Británico apareció por primera vez en 1881, en la tienda del anticuario parisino Eugene Boban. Su origen no está indicado en su catálogo de aquel entonces. Él dijo que trató de venderlo al Museo Nacional de México como un artefacto azteca, pero no tuvo éxito. Más tarde Boban mudó su negocio a Nueva York, donde el cráneo fue vendido a George H. Sisson. Fue expuesto en la reunión de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia en Nueva York en 1887 por George Frederick Kunz. Fue subastado y comprado por Tiffany & Co., que más tarde lo vendió al Museo Británico en 1897. Este cráneo es muy parecido al cráneo Mitchell-Hedges, aunque es menos detallado y no tiene una mandíbula móvil.

El Museo Británico cataloga la proveniencia del cráneo como "probablemente europeo, siglo XIX d.C." y lo describe como "no es un artefacto precolombino auténtico". Se ha establecido que este cráneo fue hecho con herramientas modernas y no es auténtico.

El cráneo de París

El más grande de los tres cráneos vendidos por Eugene Boban a Alphonse Pinart (a veces llamado Cráneo de París), con unos 10 cm de alto, tiene un agujero perforado verticalmente a través de su centro. Forma parte de una colección que se encuentra en el Museo del Muelle Branly y fue sometido a pruebas científicas que se llevaron a cabo en 2007-2008 por el Centre de recherche et de restauration des musées de France (Centro de investigación y restauración de los museos de Francia, o C2RMF). Tras una serie de análisis llevados a cabo durante más de tres meses, los ingenieros del C2RMF llegaron a la conclusión de que "ciertamente no es precolombino, muestra huellas de pulido y lijado efectuados con herramientas modernas". Las pruebas en el acelerador de partículas también revelaron huellas de agua ocultas que fueron fechadas en el siglo XIX, por lo que el Muelle Branly emitió una declaración en donde las pruebas "parecen indicar que fue hecho a fines del siglo XIX".

Los investigadores del C2RMF publicaron en 2009 los resutados de investigaciones posteriores para establecer cuando fue tallado el Cráneo de París. Los análisis con microscopio electrónico de barrido (MEB) indicaron el uso de máquinas herramienta lapidarias para su tallado. Los resultados de una nueva técnica de fechado, conocida como fechado por hidratación de cuarzo (FHC), demostraron que el Cráneo de París fue tallado mucho después que un artefacto de cuarzo referencial, que había sido cortado en 1740. Los investigadores concluyeron que los resultados del MEB y el FHC, combinados con la conocida procedencia del cráneo, indican que fue tallado en el siglo XVIII o XIX.

El cráneo del Museo Smithsoniano

El "Cráneo Smithsoniano", número de catálogo A562841-0 en las colecciones del Departamento de Antropología del Museo Nacional de Historia Natural, fue enviado anónimamente por correo al Instituto Smithsoniano en 1992 y su donante afirmaba que era un artefacto azteca procedente de la colección de Porfirio Díaz. Es el cráneo más grande de todos, pesando 14 kg (31 libras) y con una altura de 38 cm (15 pulgadas). Fue tallado usando carburo de silicio, un abrasivo moderno. Ha sido expuesto como una falsificación moderna en el Museo Nacional de Historia Natural.

Edited by astaroth1 - 23/1/2016, 02:43
 
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astaroth1
view post Posted on 23/1/2016, 02:27




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Afirmaciones paranormales y asociaciones espirituales


Algunos creyentes en lo paranormal afirman que los cráneos de cristal pueden producir una variedad de milagros. Anna Mitchell-Hedges afirmaba que el cráneo que supuestamente había descubierto podía causar visiones, curar el cáncer, que una vez empleó sus propiedades mágicas para matar un hombre y que en otra ocasión, vio en este una premonición del asesinato de John F. Kennedy.

En la obra teatral de 1931 La pantufla de raso, de Paul Claudel, Felipe II de España emplea "un cráneo hecho de una sola pieza de cristal de roca", iluminado por "un rayo del sol poniente", para ver la derrota de su Armada Invencible en su ataque a Inglaterra (dia 4, escena 4, páginas 243-244).

Las afirmaciones sobre poderes curativos y sobrenaturales de los cráneos de cristal no tienen fundamento en la comunidad científica, que no ha encontrado evidencia de cualquier fenómeno inusual asociado con los cráneos, así como ninguna razón para seguir investigando, excepto la confirmación de su origen y método de manufactura.

Otra especulación reciente y sin fundamento histórico relaciona la leyenda de los cráneos de cristal con el término del actual ciclo baktun del calendario maya el 21 de diciembre de 2012, afirmando que al reunir los trece cráneos místicos se evitará una catástrofe supuestamente predicha o implícita por el final de este calendario (véase Fenómeno de 2012). Una emisión de esta afirmación apareció (junto a muchas otras) en El misterio de los cráneos de cristal, un programa de 2008 producido para el Sci Fi Channel en mayo y emitido en el Discovery Channel de Canadá en junio. Entre los entrevistados figuran Richard C. Hoagland, que trató de relacionar a los cráneos de cristal y los mayas con vida en Marte, y David Hatcher Childress, que propuso un origen atlante de los cráneos y afirma que tienen propiedades antigravitacionales.

Los cráneos de cristal también son mencionados por Drunvalo Melchizedek en su libro Serpiente de Luz. Él escribe que se encontró con nativos descendientes de los mayas que tenían cráneos de cristal y los empleaban en ceremonias en los templos de Yucatán, que según él contienen almas de antiguos mayas que entraron en los cráneos para esperar el momento cuando su antigua sabiduría sea otra vez necesaria.

Las supuestas asociaciones y orígenes de la mitología de los cráneos de cristal en el mundo espiritual de los nativos estadounidenses, como es propuesto por escritores neochamanistas tales como Jamie Sams, son igualmente desacreditados. En cambio, como observa Philip Jenkins, la mitología de los cráneos de cristal puede rastrearse hasta las "leyendas barrocas" inicialmente difundidas por F.A. Mitchell-Hedges, y después retomadas:

Hacia la década de 1970, los cráneos de cristal habían entrado en la mitología New Age como poderosas reliquias de la antigua Atlántida, e incluso obtuvieron un número canónico: habían exáctamente trece cráneos.
Nada de esto tendría relación con temas de los indígenas norteamericanos, si los cráneos no hubiesen llamado la atención de algunos de los más activos escritores de la New Age


Los cráneos en la cultura popular


Museo Nacional de Antropología, México, D. F., donde se expone un cráneo.

For the Love of God, un cráneo incrustado con diamantes hecho por el artista Damien Hirst.

For the Laugh of God, un cráneo incrustado con vidrio hecho por el artista Peter Fuss.

Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, película cuya trama se desarrolla alrededor de una leyenda sobre los cráneos de cristal.

Nancy Drew: Legend of the Crystal Skull, un videojuego en donde se busca un cráneo de cristal perdido.

Crystal Skulls, una banda llamada según la leyenda de que existen 13 antiguos cráneos de cristal ocultos alrededor del mundo, que tienen podres místicos.

Blood Mountain, album musical cuyo guión se desarrolla alrededor de un cráneo de cristal.

El cráneo de cristal, episodio 10 de la quinta temporada de la serie The A-Team sobre un cráneo de cristal.

50 Cent: Blood on the Sand, un videojuego en donde el rapero 50 Cent pelea a través de un desierto luego que alguien le robó su cráneo de cristal.

"Cráneo de cristal", episodio 21 de la tercera temporada de la serie Stargate SG-1. La trama involucra un cráneo de cristal hallado en otro planeta, mientras que su hallazgo parece imitar los detalles del descubrimiento del cráneo Mitchell-Hedges. En la serie, el descubridor fue Nick Ballard, el abuelo de Daniel Jackson, e incluyó una leyenda según la cual mirarlo fijamente le permitía a uno ver extraterrestres.8

House II: The Second Story, donde un cráneo de cristal (supuestamente precolombino) con poderes místicos es parte integral de la trama de la película.

En el videojuego Persona 2 Innocent Sin aparece un conjunto de cráneos de cristal.

En el episodio 5 de la quinta temporada de Peep Show, Cally cree en los poderes curativos de los cráneos de cristal y hace que el usualmente racional Mark diga "Creo que fueron creados por los antiguos habitantes de la Atlántida y que son poderosos centros de curación" para mantener la paz en la relación. Luego Mark rompe el cráneo de cristal en un arranque de furia y dice que si sus poderes curativos son tan grandes, se arreglará solo.

El actor Dan Aykroyd es cofundador de una marca de vodka llamada Crystal Head Vodka, inspirada por los cráneos de cristal.
El cráneo de cristal, novela de Manda Scott.

Los cráneos de cristal son mencionados en la serie de videojuegos Assassin's Creed como antiguos artefactos (herencia de una antigua sociedad mítica anterior a la humanidad) que tienen poderes singulares. En Assassin's Creed: Project Legacy, el Asesino Giovanni Borgia roba uno de estos cráneos a los aztecas en México y lo entrega a Bombastus para que lo estudie, descubriendo la fórmula de la Piedra filosofal. En Assassin's Creed, puede leerse en uno de los correos electrónicos que la moderna empresa Abstergo Industries posee algunos de estos cráneos, mencionándolos como "Comunicadores Mitchell-Hedges".

Aparecen como items coleccionables en Ninja Gaiden II. Los cráneos de cristal desbloquean items bonus mientras son juntados a través del juego. Se les encuentra alrededor del mundo, inclusive en Japón y Nueva York, pero no se da razón del porqué de su valor (como los escarabajos de oro del anterior título).

Vaso de colección Dead Drop, para beber, con un cráneo adentro. Hecho de resinas cristalinas de alta calidad, tiene un volumen de 250 ml.

La trama de "Cráneos", el tercer episodio de la serie Veritas: The Quest, gira alrededor de la búsqueda del cuarto cráneo de cristal. Se dice que los cráneos fueron construidos "molécula por molécula" y que al combinarse formarían una especie de arma.9

En el videojuego Poptropica hay un cráneo de cristal en el cuarto común de la tribu Pathfinder.

En la serie de dibujos animados Super Escuadrón Ciber Monos Hiperfuerza ¡Ya! (SECMHY, para abreviar) el cráneo del enemigo Rey Esqueleto es de cristal y fue empleado en temporadas posteriores para resucitarlo.

En 2001 fue lanzado un cd compilatorio de psytrance llamado El misterio de los trece cráneos de cristal.10

En un episodio de la serie Revelaciones de National Geographic se revela que el cráneo de cristal tiene más características de un cráneo europeo que uno maya dando a considerar que el cráneo es reciente y no de 3.000 como se asegura.

En Tomb Raider: The Last revelation, en el primer escenario se encuentran cráneos de cristal que en la entrega anterior (Tomb Raider III) aparecían en una de las habitaciones de la mansión de Lara.

En Jake Long: El Dragón Occidental, parte de la segunda temporada trata sobre trece místicos cráneos de cristal de origen azteca que al juntarse pueden otorgar deseos irreversibles a quien los manipule.

En la tercera entrega de la saga Devil May Cry hay un nivel donde se pide un cráneo de cristal para poder abrir una puerta.

En un libro del escritor Clive Cussler llamado El secreto de la Atlántida hacen referencia a unos cráneos de obsidiana tallados hace 9.500 años por unos humanos llamados Amenes, que vivían en la actual Antártida, pero que se extinguieron debido al impacto de un cometa.

En el programa mexicano Extranormal del 27 de febrero de 2011, se da a conocer un cráneo de jadeíta encontrado en México junto a un cetro, aparentemente reales.

En los episodios 6 y 7 de Yu-Gi-Oh! 5D's se juega la carta "Cráneo de cristal" junto a otras cartas de naturaleza similar.

En el libro El nigromante de la serie Los secretos del inmortal Nicolas Flamel de Michael Scott; Nicolas Flamel y Perenelle poseen un "cráneo de cristal" la cual, según Prometeo, perteneció a una raza anterior a los Arcontes e Inmemoriales y su hermana, La Bruja de Endor, paso gran parte de su vida destruyéndolas pues se alimentan del aura de quien las quiera activar. Son cúmulos de información de la historia del mundo antes del tiempo.

Edited by astaroth1 - 23/1/2016, 02:47
 
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astaroth1
view post Posted on 23/1/2016, 02:51




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CALAVERAS DE CRISTAL

La fecha: Octubre 27 de 1970; el lugar: un laboratorio en Santa Clara, California, donde la compañía Hewlett-Packard fabrica osciladores de cuarzo.

Allí dos visitantes: Frank Dorland, anticuario, y Richard Gardin, escritor, depositan sobre una mesa iluminada un objeto que llena de estupor a los científicos que se han agrupado a su alrededor. Para estos expertos en cristalografía lo que ven es algo fascinante y misterioso que no vacilan en catalogarlo como insólito.

En la mesa refulge con centelleante brillo multicolor una calavera de cristal, tallada en duro y transparente cuarzo con tal perfección técnica que es casi imposible creer que tuvo su origen hace más de 12.000 (doce mil) años en alguna parte de América Central, muy probablemente en lo que hoy se conoce como Honduras Británica.

Es tan fuerte la hipnótica fascinación de esta perfecta calavera de cristal que mientras la miran, los científicos se sienten transportados del antiséptico y ultramoderno laboratorio norteamericano a las recónditas selvas de Centroamérica. Es como un choque cálido y visceral. Ya no escuchan el zumbido electrónico de la computadora y en cambio sonidos arcaicos y salvajes, ruidos de selva misteriosa parecen emanar de esta escultura en cuarzo transparente que refulge como gigantesco diamante.

Todos permanecen inmóviles, silenciosos, transfigurados por el mágico efluvio que emana la calavera, mientras una luz naranja y azulada baila un fantástico ballet en las profundas cuencas de los ojos. De repente se abre una puerta y alguien enciende frías e impersonales luces fluorescentes, el encantamiento queda roto y los científicos, algo azorados, se disponen a preparar todo para medir, fotografiar y, si es posible, descifrar el enigma de la calavera de cristal.

La conocida como Calavera del Destino (Skull of Doom), un verdadero objeto de arte cuya perfección y autenticidad nadie discute, ha permanecido desde 1972 en la bóveda de una sucursal del Banco de América en un suburbio de San Francisco, llamado Mealvalley.

Fue depositada allí por Anna Mitchell-Hedges, hija adoptiva del famoso explorador inglés F. A. Mitchell-Hedges, siendo ella misma quien la encontró mientras exploraba con su padre en las ruinas de una antiquísima ciudad maya, en lo que hoy se conoce como Honduras Británica en Centroamérica. Poco se sabe de la historia precolombina de esta zona que limita con México y Guatemala, pero las numerosas ruinas halladas indican que fue poblada y colonizada por esa raza misteriosa y supercivilizada: los MAYAS.

En 1924, Mitchell-Hedges comenzó allí sus excavaciones tras la pista de una supuesta ciudad perdida; después de muchos meses de agotadora exploración dieron con las ruinas de una opulenta ciudad a la cual llamaron LUBAANTUN, frase maya que significa “ciudad de las piedras caídas”. Para 1926 comenzaron las excavaciones y limpieza de la ciudad, la cual cubría un área de 6 millas cuadradas y en cuyo centro se erigían pirámides, terrazas, murallas, cámaras subterráneas, así como un estupendo anfiteatro con capacidad para 10.000 personas.

Mitchell-Hedges recordó que Lubaantun era la más grande estructura aborigen hasta entonces encontrada en el continente americano. Fue allí mientras hurgaban las ruinas de un templo tratando de mover una pesada pared que había caído sobre el altar, que Anna, la hija del explorador, vio algo que brillaba en un nicho cubierto de polvo. Era la increíble calavera de cristal y no había dudas de que tenía siglos enterrada allí tras el altar; una vez que se la limpió de polvo y la grima acumulados, comprobaron que su perfección era total aunque le faltaba la mandíbula. Ésta, por cierto y milagrosamente, fue hallada intacta tres meses después, tras una intensa búsqueda. Había sido cuidadosamente enterrada en otro nicho a menos de 20 metros de distancia del primero. Comenzaba así la cuidadosa y controvertida historia de este fascinante objeto de cristal cuyos orígenes así como la identidad de aquellos que la esculpieron en forma tan perfecta continúan hoy en día envueltos en el más profundo de los misterios.

Es importante mencionar que la calavera ha sido identificada como maya sólo porque fue encontrada en ese territorio, pero Dorland y otros científicos opinan que su antigüedad es mucho mayor que la del enigmático imperio maya, y evidentemente, su perfección anatómica, acabado y pulimento parecen ser producto de una civilización infinitamente más técnica y refinada que la maya. Algunos han sugerido a la Antigua Babilonia y a Egipto, otros considerando la veneración por la calavera tanto de mayas como aztecas, afirman que este duro pedazo de cristal de cuarzo fue obsequiado a estos por semidioses que vinieron del espacio, exploradores extragalácticos y en verdad, sólo así tendría explicación el alarde técnico que significó tallar ese cráneo con tal perfección.

Desde su descubrimiento en las ruinas mayas, en lo más profundo de la selva de Honduras Británica, este enigmático objeto ha sido centro de controversias, polémicas y fantásticas especulaciones. Su actual dueña Anna Mitchell-Hedges, hija del famoso explorador británico que descubrió las ruinas, ha contribuido a dar un aura de misterio a la calavera al declarar: “lamento no haberla enterrado con mi padre como él quería. Este objeto ceremonial tiene sin duda un tremendo potencial místico, y de caer en manos inescrupulosas podría convertirse en un poderoso instrumento para el mal”.

Richard Gardin, en su brillante libro dedicado al hallazgo y subsiguiente estudio de la calavera dice lo siguiente: “la pieza es una obra maestra de escultura realista, y es casi increíble que haya sido creada sin la ayuda de herramientas modernas de precisión, por ejemplo: los arcos de huesos que se extienden a lo largo de la frente, y a los lados de las calaveras humanas están diseñados en la de cristal en forma tal que actúan como tubos de luz para canalizar rayos lumínicos desde la base del cráneo hasta las cuencas de los ojos, allí terminan en lentes cóncavos en miniatura que enfocan el rayo de luz hacia la parte posterior de los orificios utilizando principios sorprendentes similares a los de la óptica moderna. Algo más incomprensible y misterioso son los prismas y lentes dentro del cristal, los cuales recogen rayos de luz transmitiéndolos directamente a los arcos ciliares. Por lo tanto si a la calavera se le coloca una fuente de luz por debajo, el efecto es aterrador y sorprendente, pues se ilumina con brillo fantasmal”.
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Sin embargo, lo anterior no es todo pues los científicos de Hewlett-Packard descubrieron que había otros aspectos ingeniosos en la calavera y así lo dice Gardin en su libro: “la mandíbula inferior encaja perfectamente en dos receptáculos especialmente tallados para este objeto en el cráneo de cristal. Éste además se balancea perfectamente al colocársele sobre un vástago delgado, pues misteriosamente posee dos orificios que parecen haber sido tallados en el cuarzo para este propósito. Si como se cree la calavera fue colocada en un altar hueco con una fuente de luz abajo, el efecto general sería el siguiente: los ojos brillarían con luces fantasmagóricas, la mandíbula se abriría y cerraría en macabra parodia de un ser hablando y la cabeza se movería afirmativa o negativamente al menor golpe de aire. En otras palabras, era una especie de mágico oráculo construido con un ingenio tal que es casi imposible atribuírselo a los mayas, por más avanzada que fuese su civilización”.

Dorland y Gardin opinan que la calavera, la cual mide 20 cm. de largo por 13 de ancho y 15 de alto, no es maya aunque se presume que estos siguieron usándola; cuando los misteriosos seres que la crearon originalmente se retiraron dejándola como obsequio a los dirigentes del imperio.

Gardin apoya su teoría afirmando que los mayas presentan un enigma dentro de un misterio en el contexto etnológico indoamericano. Eran constructores que empleaban una precisión matemática. Conscientes hasta el punto de la obsesión del tiempo: los mayas intercalaban los días, meses y años en su arquitectura.

Utilizando técnicas completamente desconocidas calcularon el año en 365,24219 días; los cómputos modernos utilizando métodos de vanguardia avanzadísimos lo establecen en 365,242127. El increíble observatorio en Chichen Itzá permitió a los observadores mayas obtener un increíble conocimiento del Universo y del Cosmos, considerándose como un sitio de observación estelar mucho más eficiente que los construidos en Europa hasta el siglo XVII.

¿Fue todo lo anterior, igual que la calavera de cristal, una contribución de los viajeros espaciales? La teoría es tentadora y se hace aun más si consideramos que no existe en toda América nada remotamente parecido al cráneo de cristal de cuarzo pues otros dos encontrados en México son tan crudos y opacos que no hay ni punto de comparación con el de Lubaantun.

Frank Dorland afirma que: “este cráneo de cuarzo es un objeto tan maravillosamente sofisticado que es obvio que sus creadores deliberadamente utilizaron el familiar símbolo más bien como una estilización del conocimiento de lo místico, de la autoridad y sabiduría. Pienso que era una fuente de poder y mágica influencia”.

Richard Gardin en su libro cita diferentes opciones sobre ese enigmático hallazgo en una tumba maya en lo más profundo de la selva centroamericana. Anton Sandor Laboit, por ejemplo, afirma entre otras cosas lo siguiente: “solo existen dos alternativas ante este increíble hallazgo: o es una patraña monumental o en verdad nos encontramos ante algo que sacude la imaginación por sus trascendentes implicaciones. La calavera de cristal fue tallada o labrada por seres muy superiores a cualquier morador de este planeta. ¿Estaba acaso destinada a ser un reservorio mnemónico tal como los de computadoras muy avanzadas? Cualquier cosa luce posible ante un objeto que desafía toda lógica”.

Frank Dorland ha pensado seriamente en la posibilidad de un engaño muy bien urdido tal como el hombre de Pitdown hace algunos años. Pero los hechos en este caso, son muy diferentes.

En primer lugar: el hallazgo, este no fue hecho por una sola persona en un sitio de relativamente fácil acceso, fue toda una expedición científica con abundantes testigos imparciales la que ubicó las ruinas de Lubaantun, donde fue encontrada la calavera. El hecho ocurrió en 1927, en lo más profundo y agreste de la selva de Honduras Británica en Centroamérica, una región que hoy en día es bastante apartada y es de difícil acceso. Hace casi 50 años hubiera sido imposible llegar hasta Belice, a partir de allí hacia lo más profundo de la selva, llegar hasta las ruinas de Lubaantun cubiertas casi totalmente por la espesa jungla, localizar el templo, esconder la calavera previamente tratada para que pareciera estar llena de polvo y grima acumulada durante siglos y luego derribar una pesada pared sobre el altar. Es algo tan absurdo que no puede considerarse en serio ni por un momento.

Luego está la elaboración de la calavera misma, según uno de los técnicos cristalógrafos de la compañía Hewlett-Packard; sólo gracias a la tecnología desarrollada en los últimos diez años sería posible duplicarla pero tomaría diez años de trabajo y más de trescientos mil dólares y sin realizar la fotográfica perfección de la original.

Los conocedores saben que el cuarzo es una de las materias más duras, casi tanto como el diamante y muy difícil de trabajar. En la escala de Mohs su factor de dureza es 7; en la misma escala, el diamante tiene un factor de 10. La gravedad específica del cuarzo es de 2,65. Su color varía del morado al verde, al marrón y al blanco. Pero un pedazo tan grande y transparente como el que se utilizó para tallar esta calavera es algo rarísimo. Es bien sabido que los artistas precolombinos podían trabajar las rocas preciosas con gran habilidad. En la misma Honduras Británicas fue hallada, también dentro de una pirámide hace años, una cabeza estilizada exquisitamente labrada en jade. En el museo nacional de México hay una serpiente tallada en granito y un conejo de cristal de roca perteneciente a la cultura náhuatl. Pero la calavera de cristal de Lubaantun es otra cosa, algo completamente distinto.

Tenemos el libro de Richard Gardin, el cual está ilustrado con abundantes y muy buenas fotografías, desde todos los ángulos. Es algo realmente increíble y aun en las fotos puede sentirse algo del impacto que este increíble objeto produce a los que lo ven.

La hipnótica cualidad de la calavera ha dado pie a innumerables leyendas. Algunas de las cuales están respaldadas por el propio Dorland. Una es que pudo ser tallada con tal perfección porque los indios utilizaban los enigmáticos jugos de una extraña planta para reblandecer la piedra y que eso fue el sistema que utilizaron para modelar la calavera. El arqueólogo norteamericano A.H. Perry cree firmemente que todas las grandes culturas indoamericanas conocían el secreto de esta planta.

Pero eso no pasa de una leyenda absurda. En cambio el sabio científico Frank Dorland asegura que la calavera posee propiedades inexplicables, y afirma que una noche en su casa y frente a testigos “habíamos sacado la calavera ubicándola sobre una mesa de café en el living para que la vieran nuestros visitantes. La iluminación era normal. Nadie había tomado licor y todos conversábamos quedamente especulando acerca de su origen. Repentinamente enmudecimos pues comenzó a escucharse un sonido tintineante como el de campanitas lejanas, luego una especie de aura lumínica tomó forma alrededor de la calavera. Era algo parecido al halo que se forma alrededor de la Luna”. Pasada la sorpresa inicial, Dorland apagó las luces del living para observar mejor el fenómeno. La calavera reflejando en sus múltiples prismas y lentes las luces que venían del comedor, resplandecía con un brillo misterioso, impresionante.

“El halo permaneció con la misma intensidad durante unos seis minutos más o menos. Luego se desvaneció por completo.

Como dijimos anteriormente, la calavera fue llevada en el año 1970 a los laboratorios de la Hewlett-Packard, una conocidísima y reputada firma electrónica donde se analizó exhaustivamente fotografiándose de todas formas. Pero nadie pudo explicar cómo fue hecha y por quién. Sobre este maravilloso misterio Richard Gardin en su libro cita a uno de los cristalógrafos de la Hewlett-Packard, quien afirmó: “esa maldita calavera es una imposibilidad y no debiera haber existido”. Existe, sin embargo.
 
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belzebuth666
view post Posted on 23/1/2016, 03:02




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LOS INELUDIBLES PARADIGMAS

Excepto la ausencia de suturas craneanas, la de Mitchell-Hedges es una reproducción casi perfecta de una calavera de mujer. He aquí la reconstitución establecida con la ayuda de expertos americanos en medicina forense:

Pesa 5 kilos. Se compone de dos partes, la mandíbula inferior ajustándose perfectamente con la parte superior.

Las propiedades ópticas de la calavera son sorprendentes: Alumbrada por debajo, la luz sale por las cuencas. Alcanzada por detrás por los rayos del sol, un intenso haz luminoso (capaz de encender fuego) sale por las cuencas, la nariz y la boca.

Segura de su autenticidad, Anna acepta confiar la calavera a un equipo de científicos especializados en cristalografía de la sociedad Hewlett-Packard. Al cabo de 6 meses de pruebas, las conclusiones caen:

*Está hecha con cuarzo natural sumamente puro, de dióxido de silicio “piezoeléctrico” anisótropo, de gran estabilidad física, química y térmica. Posee una polaridad, reacciona con la luz y la electricidad, directa o por presión física, su eje piezoeléctrico es vertical y sus propiedades son diferentes en cada dirección ; ¡¡¡material utilizado como oscilador o resonador en electrónica e informática!!!

*Las dos partes están talladas en el mismo bloque de cristal de roca, según su eje de simetría molecular, lo que le otorga sus asombrosas propiedades ópticas.

*Ninguna huella de instrumento, ni siquiera rastro microscópico. Se supone que los escultores pulimentaron el objeto con la mano, lenta y meticulosamente, con una mezcla de arena de río y agua, a partir de un gran bloque anguloso de cristal de roca aproximadamente tres veces mayor que su tamaño. Al suponer esto, se hubieran necesitado varias generaciones de obreros, la estimación emitida es de ¡300 años-hombres!

*Sin señal de fabricación, resulta imposible fecharla (el cristal no envejece).

*Con una tecnología moderna con diamante haría falta un año de trabajo para conseguir el aspecto exterior (con huellas de fabricación, ¡lo que no lleva la calavera!), en cuanto a los efectos prismáticos, su reproductibilidad resulta aún más dificultosa.
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Existen otras calaveras de cristal, cuyo descubrimiento o adquisición tampoco fueron claramente asentados.

Nick Nocerino, posesor de una calavera de cristal llamada “Sha-Na-Ra” fundó un instituto de investigación parapsicológica con el fin de estudiar sus propriedades “psi”.

Jo Ann Parks detiene “Max” y Norma Redo es la propietaria de la calavera de la cruz relicario.

En el año 1996, los tres aceptaron prestar su calavera al British Museum con fin de peritaje.

Cinco calaveras han sido estudiadas, las tres citadas antes, la del British Museum y también la del Smithsonian Institute.

Un cubilete de cristal fechado por lo menos en 500 años antes de Jesucristo, y una calavera moderna fabricada en 1993 en Alemania por Hans-Jürgen han sido utilizados como muestras.

La calavera del British Museum y la del Smithsonian Institute llevan huellas de fabricación.

En cuanto a la calavera de la cruz relicario, los dientes han sido retocados así que, claro, el agujero que los españoles perforaron para introducir la cruz.

Y… ¡silencio! Para “Max” y “Sha-Na-Ra”: “¡No Comment!”

Desde entonces, las autoridades del British Museum se niegan con empeño no sólo a revelar sus conclusiones sino también en decir el por qué. Aquí tenemos un nuevo ejemplo de la dimisión de los científicos ante un objeto imposible.

Una leyenda Maya se refiere a esas calaveras de cristal: cuando las trece calaveras estén reunidas, revelarán el secreto de la vida. Según su tradición, esas calaveras les han sido transmitidas por los Atlantes quienes las habían recibido de ¡iniciadores llegados del cielo!
 
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astaroth1
view post Posted on 23/1/2016, 03:10




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Calaveras de cristal

Las calaveras de cristal están cortadas con la forma de una calavera humana, varían en forma, tamaño y tipo de cristal. Algunas son auténticas, talladas por los mayas y otras culturas, mientras que la mayoría que podemos contemplar en la actualidad, fueron talladas recientemente.

Los lugares en que se han hallado estos objetos están ubicados generalmente en Centroamérica, especialmente en ruinas aztecas y mayas, aunque han habido noticias y rumores de posibles hallazgos en Suramérica, pero no han sido confirmados.
Además de asombrarnos con la forma en que fueron talladas, o la incapacidad para determinar como lo hicieron, existen afirmaciones de que a su alrededor se producen fenómenos inexplicables y extraños.

La más conocida de estas calaveras, así como la más misteriosa, es la de Mitchell-Hedges. Tiene características muy similares a la de una verdadera calavera humana, como dientes y una mandíbula con movimiento. Hasta ahora no se ha logrado determinar la forma en que fue tallada, ya que se trata de un trabajo imposible de realizar por los más talentosos escultores o ingenieros de nuestra época. Fabricada con cristal puro de cuarzo, tanto la mandíbula como el cráneo provienen de la misma roca. Exceptuando pequeñas anomalías, es anatómicamente perfecta, posiblemente la representación de un cráneo femenino debido a su pequeño tamaño, 12,7 cm. de altura, mientras que su peso es de 5 kg. Tantos los prismas ubicados en la base, como las lentes pulidas a mano de los ojos, se combinan para producir un brillo muy intenso. El cráneo, perfectamente tallado en cristal de roca, presenta un alto grado de dureza (siete sobre diez, en la escala de Mohs), de lo que se deduce que sólo mediante fundición del mineral y utilizando un molde, o mediante el uso de un diamante podría obtenerse algo parecido. Pero los mayas no poseían la suficiente capacidad técnica como para enfrentarse a semejante empresa.

Fue el explorador británico F.A. Mitchell-Hedges quien afirmó que fue desenterrada por su hija, Anna, en 1924, durante una expedición realizada en las ruinas mayas de Lubaantum, Belize, mientras buscaban huellas de la Atlántida, en uno de los templos, tras mover unas grandes piedras que cubrían un altar.

Según su relato, después de su descubrimiento se sucedieron varios fenómenos sobrenaturales. Los 300 indianos que trabajaron con ella en las excavaciones se arrodillaron y besaron el terreno cuando el objeto fue llevado a la luz, después de que rogaron y lloraron por dos semanas. Anna relata que los nativos mayas de la zona la reconocieron al instante como representación del dios de sus antepasados y oraron ante ella.

Frank Dorland, un restaurador de arte que hizo varios experimentos con el cráneo por seis años, afirmó que una vez un halo lo circundó por varios minutos, escuchó sonidos agudos, parecidos a campanilleos y que llenaron su casa, otras veces dentro del cráneo aparecieron luces e imágenes de cráneos, montañas y otros objetos , así como un olor característico proveniente de su interior.

Según otras fuentes, es posible que Mitchell-Hedges la hubiese adquirido durante una subasta en Londres, en 1943. También hay quien afirma que tal vez adquiriese la calavera en uno de sus viajes por México y la colocara allí como regalo de cumpleaños para su hija. Pero a pesar de esta y otras acusaciones de fraude, ninguna ha podido ser demostrada como cierta.
En 1970 la familia Mitchell-Hedges entregó el cráneo a los laboratorios de Hewlett Packard para su estudio, en los cuales pudo comprobarse que el cristal fue tallado en contra del eje natural del cristal, a pesar de que los modernos escultores no lo harían, porque esto provocaría la rotura de la pieza de cuarzo, ni siquiera utilizando la tecnología láser, ya que tendría idénticos resultados sobre el cristal. Otro de los hallazgos sorprendentes consistió en que no hallaron evidencia ni rastros de que se hayan utilizado herramientas metálicas. El dato más desconcertante fue que los expertos estimaron el tiempo necesario para completar el trabajo en al menos 300 años.

Los expertos del British Museum hacen remontar la calavera a la civilización azteca, fechando el origen ( con muchas dudas ) alrededor del 1300/1400 después de Cristo.

Otras dos calaveras de cristal se encuentran en el Museum of Mankind, en Londres, Inglaterra, y en el Trocadero Museum, en París, Francia. Ambas fueron halladas por soldados en México durante la década de 1890, y están talladas sobre puro cristal de cuarzo, aunque no tan elaboradamente como la de Mitchell Hedges.

La calavera expuesta en el Museum of Mankind se considera gemela de la de Mitchell-Hedges, salvo por un detalle. La calavera de Mitchell-Hedges, en efecto, tiene la mandíbula articulada, como en un cráneo verdadero; mientras que la llamada Calavera Británica tiene la mandíbula fija. Los investigadores están de acuerdo en afirmar que los dos objetos han sido construidos por las mismas manos. El Museum of Mankind lo adquirió de Tiffany's, el célebre joyero de Nueva York, en el 1898, por 120 libras. Él encargado de la transición fue cierto Kunz, que en un libro suyo sobre los minerales, cita la calavera. Los ejecutivos de Tiffany's no fueron capaces de (o no quisieron) dar explicaciones sobre su origen.

Unos 12 años después, sería el British Museum quien entró en posesión de esta calavera. La llegada de la calavera al British Museum, coincidió con una serie de extraños acontecimientos. A parte las afirmaciones, antes escasamente probadas, de repentinos desplazamientos de objetos o repentinas invasiones de perfumes diferentes e inexplicables, fue el personal de limpieza del museo en las horas nocturnas, quienes alimentaron las creencias que atribuyen a la calavera poderes ocultos. Finalmente consiguieron que la calavera fuera cubierta por un pesado paño durante las horas nocturnas.

El antropólogo Morant realizó un estudio comparativo de ambas calaveras, llegando a conclusiones que no son compartidas por otros estudiosos.
Morant dejó constancia de que ambas eran similares en muchos detalles anatómicos, llegando a afirmar que, por su forma, ambas habían sido modeladas sobre la calavera de una mujer, que eran representaciones de un mismo cráneo y que la una era copia de la otra, siendo la de Mitchell-Hedges la primera.

En el 1950, la calavera del British Museum fue examinada de nuevo y de tal examen se descubrió qué la calavera tenía su origen en México, que se remontaba 1400 - 1500 d.C. y qué el material fue cuarzo brasileño.

Una tercera calavera de cristal expuesto al Musèe de El Homme de París, idéntica en el es-tilo a los otras dos pero de dimensiones meno-res, puede proveer informaciones particularmente interesantes. Los expertos del Museo afirman que hizo parte de un "cetro mágico" azteca del siglo XIII o XIV d.C., y que fue usado para alejar a las serpientes y prever el futuro. Tiene un agujero que la atraviesa de arriba a abajo (supuestamente hecho por un grupo cristiano para colocar en ella una cruz) y el estilo, la forma y el corte son similares a otras calaveras descubiertas en diversas ruinas de México.Existen incontables hipótesis acerca del origen real de las calaveras, llegando algunos a pensar que puedan ser el legado de inteligencias superiores o extraterrestres. La respuesta más obvia sería que los nativos de Centroamérica, aztecas y mayas, las tallaron por sí mismos, pero esta hipótesis no explica la los medios con que fueron creadas, ya que ninguna de esta culturas, por lo menos hasta donde sabemos, poseían la tecnología o el conocimiento necesarios para completar esta labor.

A las abundantes anécdotas y creencias surgidas alrededor de estas raras piezas, y a las originarias atribuciones de poderes utilizados en los rituales en los que, presumiblemente, fueron usadas, son sumadas muchos otras que van desde el ocultismo, lo paranormal y la ufología.

El misterio de las calaveras es enriquecido también por una leyenda que se remontaría a los mayas. Tal leyenda cuenta que en el mundo existen 13 calaveras de cristal a tamaño natural, y cuando todas sean redescubiertas y asociadas, les transmitirán a los hombres todo su conocimiento. La leyenda, en cambio, nos ad-vierte que eso ocurrirá solamente cuando los hombres sean íntegros moralmente. Esta leyenda que se transmite como una tradición oral, ha contribuido al nacimiento de un mito, aquel de las calaveras malditas. Todo eso, además, no es inmune al atractivo que los mayas suscitan como pueblo.
 
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7 replies since 18/5/2008, 01:22   1518 views
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